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El poder de la pronunciación correcta de un nombre es más poderosa de lo que crees

Elisa SM Fattoracci y Larissa R. García 12 Jul 2024
El poder de la pronunciación correcta de un nombre es más poderosa de lo que crees Aunque no lo creas, pronunciar un nombre de forma correcta es una de las herramientas más valiosas que hay en el mundo empresarial. (Anastasia/Adobe Stock/MIT SMR México)

La aplicación de enfoques reflexivos al pronunciar un nombre desconocido puede mejorar la inclusión y la pertenencia en el trabajo.


Anne Wojcicki, Indra Nooyi, Ginni Rometty y Oscar Munoz son directores ejecutivos destacados de la lista Fortune 500 que tienen algo más en común: sus la pronunciación de sus nombres a veces es errónea.

No son los únicos: en una encuesta de Namecoach, una empresa que integra pronunciaciones de nombres en audio en línea, el 38 por ciento de los encuestados informó que habían pronunciado mal su nombre en el trabajo.

De manera similar, el 74 por ciento de los colaboradores dijo que había tenido dificultades para pronunciar los nombres de las personas en el trabajo. Esto llevó a algunos a evitar presentar, hablar o llamar a esos colegas.

Aunque pronunciar mal el nombre de un empleado puede parecer inofensivo, tiene un alto costo. la pronunciación correctamente el nombre es una práctica que a menudo se pasa por alto, pero que se puede lograr fácilmente.

Los nombres son fundamentales para nuestra identidad y a menudo nos conectan con nuestra familia, cultura e historia. Las investigaciones sugieren que la pronunciación correcta del nombre promueve la pertenencia y la seguridad psicológica.1 

Nuestros cerebros se activan cuando se usan nuestros nombres, y se ha demostrado que su pronunciación incorrecta induce sentimientos de alienación.2

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¿Qué hacer cuando no estás seguro sobre la pronunciación?

No saber cómo se pronuncia el nombre de alguien puede ser una situación desalentadora y estresante que suele ir acompañada de una sensación de vulnerabilidad. La preocupación de ofender a alguien sin querer o de que te consideren irrespetuoso puede ser una carga muy pesada.

En esos momentos, es fundamental recordar que todos cometemos errores y que la voluntad de aprender y mejorar es lo más importante. Pero es imperativo no dar por sentado el nivel de pronunciación ni dejar en manos de los demás la responsabilidad de corregir nuestros errores. Para reconocer estos desafíos, ofrecemos las siguientes sugerencias.

Diversas interacciones te brindan la oportunidad de aprender la pronunciación de un nombre

Al conocer a alguien, pregúntale cómo se pronuncia su nombre. Incluso cuando la ortografía de un nombre es uniforme, su pronunciación puede variar.

Por ejemplo, Cassandra se puede pronunciar kuh-SAN-druh o kuh-SAHN-druh, y Xavier se puede pronunciar ZAY-vee-er o ex-ZAY-vee-er. Si vas a presentar o conocer a alguien cuyo nombre has leído pero no has dicho en voz alta antes, pregúntale cómo se pronuncia.

Por último, si eres un líder, comunicar la importancia de la pronunciación del nombre es esencial, dado que los líderes marcan el tono para sus grupos.3 El mensaje implícito detrás de asumir la pronunciación de un nombre, o pronunciarlo mal por descuido, puede ser que la otra persona debería asimilar o cambiar su nombre para adaptarse a ti.

Evite los apodos no deseados

Cuando te cueste pronunciar un nombre, no recurras a apodar a la persona sin su permiso. Como líder o gerente, reflexiona sobre el mensaje potencial que podría transmitir a un colaborador y sus colegas.

Cuando las personas sienten que no se esfuerzan por pronunciar bien su nombre, pueden llegar a sentirse ignoradas. Esto, a su vez, puede tener efectos adversos en las interacciones y el desempeño futuros.

Las investigaciones han demostrado que cuando los empleados se sienten vistos, la creatividad y la satisfacción aumentan mientras que las tasas de ausentismo disminuyen.4 

La práctica hace al maestro, más cuando se trata de la pronunciación

Si no estás familiarizado con la pronunciación correcta de un nombre, puede resultar complicado hacerlo bien. En este caso, la práctica puede ser de gran ayuda. Escribe la ortografía fonética del nombre para que te resulte más fácil memorizarlo o utiliza recursos mnemotécnicos para recordarla.

La clave aquí es seguir intentándolo y demostrar respeto haciendo el esfuerzo de hacerlo bien. No es necesario publicitar estos esfuerzos ni utilizarlos como medio de autopromoción.

Reconoce tus errores y mantente abierto a recibir comentarios

Cuando te expreses de forma incorrecta, corrige y discúlpate. Nuevamente, dar ejemplo de este comportamiento fomentará una cultura en la que los colaboradores se sientan cómodos expresando sus inquietudes y brindando comentarios importantes y se sientan bienvenidos y valorados.

Las investigaciones sugieren que los empleados no expresan sugerencias si perciben que tales esfuerzos son inútiles.5 Además, debes alentar a los demás a que lo corrijan y reaccionar positivamente cuando lo hagan.

Da el ejemplo

Cuando aprendas a pronunciar un nombre correctamente, asegúrese de presentar a la persona utilizando la pronunciación correcta para que los demás la imiten.

De manera similar, corrige cualquier error de pronunciación del nombre, ya sea que la persona esté presente o no, para quitarle la responsabilidad. Estas acciones contribuirán en gran medida a establecer una relación de alta calidad con tu colega y a crear una cultura inclusiva.

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¿Qué hace cuando tu nombre es el mal pronunciado?

Para muchas personas, la pronunciación incorrecta de su nombre puede ser un desafío e incómoda, especialmente cuando sucede con frecuencia.6 

Cuando otras personas pronuncian mal tu nombre, puedes sentirte alienado, invalidado o incluso ofensivo. Por un lado, deseas que su nombre se pronuncie correctamente. Por otro, puede empatizar con quienes intentan decir tu nombre, sabiendo que podrían estar preocupados por ofenderlo.

Este es un equilibrio delicado que se debe mantener. Como resultado, las personas con nombres que se pronuncian mal con frecuencia pueden optar por un apodo en su lugar. Considera estas alternativas.

Comparte tu pronunciación

Haz que los recursos de pronunciación de nombres estén ampliamente disponibles. Por ejemplo, considera agregar una ortografía fonética o un enlace a un archivo de audio de la pronunciación de tu nombre en la línea de tu firma.

Corrige a las personas

Corregir la pronunciación de tu nombre es una forma de autodefensa. Este acto puede permitirle crear una representación más inclusiva y precisa de su identidad y permitir que otros hagan lo mismo.

Si bien corregir a los demás, especialmente a los superiores, puede resultar incómodo al principio, es una oportunidad para que aprendan y para que mejore la calidad de la comunicación.

Acepta las preguntas sobre pronunciación

Fomentar las preguntas significa que está dispuesto a entablar un diálogo que no solo ayude a pronunciar correctamente tu nombre, sino que también fomente el respeto mutuo.

Abordar la resistencia

Tratar con personas que pronuncian mal tu nombre deliberadamente puede ser un desafío frustrante. Especialmente cuando se trata de alguien que ocupa un puesto de liderazgo. Es fundamental abordar estas situaciones con paciencia, así que primero procesa tus sentimientos.

Considera a la persona y el contexto en el que se produjo la mala pronunciación para decidir si abordar la situación y cómo hacerlo. Si estás listo, tener una conversación personal puede ser ideal para facilitar un resultado deseable.


SOBRE LOS AUTORES

Elisa SM Fattoracci (eh-LEE-sah fah-toh-raht-chee) es estudiante de doctorado en el programa de Psicología Industrial y Organizacional del Departamento de Ciencias Psicológicas de la Universidad Rice. Larissa R. Garcia (lah-DEE-sah gar-SEE-yuh) es candidata a doctorado en el Departamento de Gestión y Liderazgo de la CT Bauer College of Business de la Universidad de Houston.

REFERENCIAS (6)

1. MC Purnell y J. Hughes, “Practicar la humildad cultural mediante el uso de pasos viables para mejorar la pronunciación y el uso de nombres”, American Journal of Pharmaceutical Education 87, n.º 7 (julio de 2023).

2. DP Carmody y M. Lewis, “Activación cerebral al escuchar el nombre propio y el de otros ”, Brain Research 1116, no. 1 (20 de octubre de 2006): 153-158.

3. R. Dinsdale, “ El papel de los líderes en el desarrollo de una cultura positiva”, BU Journal of Graduate Studies in Education 9, no. 1 (2017): 42-45.

4. SMB Thatcher y LL Greer, “¿Realmente importa si reconoces quién soy? Las implicaciones de la comprensión de la identidad para los individuos en equipos de trabajo”, Journal of Management 34, n.º 1 (febrero de 2008): 5-24.

5. EW Morrison y SL Robinson, “Cuando los empleados se sienten traicionados: un modelo de cómo se desarrolla la violación psicológica del contrato”, The Academy of Management Review 22, no. 1 (enero de 1997): 226-256.

6. R. Kohli y DG Solórzano, “Maestros, ¡por favor aprendan nuestros nombres!: Microagresiones raciales y el aula K-12”, Race Ethnicity and Education 15, no. 4 (2012): 441-462.

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