Donald Trump, el genio detrás de la maquinaria propagandística del odio
El storytelling, la repetición y el llamado a la acción hacen que el discurso de Donald Trump sea impactante y eficaz, pero su carga de odio está diseñada para profundizar en la lealtad de sus seguidores más fervientes.
Donald Trump estuvo al borde de la muerte, y no tardó en convertir este hecho en una herramienta poderosa para llegar al corazón de sus simpatizantes.
Con un discurso cargado de emociones y un odio palpable, el republicano no solo logró estremecer hasta las lágrimas a la ultraderecha de su país durante la Convención Nacional Republicana, también utilizó esta estrategia como un arma eficaz.
En un público que prefiere escuchar a sus emociones antes que a la razón, la propaganda del político encuentra un terreno fértil para sembrar su mensaje.
El calor es lo que la gente valora, lo que la gente cree, asegura Alejandro Llantada, consultor en persuasión y propaganda. Y Trump logró brindarle a sus seguidores un incendio durante su nominación oficial como candidato a la presidencia de Estados Unidos.
“El fuego se propaga como lo hacen las ideas. Trump aprovecha el resentimiento ya existente contra las ideologías opuestas y, tras ser blanco de un atentado, eso se convierte en su combustible”, agrega el experto.
Con un discurso casi mesiánico, Trump hizo repetidos llamados a Dios y mostró gratitud ante una audiencia que temía perder al “elegido” para defender los “verdaderos valores estadounidenses”.
En un gesto simbólico, besó el casco del bombero que perdió la vida durante el atentado contra su vida, haciendo llorar al público.
“Fight, fight, fight!“: ese fue el coro que condecoró al empresario como el único que podría vencer a la ola azul demócrata, misma que a lo largo de los años ha defendido valores como la inclusión en un país que desde su inicio era multirracial.
Este es el gran poder de la propaganda, de acuerdo con Llantada, mismo que fue utilizado por Hitler para destruir mundos y también por Turquía para salvar a los animales.
Donald Trump kisses the helmet of former firefighter, father, and Trump supporter Corey Comperatore who was killed during the attempt on Trump’s life. pic.twitter.com/fVltSHmqK8
— The American Conservative (@amconmag) July 19, 2024
Las ‘buenas’ prácticas detrás de su discurso de odio
“Esta noche, con fe y devoción, acepto con orgullo su nominación para presidente de los Estados Unidos. Gracias. Muchas gracias”, expresó Donald Trump en su discurso ante miles de republicanos que, durante la noche del 18 de julio se unieron para brindarle su apoyo.
Sus palabras fueron históricas. Sin su usual maquillaje color naranja, el republicano decidió agradecer a Dios el seguir con vida y a sus fanáticos por no abandonarlo. Señaló a su familia como su más grande motor para defender Estados Unidos y en pequeños lapsos, llamó a la unidad.
Sin embargo, continuó mostrando resquicios de su personalidad narcisista y los tintes de racismo no quedaron atrás con el transcurso del tiempo. Acusó a los países de Latinoamérica de mandar a distintos criminales a su territorio con datos sin verificar.
“Nuestra tasa de criminalidad está aumentando, mientras que las estadísticas delictivas en todo el mundo están disminuyendo. Porque están tomando a sus criminales y los están metiendo en nuestro país”, afirmó en la convención nacional.
Pero, ¿cómo convertirse en el nuevo American Idol tras en discurso de odio? Alejandro Llantada explica que, por más que les duela a muchos, Donald Trump cometió varios aciertos.
El experto en persuasión reconoce que su discurso fue fantástico y estuvo muy bien pensado, además de que utilizó puntos clave para lograrlo:
- Utilizó el storytelling
- Empleó diversas metáforas
- Exageró en los momentos justos
- Manejó un buen ritmo
- Tangibilizó a una de las víctimas de su atentado
- Reforzó sus ideas más notorias
- Cerró con un llamado a la acción
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¿Qué hacer frente a una sociedad alineada a Donald Trump?
Para Alejandro Llantada es importante tener en cuenta el contexto en el que Donald Trump dio su discurso en la Convención Nacional Republicana. Este fue uno de los ingredientes principales para que el exmandatario pudiera sacar del horno uno de los discursos más memorables de su carrera política.
El atentado que vivió en Pensilvania el 13 de junio fue la chispa que le brindó el fuego necesario para encender a su audiencia. Mientras tanto, el combustible y el oxígeno es lo que él y su público creen, lo que se hacen y lo que se dicen.
La reunión comenzó con el pie derecho, se calentó al público. Kid Rock fue el encargado de hacer que todos los asistentes se emocionaran. Así, sin siquiera emitir una palabra, el empresario ya había acertado ante su audiencia.
“Hay un fenómeno de transferencia que tienen estos personajes, o sea, te están validando personas famosas que les gustan a tu público”, explica el experto en propaganda.
Después, como un héroe del cuadrilátero, surgió Donald Trump, con su oreja visiblemente lastimada.
Posterior a esto, hizo un guiño a una idea de falsa inclusión. “Juntos, lanzaremos una nueva era de seguridad, prosperidad y libertad para los ciudadanos de todas las razas, religiones, colores y credos”, expresó seguido de una lluvia de aplausos.
Por un momento, el líder que por años ensalsó su discurso de odio parecía tener miras a ser realmente inclusivo, pero no fue así. Lo demostró minutos después. No obstante, más allá de las palabras, hizo algo que para los líderes es clave: tangibilizó a la persona que perdió la vida en su atentado.
“Entonces ya no te lo imaginas, lo estás viendo. Estás viendo a la persona que falleció y que ahora es un héroe. Además, nos aclara que este bombero se abalanzó sobre su familia para protegerla”, añade Alejandro Llantada.
Con este acto, el republicano le sumó emoción a un discurso que por el contexto ya lo era. Además, humanizó y dio pie a la creación de un nuevo héroe estadounidense.
Se puede creer en las teorías de conspiración, dudar que si su atentado fue real o no, pero con este hecho, el candidato le despejó esas dudas a sus simpatizantes. Y destacó un pensamiento sumamente poderoso: Estados Unidos sí tiene héroes.
“Este señor aprovechó ese terreno común: aquí hay una víctima y todos debemos honrarlo y sentirnos tristes por ello,” agrega el experto en análisis del discurso.
Una generalidad reluciente, el otro secreto del empresario conservador
Uno de los principales lemas que ha utilizado Donald Trump en su carrera política es el sonado “Make America great again“. Lo ha puesto tan de moda que muchos incluso ignoran que es un eslogan repetido de Ronald Reagan. Esta es una generalidad reluciente, lo que provoca que la audiencia le ponga un significado concreto a cierta frase.
Sin embargo, este tipo de exageraciones a las que Llantada les llama “generalidades relucientes”, es otro punto clave que el político suele utilizar de forma continua. Por esto, es tan popular.
“Usa mucho esta exageración, primero con la general reluciente y después en cualquier aspecto de lo que ha pasado hacia atrás y con otra administración. Todo lo exagera para mal y todo lo que él va a hacer lo exagera para bien”, manifiesta Alejandro.
Por ejemplo, el republicano, además de mencionar que haría de su gobierno uno de los más igualitarios también hizo un análisis general de quienes entran a Estados Unidos y los calificó como criminales.
Con este tipo de frases el político reforzó su imagen racista y lleno de odio. Aunque, la audiencia que lo recibió ese día con los brazos abiertos lo llenó de elogios. El padre que por fin protegería a su nación había llegado nuevamente, lo único que debían de hacer, era votar por él.
Al final, Donald Trump le recordó a todos el motivo de su asistencia: pedir votos. La carrera por hacer de Estados Unidos la nación grandiosa de antaño, había comenzado.
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Los grandes ‘no’ detrás de la actuación del máximo republicano
A pesar de que la actuación de Donald Trump fue soberbia, Llantada vio una gran bandera roja. El candidato se esforzó al mínimo por incluir a los votantes de otros bonos demográficos, preferencias y nacionalidades.
Incluso, el experto explica que las cámaras tuvieron que ayudarle para reforzar un aspecto que para él, era esencial en esta ocasión.
Por esto, la razón debe de ganarle al corazón. Más en época electoral. Saber sobre propaganda es la mejor herramienta para quitarle el poder a los políticos que no están a favor de la inclusión y de la equidad en la actualidad.
Desde la perspectiva de Alejandro Llantada, el debate sobre el próximo presidente de Estados Unidos está cargado de emociones, lo que conlleva un alto riesgo de que la razón se pierda en el proceso.
No obstante, este es el peor momento para que esa característica (que define tan profundamente a la humanidad) juegue un papel determinante en la elección del próximo 5 de noviembre. La emoción desmedida podría facilitar que un dictador obtenga el poder.
“Si no hay un equilibrio de poderes y las emociones prevalecen, quien domine estas emociones se impondrá en el camino, manipulando las razones que él mismo conoce.”