Los robots no lo son todo, 5 actividades que la IA no puede hacer por ti
Los humanos aún le ganan a la IA en muchas cosas. Por ejemplo, en generar ideas retomando conceptos ya conocidos o crear conexiones emocionales. Conoce qué otras cosas no puede hacer la tecnología por ti en tu oficina.
En la última década, la Inteligencia Artificial (IA) ha revolucionado el entorno laboral, prometiendo eficiencia y automatización en diversas tareas.
Desde asistentes virtuales hasta análisis de datos complejos, la nueva tecnología ha demostrado ser una herramienta poderosa. Sin embargo, a pesar de sus capacidades, no puede reemplazar completamente a los colaboradores humanos en una oficina.
Es cierto, varios colaboradores en todo el mundo temen que la IA los desplace del trabajo. Sin embargo, esta visión futura del mercado laboral está muy lejos de llegar a hacerse realidad.
Según la Universidad de Stanford, los empleos con elementos rutinarios, como en el cumplimiento de normativas o el trabajo administrativo, son aquellos que podrían desaparecer.
Esto significa que, con la irrupción de la nueva tecnología, se podrían crear nuevas tareas y capacidades para los seres humanos, en lugar de marginarlos. El surgimiento de actividades que ensalcen la actividad humana ante la adopción de nuevas herramientas, es una escenario que ha sido comprobado históricamente.
“El aumento de las capacidades humanas, mediante la creación de nuevas tareas y el suministro de mejores herramientas, fue la base del crecimiento salarial después de la Segunda Guerra Mundial”, según la institución.
Los seres humanos aún cuentan con capacidades que la IA no puede igualar. Por ejemplo, carece de la capacidad para entender contextos complejos y matices humanos que influyen en la toma de decisiones.
Esta es una de las razones por las que aún no se puede utilizar esta tecnología para realizar todas las actividades. Pero hay otras más en las que el uso de los algoritmos es completamente inútil.
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¿Qué actividades no puede hacer la IA por ti?
Aunque la IA ha transformado significativamente el entorno laboral, no puede sustituir la complejidad, creatividad y empatía humana. Los colaboradores en una oficina aportan un valor inestimable que la tecnología aún no puede replicar.
La clave está en aprovechar las fortalezas de ambos. Juntando la eficiencia y capacidad de procesamiento de la IA, junto con la creatividad y adaptabilidad humana, se crearán entornos de trabajo más productivos.
1. Toma de decisiones basadas en la creatividad
La creatividad humana no tiene límites definidos y es impulsada por experiencias, intuiciones y conexiones emocionales. Aunque la IA puede generar ideas basadas en datos existentes, no puede replicar la originalidad y la innovación que surgen de la mente humana.
Las decisiones estratégicas y la creación de contenido novedoso siguen siendo dominios en los que los humanos tienen una ventaja significativa.
Dean Burnett, un experto neurocientífico, explicó que las emociones también son piezas claves para la toma de decisiones creativas.
“La emoción que puedas inducir afectará lo bien que se recuerda algo, ya que a nuestro cerebro no le gusta mucho la información abstracta”, explicó.
2. Establecer relaciones con tus compañeros de trabajo
La empatía es una cualidad exclusivamente humana que juega un papel crucial en la resolución de conflictos, la gestión de equipos y la satisfacción del cliente.
Los colaboradores humanos pueden interpretar y responder a las necesidades emocionales de los demás, algo que la IA aún no puede lograr de manera efectiva.
Las interacciones personales y las relaciones construidas a través de la comunicación empática son esenciales en cualquier entorno de trabajo. Por esto, la tecnología no podrá crear nuevos grupos de amigos o generar un ambiente de camaradería.
3. Aprender continuamente y adaptarse a los cambios
Los humanos tienen una capacidad innata para adaptarse a situaciones cambiantes y aprender de experiencias nuevas. En un entorno de trabajo dinámico, donde las prioridades y circunstancias pueden cambiar rápidamente, la capacidad de adaptarse y responder de manera flexible es invaluable.
La IA, por otro lado, se basa en algoritmos predefinidos y puede tener dificultades para adaptarse a situaciones no previstas.
Si sus desarrolladores no tienen el tiempo para cambiar los datos con los que un modelo grande de lenguaje (LLM) es alimentado, no podrá brindar respuestas novedosas.
4. Liderar un proyecto
Parte del éxito en una industria es tener una red y hacer conexiones auténticas. Si bien la IA puede brindar sugerencias puntuales sobre cómo manejar una situación, no puede ser un verdadero mentor ni brindar el apoyo continuo.
La clave de un buen líder es escuchar y comprender a los empleados. Si bien la IA puede brindar consejos para ser un líder eficaz, liderar un equipo de manera reflexiva es una actividad que no puede ser reemplazada por un algoritmo.
El International Institute for Learning (IIL) mencionó que los líderes suelen recurrir a la inteligencia emocional y la empatía para conectar con sus equipos.
“Actualmente, la IA carece de la capacidad de empatía, compasión y motivación. Estos elementos son esenciales para construir relaciones sólidas y fomentar un entorno de trabajo positivo”.
5. Conectar puntos e ideas
Muchas herramientas de IA prometen poder automatizar prácticamente cualquier tarea del lugar de trabajo. Pero la mayoría de los modelos de lenguaje como ChatGPT requieren actualmente una indicación que debe ser escrita de forma prolija.
Por esto, la IA puede ejecutar soluciones para fases individuales del ciclo, pero le cuesta pasar de una a otra. Fundamentalmente, sin una indicación, esta tecnología no tiene necesidad de comenzar un ciclo en primer lugar.
La IA no tiene la capacidad de conectar diferentes conceptos e ideas entre sí. Depende de los humanos para hacerlo.