Sé que muchos pensarán que los valores son algo que se da por hecho en las organizaciones, pero no siempre es del todo cierto. Por ello mi recomendación es trabajar desde la empatía.
Cuando hablamos de liderazgo en las organizaciones es muy sencillo pensar en algún exjefe o incluso en un jefe actual, alguien que nos ha llegado a inspirar en algún momento, ya sea por su carisma o por su forma para lograr influir en las personas.
Pero en este punto es importante no perder dimensión, que un líder no solo debe influir en las personas, sino que su labor más importante es: lograr resultados. Siendo importante definir que ese lograr resultados es el objetivo del liderazgo y el influir en los demás el medio para lograrlo.
Como siempre digo en mis conferencias: si un líder esta más preocupado por subjetividades de las personas en sus equipos de trabajo, y no por lograr resultados, es un líder que no está listo para su rol, es alguien que le falta tener claridad en los objetivos y por tanto es un líder poco competente.
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Muchas subjetividades entran en juego cuando un líder no ha desarrollado un liderazgo real y solo ejerce poder desde su posición de jerarquía, lo cual puede complicar su misión de lograr los resultados.
Algunas de estas subjetividades pueden ser que el líder tenga prejuicios sobre sus equipos, por ejemplo que se incomode si hay muchas mujeres en el equipo, porque según él “son más conflictivas”; o que esté preocupado porque según él, Pedrito es gay, y dice que “se le nota que es gay y le preocupa trabajar con él porque eso se pega”.
Así como podemos notar estos son algunos de los muchos prejuicios y subjetividades que como lideres podemos tener al gestionar equipos de trabajo.
Iniciemos comentando los datos que Gallup nos comparte de una investigación que hizo en donde mediante encuestas telefónicas durante 2022, se realizaron entrevistas con más de 10,000 adultos en Estados Unidos. Encontrándose que el 20.8 por ciento de la Generación Z (nacidos entre 1997 y 2003) se indentifican con la comunidad LGBT+.
Y este dato nos permite inferir que hoy hablar de la comunidad LGBT+ como una minoría es algo inadecuado, ya que representa el 20% de los jóvenes que ya están ingresando al mercado laboral.
Ahora bien, pensemos que esta tendencia sigue a la alza, y que en los próximos 5 o 10 años ya no hablamos del 20 por ciento, sino de un 30-40 por ciento de la población joven.
Estaríamos de frente a un muy amplio sector de la población y nos presentaría nuevos retos desde nuestros liderazgos. Imaginemos que somos esos líderes con prejuicios como el que describimos hace un momento. Y entonces rechazamos trabajar con uno de los mejores talentos disponibles en la ciudad, porque nos parece que es gay.
Eso sería un grave error de liderazgo, porque estaríamos dejando la oportunidad de tener en nuestro equipo a alguien que nos acercaría a lograr los resultados, pero le dejaríamos ir porque nos es muy relevante saber sobre su orientación sexual.
Ahora imaginemos que lo mismo ocurre con las personas trans y no binarias, que pudieran ser el mejor talento disponible para realizar alguna función especifica, pero les rechazamos porque tenemos prejuicios por su identidad de género o su expresión de género.
Cómo podemos ver en todos estos casos estaríamos denotando que somos líderes incompetentes para lograr llevar a nuestras áreas o empresas a un siguiente nivel, porque estaríamos enfocados en todo, menos en lograr resultados.
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El Financiero comenta que si la comunidad LGBT+ fuera un solo país, serían una de las cinco economías más grandes del mundo, teniendo un PIB aproximado de 3.6 billones de dólares, ubicándose solo por debajo de naciones como: Estados Unidos, China, Japón y Alemania.
Entonces, imagina que por prejuicios en tu liderazgo promueves una organización de discriminación y rechazo a la comunidad LGBT+, ¿Estarías dispuesto a dejar de vender tus productos/servicios a uno de los 5 países más poderosos y ricos del mundo?
No sé cual sea tu respuesta personal, pero creo que a nivel empresa el enfoque debe estar igualmente en generar ganancias, y rechazar a un cliente porque no te agrada no se si sea la mejor perspectiva.
¿Qué puedo hacer entonces para dejar de tener prejuicios y buscar ser un mejor líder?
Hoy hablamos de la comunidad LGBT+, pero es importante tengas claridad que esto mismo pasa con la inclusión de mujeres, con las personas con discapacidad, con las personas racializadas, con personas de más de 40 años, y cualquier otra categoría que querramos agregar.
El liderazgo no debería ver estas situaciones, categorías o condiciones, sino enfocarse en lo que las personas nos pueden apoyar a lograr desde su talento y experiencia.
Por ello mi recomendación es trabajar desde la empatía. Sé que muchos pensarán que los valores son algo que se da por hecho en las organizaciones, pero no siempre es del todo cierto.
Sabías que cuando le preguntaron a la antropóloga estadounidense Margaret Mead, ¿cuál consideraba que fue el primer signo de civilización en la humanidad? Ella contesto que la empatía.
Explicó con detalle que ella lo vió cuando encontró un fémur con huellas de fractura que había sanado, explicando que en el reino animal, si te rompías una pierna, era garantía de que morirías.
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Ya que no podías conseguir tu propio alimento, agua o incluso huir del peligro. De forma que ningún animal con una extremidad inferior rota lograba sobrevivir el tiempo suficiente para que el hueso del fémur soldara y sanara.
Por lo que encontrar un fémur sanado, para ella reflejaba que alguien se quedó con la persona enferma, le atendió y le cuido. Indicando que la empatía nos hace darnos cuenta que los otros no nos son desconocidos, que les podemos entender y acompañar, porque solos llegaremos más rápido, pero juntos llegaremos más lejos.
De forma que si hoy como líderes estamos alejados de la empatía, para entender o al menos buscar entender las diferencias que nos enriquecen, estamos apelando a un camino que en definitiva no lleva a la evolución y el progreso, pero si al estancamiento tanto material como de ideas.
Y por tanto a una organización destinada a tener complicaciones a los retos de nuestra actualidad cambiante y dinámica.
¿Tú qué opinas? ¿Es importante romper con los prejuicios para ser mejores lideres?
Te leo en los comentarios.
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Gallup News:
https://news.gallup.com/poll/389792/lgbt-identification-ticks-up.aspx
El Financiero:
La Vanguardia: