Liderazgo tóxico: cómo repensar tu papel en esa relación
¿Alguna vez tas has quejado de un jefe por ser tóxico? Quizá debas repensar tu papel en esa relación, así como también analizar tu entorno y su liderazgo.
¿A quién no le ha tocado lidiar con una jefa o jefe impositivo que le haga cuestionarse si realmente vale la pena seguir en ese trabajo? Es muy común que la relación con nuestro líder inmediato se vaya desgastando en el escenario de estrés cotidiano si es que no hay una comunicación adecuada.
No obstante, también es cierto que muchas veces estamos en un papel de victimismo que nos impide ver el panorama completo y asumir la responsabilidad que nos toca. Así que hoy te invito a transformar tu mentalidad y la relación que tienes con tu líder en los momentos de mayor incertidumbre y tensión.
Liderazgo directivo, ¿sabes cómo lograrlo? Aquí te decimos
Hace un par de años impartí un programa de dos meses a una empresa mexicana de 250 colaboradores y el discurso de la gran mayoría del equipo, sin importar el área y cargo, era el siguiente: “No nos conocemos porque no tenemos tiempo”.
La empresa estaba conformada por equipos estresados, cuyos líderes expresaban que ante un nuevo reto la gran mayoría de sus colaboradores reaccionaba de forma defensiva y la comunicación en los mails era con un tono ofensivo y de guerra.
Me llamó la atención el caso de José, gerente del área de ventas, en relación a su equipo de trabajo, conformado por más de 25 personas de distintas edades. Al jefe José lo percibían como un jefe fuerte y serio, que pide cuentas y exige. ¿Es malo ser exigente con un cargo de tanta responsabilidad?
Al escuchar a José me percaté de que la comunicación que mantenía con su equipo tenía rasgos de lenguaje imperativo. No obstante, también era un líder innato que promovía reunir a su equipo cada semana en el comedor para hablar de sus avances; ayudó a impulsar el servicio de transporte laboral para mejorar el tiempo y las rutas de las personas para llegar al trabajo; tenía un compromiso firme con su gente.
Sus cualidades se revelaron hasta que los colaboradores asumieron su responsabilidad personal y su rol en la cadena de suministro, y entendieron que eran parte de un equipo que podía tener una colaboración estratégica para dar resultados increíbles.
En conclusión: entendieron que si tuvieron el tiempo de armar cadenas de guerra por correo electrónico, también podrían tener tiempo para atender lo esencial y trabajar en equipo sin reclamos ni rencores.
Tal vez era cierto que el jefe José, al tener una alta demanda de metas por cumplir, tendía a ser impositivo y poco tolerante ante los errores, pero después del programa de bienestar sus colaboradores al fin entendieron su misión como equipo: ser líderes de mente ágil, empáticos y receptivos al escuchar retroalimentación para aportar a los proyectos.
La cultura tóxica está impulsando la gran renuncia
Líder exigente vs. líder toxico
Las exigencias son los retos que hay que cumplir en pro del crecimiento de la empresa, y generalmente son los líderes de área quienes tienen que hacerse responsables del desempeño de todo el equipo, lo que conlleva una fuerte presión personal y un compromiso importante para poder entregar resultados en beneficio de todos.
No obstante, si no se realiza una adecuada organización y gestión del trabajo, se pueden producir resultados psicológicos, físicos y sociales negativos que derivan en estrés laboral, agotamiento o depresión, de acuerdo con la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo.
Algunos ejemplos de condiciones de trabajo que entrañan riesgos psicosociales son:
- Cargas de trabajo excesivas
- Exigencias contradictorias y falta de claridad de las funciones del puesto
- Falta de participación en la toma de decisiones que afectan al colaborador
- Gestión deficiente de los cambios organizativos
- Comunicación ineficaz y falta de apoyo por parte del jefe o jefa y/o los compañeros
En este último punto es muy común que al haber una tendencia de comunicación imperativa por parte del líder del equipo, los colaboradores comiencen a satanizarlo, que el entorno se perciba desgastado y con poca energía para atender la demanda alta de trabajo.
En algún punto los colaboradores entran en un círculo vicioso que se vuelve imposible de gestionar internamente. Es ahí donde resulta vital implementar estrategias de bienestar que lleven a reducir el nivel de cortisol para poder regresar a un estado de claridad mental y flexibilidad cognitiva, que permita la resolución de problemas en equipo de forma creativa.
No obstante, hay que saber reconocer e identificar cuándo estamos ante un líder exigente o un líder tóxico.
Te comparto 5 señales que te ayudarán a identificar que tienes un líder tóxico de acuerdo con Business Insider:
- Te humilla delante de los demás o te ordena tareas vejatorias
- Te manipula y hace chantaje emocional
- Utiliza un lenguaje pasivo-agresivo
- Te da malas contestaciones o te insulta
- No te deja hacer bien tu trabajo
El miedo a las consecuencias de denunciar el acoso laboral es una de las razones por las cuales muchas personas guardan silencio. Sin embargo, también es importante identificar el tipo de comunicación que los colaboradores utilizan con sus líderes para conocer el panorama completo.
Te compartimos este gráfico para distinguir las características entre un líder exigente y un líder tóxico:
Cuáles son las “life skills” para lograr el trabajo de tus sueños
Upskilling y equipos resilientes
Hoy más que nunca desarrollar las life skills es vital para crear equipos que reconozcan su propio liderazgo, que identifiquen el tipo de comunicación con sus líderes y que sepan reconocer todas aquellas actitudes que no suman para saber cómo abordarlas y ser parte de la transformación como agentes de cambio.
Quedan menos de ocho años para concretar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU para la agenda 2030 y hay países como México que están en pañales.
En la prueba PISA 2015 de la OCDE nuestro país falló en la evaluación de la competencia Solución de Problemas en Equipo, relacionada con tres life skills fundamentales: resolución de problemas, colaboración y trabajo en equipo.
Es imprescindible, se determina en el reporte, establecer una estrategia de upskilling para mejorar las habilidades de los ciudadanos y concretar esos beneficios.
Además del impacto económico, el upskilling tiene un impacto humano y social. En lo que toca a los life skills, su desarrollo implica mejores relaciones personales y, por ende, mayor calidad de vida.
Por otra parte, McKinsey Global Institute ha hallado la relación directa que existe entre el desarrollo de las life skills y la posibilidad de tener una mayor empleabilidad, obtener un mejor ingreso y alcanzar una mayor satisfacción laboral.
Es importante saber reconocer nuestras actitudes para darnos cuenta de que tal vez nosotros mismos hemos tenido actitudes tóxicas, que nacen de nuestras inseguridades no sanadas y el jefe o la jefa los detona…
Así que hoy te pregunto: ¿Estás lista/o para ir adentro y conocer tu propia narrativa?
¡Gracias por llegar hasta aquí!
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