No necesitamos más armas, más peleas, más gritos o más dinero para sobrevivir en esta era de antagonismos y radicalismos. Solo hace falta regar la semilla de la humildad para salvarnos.
Un día me pidieron despedir al mejor de mis editores solo porque no alardeaba sobre su trabajo.
Una vez le dieron el gran puesto al que siempre le decía que “sí” al jefe, y no al más preparado.
Existió un país que nombró presidente al que más gritaba e insultaba, y no al que quería dialogar.
Ocurrió que toda una generación se volvió fanática de aquellos que presumían ser mejores, pero estaban vacíos.
Te comparto estas cuatro postales de una realidad que tú y millones vivimos porque quiero que veas lo absurdas que son estas escenas. Absurdas porque todas son resultado de idolatrar al ego más grande.
El ego se refiere al sentido de importancia y autoestima de una persona. Es la parte de la identidad que siente la necesidad de reconocimiento, poder y validación, algo que todos buscamos.
Un nivel saludable de ego, explica Benjamin White, de la Universidad de Birmingham, es necesario para el liderazgo y la consecución de resultados en el lugar de trabajo.
Y también es beneficioso cuando se utiliza para empoderar a los miembros del equipo y ayudar a inculcarles confianza en sí mismos.
Sin embargo, aclara White:
“Un ego inflado puede conducir a la arrogancia, a la actitud defensiva, a una desconexión de la realidad y causar dificultades al intentar alcanzar objetivos estratégicos”.
La vacuna infalible contra un ego inflado se llama humildad. Humildad no es sumisión ni baja autoestima: es una virtud humana que implica el conocimiento y la aceptación de nuestras propias limitaciones, debilidades y fortalezas, sin caer en la soberbia, la arrogancia o la vanidad.
Es nuestra capacidad de reconocer que no somos superiores a los demás, de aprender de los errores y de las experiencias ajenas, y de valorar las contribuciones de los otros.
En estos tiempos caóticos necesitamos más líderes diciendo frases como: “No lo sé”, “Me equivoqué”, “Necesito ayuda”.
Como lo dice Ammer Kaissi en un podcast de Harvard Business Review:
“Los líderes humildes son particularmente eficaces en entornos que requieren adaptabilidad y resiliencia, ya que son más receptivos a la retroalimentación y están mejor preparados para afrontar los desafíos”.
¿Quieres menos estrés? ¡Te urge platicar con tu ego!
El superpoder de las 3 H
Si lo miras con cuidado, la humildad es el motor interno de la evolución de la humanidad porque es la semilla de la curiosidad por saber más.
Solo los humildes tienen la capacidad de aprender cada día, lo que los hace crecer, desarrollarse y ser mejores profesionistas y personas.
Por eso a los humildes no les asusta que una Inteligencia Artificial les quite el trabajo.
Porque la humildad intelectual, moral y social son, juntas, el mayor superpoder para nuestra supervivencia y la del mundo.
Te explico por qué:
- Humildad intelectual: Capacidad de aceptar que nuestras propias creencias y opiniones pueden ser erróneas, lo que nos permite reconocer nuestras limitaciones y estar dispuestos a aprender de los demás.
- Moral: Es una actitud de modestia, sencillez y reconocimiento de la propia humanidad, que implica reconocer nuestros errores, así como valorar los logros y cualidades de los demás.
- Social: Tiene que ver con tratar a todos con respeto y dignidad, sin considerar las diferencias de estatus, raza, origen, preferencias, etc.
Como puedes ver, la humildad es la base para el crecimiento personal y el aprendizaje continuo, ya que nos permite ser receptivos a nuevas ideas, a críticas constructivas y a diferentes perspectivas.
La humildad, además, fomenta la empatía, la gratitud y la generosidad, por lo que contribuye a relaciones interpersonales más sanas y a un mayor bienestar social.
Como dijo Mahatma Gandhi:
“Es imprudente confiar demasiado en la propia sabiduría. Es saludable recordar que hasta los más fuertes pueden flaquear y los más sabios pueden errar”.
Lecciones de Mahatma Gandhi para transformar al mundo
Te recomendamosGenaro Mejía
Fundador de Bar Emprende Periodista de negocios, estratega editorial, consultor en storybeing y comunicación integral, y mentor de emprendedores. LinkedIn Top Voices 2019. Fundador de BAR EMPRENDE. Speaker en temas de liderazgo, storytelling, periodismo digital, comunicación integral y emprendimiento. Fue director de Entrepreneur en Español y fundador de Forbes.com.mx. Ha sido editor en El Financiero, El Economista y Expansión, y reportero en El Universal.y recibe contenido exclusivo