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Mitos y verdades sobre factoraje financiero: ¿Cuándo es una opción y cuándo una necesidad?

Nathan Schorr 17 Ene 2023
Mitos y verdades sobre factoraje financiero: ¿Cuándo es una opción y cuándo una necesidad? pixabay-que-es-factoraje-financiero

Prevenir es la mejor solución, por lo general, el factoraje financiero suele ser la mejor opción para aquellas empresas que, como consecuencia de una mala gestión financiera, ven comprometida su cadena productiva.


Normalmente decimos que una empresa tiene liquidez cuando cuenta con la posibilidad de convertir sus activos en dinero en efectivo.

Para las empresas, tener liquidez, es fundamental para asegurar su subsistencia y seguir creciendo, al tener la capacidad de resolver cuestiones que forman parte de la cotidianeidad de cualquier negocio como, por ejemplo, los pagos a proveedores; el pago de impuestos y la inversión en tecnología para optimizar procesos y hacer que la empresa sea cada vez más rentable.

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Una de las opciones para obtener liquidez de manera rápida y segura es el factoraje financiero, o factoring, que consiste en la venta de las facturas y Cuentas por Cobrar (CxC) a instituciones financieras que asumen la responsabilidad por el cobro de las facturas y, a cambio, ofrecen a la empresa solicitante un anticipo en efectivo que le servirá para seguir operando con normalidad.

Si ponemos la palabra “factoraje financiero” en el buscador de internet, encontraremos todo tipo de información que no siempre es la correcta. Por eso, es bueno empezar por el principio y desglosar este término en apariencia tan complejo.

Existen diferentes tipos de factoraje financiero y estos se diferencian según el eslabón de la cadena productiva al que estén dirigidos. Por ejemplo, el factoraje puede estar dirigido a proveedores y, en este caso, se encuentra ligado a operaciones de importación y exportación.

Por otro lado, los tipos de factoraje también dependen de la calidad crediticia del solicitante. En este sentido, podemos identificar el factoraje con recurso, que se aplica cuando una empresa otorga el derecho de cobro de un deudor que no puede afrontar el pago de la deuda.

En este caso, la institución financiera puede reclamar la deuda directamente a la empresa cedente. Por el otro, está el factoraje sin recurso, donde la empresa de factorajes sólo puede reclamar la deuda al deudor y el cedente queda exento de responsabilidades.

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Si bien el factoraje es una gran solución para aquellas empresas que necesiten obtener liquidez de manera rápida y segura, como toda opción, tiene sus ventajas y desventajas y cada negocio deberá evaluar si es conviniente  hacer uso de este recurso, o no, en función de su situación.

Con respecto a las ventajas, sin dudas, el factoraje asegura a las empresas inmediatez en la obtención de liquidez sin comprometer su capacidad crediticia y de deuda.

En este sentido, gracias a esta inyección de liquidez inmediata, la empresa puede continuar con sus actividades operativas y cumplir con sus compromisos adquiridos. Asimismo, la empresa  podrá olvidarse de la tarea que implica cobrar las facturas vencidas, ya que otra institución lo hará por ella.

Con respecto a las desventajas, por lo general, las empresas que recurren al factoraje financiero reciben un monto mucho menor a cambio de sus facturas.

Esto se debe a que las instituciones de factoraje asumen el riesgo por el cobro. Esta situación puede comprometer la solvencia de la empresa en cuestión, ya que, al cobrar menos dinero, puede perder rentabilidad y, en caso de recurrir al factoraje con recurso y no poder cumplir con el compromiso de pago, también corre riesgo de quiebra.

Por último, los requisitos para acceder a un sistema de factoraje son complejos y requieren de muchas averiguaciones para que este proceso sea seguro.

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¿Siempre es necesario recurrir al factoraje financiero?

Prevenir es la mejor solución, por lo general, el factoraje financiero suele ser la mejor opción para aquellas empresas que, como consecuencia de una mala gestión financiera, ven comprometida su cadena productiva.

En otros casos, donde las empresas no tienen comprometida su cadena productiva y/o de pagos, existen otras alternativas menos riesgosas a partir de las cuales podrán obtener liquidez de manera rápida y efectiva.

Hoy existen soluciones digitales, como Flexio, que actualmente dirijo en México, y que permite a las empresas gestionar sus cuentas por cobrar con rapidez y eficacia.

Las empresas pueden cargar sus facturas en una plataforma online que se ocupa de realizar un seguimiento personalizado y automatizado de los deudores, para que puedan pagar sus facturas a tiempo sin recurrir al factoraje financiero.

Además, este tipo de herramientas permiten a las empresas tener visibilidad en tiempo real de su flujo de efectivo, fundamental para que las empresas puedan conservar su salud financiera, tomar decisiones estratégicas a tiempo y evitar comprometer su rentabilidad con alternativas riesgosas.


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Nathan Schorr CEO de Flexio Es un apasionado en crear empresas que resuelvan los mayores problemas de Latinoamérica, ayudando a crear equipos sólidos y motivándolos para que alcancen su máximo potencial. Es un fundador 3x con 1 adquisición (Tizkka, 2018). Cuenta con experiencia en la recaudación de fondos para startups, así como en la gestión de equipos multidisciplinarios, ha lanzado y trabajado en múltiples países de Latam: Brasil, México, Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay.
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