Cuando una organización debe cancelar una iniciativa en curso, existen formas efectivas de proteger la moral del equipo. Aquí se explica cómo reconocer su trabajo, mantener su motivación y cerrar el proyecto sin afectar la confianza.
Nos resulta difícil finalizar proyectos que ya no se ajustan a nuestras prioridades. Los miembros del equipo que realizan el trabajo sienten que estamos renunciando a algo importante. ¿Cómo lideramos estos cambios y ayudamos a las personas a reenfocar su energía en el futuro?
Un equipo ha dedicado su tiempo, atención y energía al éxito de un proyecto. Finalizar ese trabajo abruptamente puede llevarlos a preguntarse si han fracasado, si su trabajo aún se valora y, quizás, si seguirán siendo colaboradores clave o si serán marginados.
Por lo tanto, detener un proyecto no se trata solo de concluir tareas. Los líderes también deben abordar el impacto en la moral.
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Para ello, sugiero tomar las siguientes medidas:
1. Reformular y explicar
Es importante comunicar cómo el proyecto cumplió su propósito. Las palabras que eligen los líderes son importantes. En lugar de decir que un proyecto “fracasó” o “no valió la pena”, enfatiza que cada iniciativa tiene un ciclo de vida y sé transparente sobre el motivo de su cierre.
Resalta lo aprendido o lo ganado: Un proyecto interdisciplinario puede haber fortalecido los lazos dentro de la empresa, por ejemplo.
Conecta las lecciones y el progreso del proyecto finalizado con las prioridades futuras. Al centrarse en el conocimiento adquirido o las relaciones forjadas, ayuda a tu equipo a ver que su compromiso ha llevado a la empresa a donde está hoy.
2. Redireccionar y reasignar
Una vez clara la justificación para finalizar un proyecto, es fundamental comunicar el siguiente paso con empatía y claridad.
Antes de detener un proyecto, planifica reasignar a los miembros del equipo que trabajan en él a roles igualmente importantes. Al concluir una iniciativa, es natural que los empleados se pregunten cuál es su lugar.
Parte de tu rol como líder es asegurarles que pueden seguir aportando de forma significativa. Identifica dónde sus superpoderes, habilidades y capacidades serán valiosas y analiza cómo pueden redirigirse hacia una nueva iniciativa. Mirar hacia el futuro facilita dejar atrás el pasado.
Pensemos en el período, hace más de un siglo, en que los automóviles comenzaron a sustituir a los carruajes tirados por caballos. El maestro carruaje, que había dedicado toda su vida a perfeccionar su oficio, podría haber luchado contra el temor a su propia irrelevancia, pero también contaba con experiencia y habilidades que podían aplicarse al diseño de vehículos de pasajeros de cuatro ruedas impulsados por una nueva tecnología.
Reconoce la profunda experiencia de los miembros del equipo, que sigue siendo relevante, y bríndales una oportunidad significativa para incorporarse.
3. Honrar el proyecto
Una vez que el equipo comprenda la razón detrás de la decisión de detener el proyecto y las personas comprendan cómo pueden seguir contribuyendo valiosamente al éxito de la organización, ayúdales a honrar colectivamente el trabajo del que se sienten orgullosos.
Reconoce públicamente sus logros. Publica una mención en LinkedIn o comparte una nota a nivel de toda la empresa destacando cómo este proyecto sentó las bases para el futuro.
Este reconocimiento refuerza la importancia de su trabajo y ayuda a cerrar el capítulo con una nota positiva.
Como líder, es tu responsabilidad dedicar tiempo a aclarar las decisiones, dar un nuevo rumbo a las personas y reconocer los logros pasados. Esto te ayudará a simplificar la transición a las nuevas prioridades organizacionales y a generar optimismo y energía sobre el futuro del equipo.
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Sanyin Siang
Coach de directores ejecutivos Sanyin Siang es coach de directores ejecutivos y dirige el Centro Fuqua/Coach K sobre Liderazgo y Ética (COLE) en la Universidad de Duke.y recibe contenido exclusivo
