¿Qué pueden hacer las empresas para combatir la crisis hídrica?
Un plan con enfoque de sustentabilidad en el largo plazo puede ayudar a mitigar el impacto al medio ambiente que generan las industrias. ¿Qué otras acciones pueden emprender? En esta charla lo analizamos.
Las empresas, gobiernos y personas pueden hacer más de lo que se imaginan para mitigar el estrés hídrico que afecta al mundo.
Un estudio elaborado por Ecolab revela que el 80 por ciento de las personas encuestadas a nivel global ha sentido un impacto con el cambio climático y el 87 por ciento de los mexicanos también lo ha percibido.
“Cada vez estamos teniendo más cercanos los efectos del cambio climático y el estrés hídrico”, aseguró Esteban Guáqueta, líder de la división Industrial de Ecolab, durante su MIT Sloan TalksMx.
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Se le conoce como estrés hídrico cuando hay menos de 1,000 m3 (metros cúbicos) disponibles de agua por habitante al año.
El nivel en México se ubica entre los 3,600 y 3,700 m3, lo que significa que el país aún no está en estrés hídrico, pero Guáqueta asegura que existen regiones donde ya se está atravesando por esta situación, como es el caso de los estados del norte, la cuenca del Río Bravo y una gran parte del Valle de México.
Por el contrario, en el sureste de México existe un exceso de agua por habitante por año, tal es el caso de Chiapas y Campeche donde hay casi 20,000 m3.
No obstante, el líder de Ecolab aseguró que la gran diferencia que existe es la infraestructura disponible en cada región. Desde su perspectiva, en el norte del país están más preparados para albergar productividad en términos de industria, que ocupa solo 5 por ciento del agua disponible.
En el caso del campo, un poco menos del 70 por ciento del agua se destina para el agro y aproximadamente un 15 por ciento para el consumo humano.
“Cuando hablamos de estrés hídrico hay un factor muy importante que tiene que ver con quién está usando más esa agua que tenemos”, cuestionó Esteban en su charla.
¿Qué están haciendo los involucrados?
Se tiene la percepción de que las empresas contribuyen poco para combatir la crisis hídrica, pero la realidad es un poco diferente, según el experto.
Para aquellas organizaciones que aún no ponen manos a la obra en este tema, Guáqueta recomienda tener un plan de desarrollo y sustentabilidad para los próximos años.
El experto aprovechó la oportunidad para brindar algunas recomendaciones que harán más fácil esta labor:
- Implementar un plan de mitigación hacia el 2030 considerando inversiones de corto, mediano y largo plazo.
- Contar con un factor de visibilidad y transparencia muy alto.
- Tener datos de agua, de dónde se usa, dónde se consume, dónde está la productividad, etc.
Esteban Guáqueta aseguró que cada actor de la sociedad debe tener una función de trabajar en soluciones viables para alcanzar las metas de sustentabilidad. “Los desafíos son muy grandes, por ello tenemos que empezar a visibilizar lo que estamos haciendo y la transparencia traerá mucha más efectividad en estos planes de desarrollo”.
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