La historia de vida del Coronel Sanders, fundador de KFC, nos recuerda que cada fracaso viene acompañado de un momento de aprendizaje.
El Coronel Harland David Sanders fundó la franquicia de comida rápida Kentucky Fried Chicken (KFC) en 1952. Hoy, con más de 26 mil establecimientos en operación es una marca icónica en todo el mundo.
A pesar del éxito actual que tiene el negocio fundado por el exmilitar, su historia estuvo plagada de crisis y momentos duros que tuvo que enfrentar y lo ayudaron a desarrollarse y convertirse en un emprendedor exitoso.
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Estos eventos le enseñaron al creador de KFC algunas lecciones de vida que las aplicó en su negocio y lo ayudaron a formar el imperio del pollo más popular.
Estas son 5 de las enseñanzas más importantes que el Coronel Sanders aprendió de sus fracasos, de acuerdo con un blog publicado por la firma de capital emprendedor, Wortev.
Al momento de formar un negocio, cualquier emprendedor debe de aprender nuevas habilidades para poder ser exitoso, sin embargo, no deben de dejar a un lado los conocimientos adquiridos a lo largo de su vida.
Por ejemplo, desde los 5 años el coronel tuvo que aprender a cocinar por necesidad. Esto fue debido a que su padre murió, su madre tuvo que salir a trabajar y él se quedó al cuidado de sus hermanos pequeños.
Este manejo de la cocina fue su arma principal para poder fundar su principal negocio y poder dirigir la forma en la que operaba su personal.
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Con tan solo 15 años de edad, el fundador de KFC estaba seguro de querer pertenecer a la armada de los Estados Unidos. Esto con el fin de dejar sus día de pobreza en el pasado. Con ese pretexto, él falsificó algunos documentos para poder hacer este sueño realidad.
Ciertamente romper la ley no fue la mejor manera en la que aquel chico alcanzó su sueño, pero la necesidad y el profundo deseo que tenía por hacer realidad este objetivo hicieron que no le temiera a nada ni a nadie para conseguir lo que se propuso.
Después de dejar el ejército, Sanders se casó con Claudia Price en 1946, tuvo tres hijos y decidió emprender por primera vez con una empresa de barcos de vapor.
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Sanders acabó de estudiar derecho cuando tenía más de 30 años. A pesar de que no tuvo la oportunidad de litigar por mucho tiempo, esto significó para él un triunfo debido a que dejó de asistir a la escuela cuando tenía 12 años.
Concluyó su carrera de derecho por correo y, al ser un adulto, tuvo que trabajar y cursar sus materias al mismo tiempo. Ser abogado le permitió conseguir un empleo en la Cámara de Comercio de Columbus.
Con su sueldo pudo comprar un estación de gas y posteriormente incursionar en la industria de los restaurantes y la hotelería. Este último lo llevó a cabo cuando tenía más de 40 años, y para poder ser un mejor empresario decidió tomar un curso de administración.
En 1930 este personaje decidió montar al lado de su gasolinera un café en el que vendía pollo frito. Su receta se hizo tan popular que decidió hacer una gira por todo el país para venderle a más restaurantes su famosa receta crujiente.
Sin embargo ese plan no fue exitoso y solamente 6 negocios se interesaron en su proyecto aunque el coronel Sanders le dedicó tiempo a perfeccionar su receta que contenía más de 11 hierbas de olor.
Sin desanimarse, el ex militar decidió que mejor se dedicaría a hacer más eficiente el tiempo en el que se cocían sus alimentos. De esta forma logró cocinar un “pollo Kentucky” en solo 9 minutos utilizando una olla a presión.
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Después de ganar miles de dólares y cosechar la fama vendiendo su pollo acompañado de su tradicional barba, bigote y su traje de color blanco; el destino de Sanders volvería a cambiar en 1950.
A mediados del siglo pasado, las autoridades estadounidenses decidieron construir la carretera interestatal número 75 al lado de su cafetería. Esta vía rápida hizo que los autos dejaran de visitar su gasolinera, por lo tanto, las ventas de su pollo disminuyeron.
Este duro golpe afectó a coronel Sanders, sin embargo, él no se dejó vencer. A sus 65 años el exmilitar vendió esa propiedad por 75 mil dólares para mudar sus negocios e intentar nuevamente explotar el potencial de su receta de pollo crujiente.