¿Ha llegado el fin de las mentorías corporativas en persona?
La mentoría corporativa cambió con la pandemia, ahora, muchos líderes deciden hacer este proceso en línea, sin embargo hay algunas consideraciones.
A lo largo de los años, me he encontrado con un sinfín de métodos para que los jóvenes aprendan las bases del mundo laboral, las normas y la cultura de una organización. Siempre aprendían a través de la observación, pero ahora todo eso ha cambiado. Las mentorías corporativas han dado un giro de 180 grados.
Por ejemplo, la oficina de un amigo, un importante abogado de Londres, me impresionó bastante: estaba ubicada en la esquina del despacho, amplios ventanales y un imponente escritorio. La típica oficina del jefe, excepto por tres escritorios más pequeños a lo largo de la pared, cada uno destinado a un becario de la firma. ¿Por qué, le pregunté, no tenían su propio espacio?
Mentoría, un arma de doble filo que puede ser tóxica para tu negocio
La respuesta de mi amigo fue directa: “Están aquí para observar“. Y eso fue lo que hicieron. Escuchaban las conversaciones telefónicas, notaban las horas y días invertidos en redactar documentos importantes, asistían a las juntas con clientes para conocer sus intereses y los retos de una contratación.
Claro, no sólo observaban: mi amigo también les encargaba investigaciones y borradores, pero en esencia estaban ahí para aprender observando la acción.
En la primavera de 2021, el despacho cumplió un año cerrado. Mi amigo y sus aprendices trabajaron desde casa durante todo ese tiempo.
Tengo otro ejemplo de cuando una importante compañía japonesa me invitó a ir a Tokio. Recuerdo haber hablado con el invitado especial Ikujiro Nonaka, un famoso teórico organizacional, sobre los horarios laborales tan largos que sostenía la empresa en cuestión. ¿Era necesario que trabajaran hasta tarde?
“Por supuesto”, respondió Nonaka. Son períodos, continuó, en donde realmente crean vínculos.
“Y lo que es más importante, fluyó el conocimiento empírico: esas percepciones e ideas que son casi imposibles de encontrar en los manuales”.
Señaló que esto es valiosísimo para los más jóvenes, pues están aprendiendo los valores y la cultura corporativa.
¿La empresa? Fujitsu. En tan sólo una semana, durante marzo de 2020, más de 80 mil trabajadores tuvieron que adoptar el teletrabajo, tal como los abogados de Londres.
¿Debemos cambiar los modelos de mentorías corporativas?
Sabemos que ejercer una profesión requiere tiempo, confianza y familiaridad. Los trabajadores con más experiencia cuentan con mil conocimientos y, aunque trabajar desde casa podría afectar su práctica, tienen suficientes reservas.
Pero ¿qué pasa con los más jóvenes o quienes recién entraron a una empresa? ¿Cómo entender a distancia la dinámica de una compañía, cómo funciona el negocio? ¿Cómo brindarles mentorías corporativas eficaces?
No es un tema menor. Desde que comenzó la pandemia, a través de mi consorcio de investigación Future of Work, he dirigido múltiples encuestas y grupos focales con ejecutivos. En el curso de esta investigación, uno de ellos me comentó: “Lo que más me preocupa es que los nuevos no están en los momentos clave o no están preparados para estarlo”.
Antes de ofrecer alguna solución, conviene preguntarse qué tanto nos afecta esta situación. Detente y reflexiona en lo que he expuesto hasta ahora.
¿Será que los hábitos que creíamos esenciales para transmitir este conocimiento se encuentran entre las paredes de una oficina? ¿Los aprendices de abogado realmente tienen que sentarse en la oficina del jefe? ¿En serio los jóvenes japoneses tienen que trabajar hasta altas horas de la noche diario? ¿Debemos cambiar ciertas nociones de nuestros modelos laborales?
Coaching, mentoría y patrocinio efectivo en la oficina virtual
Nuevas opciones experimentales ante la digitalización
Antes de 2019 habría sido casi imposible realizar un experimento para resolver todas nuestras dudas sobre este tema, pero llegó la pandemia. Durante el último año, cientos de miles de jóvenes han comenzado una relación laboral con una nueva empresa y, en este enorme experimento de reclutamiento, hemos aprendido mucho para mejorar sus procesos de aprendizaje.
Sin duda, el año nos alertó sobre los verdaderos desafíos que tenemos por delante. Imaginemos que los modelos híbridos, donde un empleado asiste a la oficina unos cuantos días a la semana, se vuelven la norma.
Es probable que los mayores y con más experiencia elijan trabajar desde casa tanto como sea posible, mientras que los más jóvenes acudan a la oficina con más frecuencia. En este nuevo escenario, habría muchos aprendices, pero pocos mentores.
Lo único cierto es que el entorno laboral está cambiando y las formas de compartir el conocimiento en las empresas deben adaptarse. Por lo pronto, te presento dos maneras creativas de inducir a tus nuevos trabajadores.
Innovar las mentorías corporativas a través de la tecnología
Es un hecho que las empresas están aprovechando las tecnologías más que nunca. Por ejemplo, la consultora PwC utiliza plataformas y realidad virtual para incorporar a los más de mil 300 colaboradores nuevos que se unieron a sus oficinas de Reino Unido el año pasado.
Peter Brown, socio de PwC, me explicó: “La inducción de nuevas contrataciones sucede en un ‘parque virtual’”. En este espacio VR, pueden ver a los gerentes en un auditorio, interactuar con otras personas de nuevo ingreso en una cafetería e incluso hacer un paseo recreativo.
“Las personas sienten que pueden andar por ahí y entablar amistad con los demás. Es un espacio virtual pero íntimo donde pueden interactuar”, afirmó.
Crear interacciones personalizadas
Quedé fascinada con el método de Christy Johnson, CEO de Artemis Connection, una consultoría de estrategia virtual de Seattle. Después de años de perfeccionamiento, Johnson asentó un método para construir lazos y momentos significativos entre compañeros.
“Nuestro objetivo es hacer que los nuevos empleados se incorporen a un proyecto de inmediato. Durante el planteamiento, se les pide que hablen sobre su estilo de trabajo y así todos saben qué esperar de los demás”, explicó Johnson.
Cuando hay algunas nuevas contrataciones, Johnson y su personal activan la “Artemis Academy”. Este programa integra sesiones de video, tres o cuatro días a la semana, seguidas de un espacio en donde los líderes comparten sus tácticas de resolución de problemas y métodos de trabajo.
“Son temas relevantes para todos. Además, formamos charlas grupales, en donde los nuevos empleados se reúnen semanalmente para hablar sobre sus altibajos. Todo se trata de la intención: si los orientamos un poco, pueden ayudarse mutuamente. Los viernes organizan una llamada para que todos se enlacen. Platican sobre sus fines de semana y cómo piensan distinguirlos de la semana laboral”, cuenta Johnson.
Conoce a 5 mujeres que lideran el sector financiero y rompen techos de cristal
Conclusiones sobre las mentorías corporativas
A partir de estos primeros pasos, extraigo tres conclusiones, a saber:
Primero, desarrollar conocimientos fuera de las capacitaciones formales es esencial para los nuevos integrantes del equipo laboral. Es importante tenerlo presente en toda transformación del negocio. Si hoy en día tenemos menos contacto personal, entonces debemos encontrar alternativas para compensarlo, como los ejemplos que presenté.
En segundo lugar, vale la pena medir la cantidad de mentores y aprendices que hay en los espacios físicos. Me preocupa que con los modelos híbridos, los aprendices estén en las oficinas y los mentores en casa. Quizá esté equivocada, pero es un aspecto a tener en cuenta.
Por último, estar presente en los momentos clave es una experiencia muy valiosa. Démosle la importancia que merece. Cuando sepas de antemano que van a ocurrir eventos importantes, asegúrate de que estén presentes tus elementos que más puedan enriquecerse.
Son nuestros primeros pasos en este nuevo panorama de cambios, pero como dijo Johnson todo se trata de la intención.
SOBRE LA AUTORA
Lynda Gratton (@lyndagratton) es profesora de prácticas de gestión en la London Business School y fundadora de la asesoría HSM. Su último libro (con Andrew J. Scott) es The New Long Life: A Framework for Floourishing in a Changing World (Bloomsbury, 2020).