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¿Necesitas olvidar?

Burcu Kadipinar 06 Oct 2023
¿Necesitas olvidar? Todos hemos pasado por situaciones de mucho de dolor, pero también gozamos de momentos de felicidad. (Auriso/Depositphotos)

El 14 de julio 2023 tuve que dormir a mis dos mascotas que me acompañaron durante 12 años. Tener que entregarlas a las manos de la muerte para liberarlas del dolor no ha sido fácil. Se dice que recordar es vivir, pero recordar con un corazón agradecido, incluso cuando las huellas que nos dejaron sean algo negativo, es vivir en plenitud.


¿Te ha sucedido alguna vez que no has podido sacar un pensamiento de tu mente y has sufrido durante muchas noches pensando en lo que ocurrió y en las oportunidades perdidas, entre ellas las que hubieras deseado aprovechar?

Del mismo modo, ¿recuerdas haber sufrido alguna decepción en general o una ruptura que te marcó para siempre y, aunque siempre quisiste olvidarla y empezar de nuevo, no pudiste? Creo que casi todos pasamos en algún momento de nuestra vida por experiencias similares.

En un mundo en el que la mayoría de nosotros estamos constantemente ocupados y preocupados por nuestro futuro, no cabe duda de que parte de esta preocupación gira en torno a construir un futuro bueno no solo para nosotros, sino también para nuestras familias.

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La mayoría no quiere dejar solo un legado, sino quiere que sea significativo y valioso. Y con este anhelo, trabajamos día a día sin parar, deseando disfrutar de los frutos de nuestro trabajo en un futuro cercano y lejano. Sin embargo, durante el proceso de aprendizaje y trabajo duro, suceden muchas cosas en la vida.

Cada día trabajamos con muchas personas y muy seguido nos encontramos con otras fuera de nuestra rutina laboral, ya sea durante un viaje, una fiesta, una boda o incluso en una reunión privada. Y todos, sin excepción, junto con todo lo que experimentamos, dejan una huella en nosotros, en nuestra mente, al igual que nosotros en ellos.

Tal vez te parece muy fuerte la palabra “huella” y quisieras intercambiarla por “impacto”, pero yo la quiero llamar en este contexto “huella” debido a que estoy convencida de que las acciones verbales, mentales y físicas de las personas tienen el poder de penetrar en nuestra forma ser, ya sea para derrumbar nuestros muros conceptuales y emocionales, o tal vez para destruir nuestros jardines interiores que tanto hemos cuidado.

Se puede afirmar, tristemente que, estas “huellas” con las que nos quedamos y las que dejamos no siempre son de naturaleza positiva y pueden llegar a cambiarnos desde el interior, y para siempre. Hemos de entender que, aunque necesitemos olvidar, estas huellas con las que nos quedamos o aquellas que dejamos no se borrarán, y mucho menos desaparecerán como muchos de nosotros desearíamos. Es más, estarán destinadas a permanecer durante mucho tiempo y para siempre de manera latente en nuestra mente. Esa es la función de una huella.

Diciendo todo eso, me permito señalar que tal vez nos hace falta comprender con claridad que sin importar a dónde vayamos ni con quién estemos, el intento de distanciarnos del problema actual o del pasado, o incluso dejarnos llevar por diversas distracciones, no nos permitirá olvidar algo o a alguien, aunque deseemos y necesitemos hacerlo.

En ocasiones, a pesar de que podría parecer sencillo olvidar aquello que nos molesta, frustra, entristece, decepciona o perturba, considero crucial analizar detenidamente si dejar de pensar en lo que nos ha afectado realmente equivale a olvidar ciertos eventos o cómo estos han influido y nos continúan impactando emocionalmente. En este punto, la neurociencia nos vuelve a ayudar a entender los factores subyacentes que están afectando adversamente nuestro bienestar integral cuando generamos el profundo de deseo de olvidar, sea cual sea la razón.

El Prof. Dr. Martin Korte de la Universidad de Braunschweig, entre muchos otros neurocientíficos, nos acerca a través de sus investigaciones en el campo de la neurociencia a la enorme capacidad de almacenamiento cerebral que tenemos.

Nos explica que a pesar considerarla como una ventaja a nuestro favor, si recordáramos todo lo que en algún momento hemos relacionado con un evento de nuestra vida, no seríamos capaces de actuar. Es decir, nuestro cerebro no almacena todos los detalles de cada experiencia de manera precisa, sino específicamente aquellos que relacionamos con nuestra propia identidad. En términos más claros, conservamos en nuestra mente el impacto emocional del evento. Eso es lo que realmente recordamos y recordaremos por mucho tiempo.

Y estos recuerdos -las huellas- tienen la capacidad innata de reactivarse en circunstancias similares, incluso cuando las observamos desde lejos y tienen el poder de sumergirnos en cuestión de segundos en el mismo estado de sufrimiento, con la misma intensidad de dolor y lágrimas que hemos experimentado alguna vez.

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Dicho de otra manera, el haber tomado distancia de una situación problemática, o tal vez de probables situaciones similares, así como de las personas quienes nos hicieron daño o de las que aparentemente son similares e incluso de un lugar o país especifico, e incluso de absolutamente todo lo que nos pueda hacer sentir el mismo dolor, no es suficiente y nunca lo será para olvidarnos de ellos.

La emoción fuerte que generamos relacionado con un evento crea la memoria para jamás olvidarnos de lo que vivimos y experimentamos en esta vida. Por lo tanto, una persona que sufrió una perdida tal vez no se acordará con el tiempo de muchos detalles sobre esta persona; sus características físicas, tono de voz, su mirada etc., pero si se va a acordar de cómo le había hecho sentir, sea positivo o negativo. Y es muy curioso que la mayoría de las veces nuestro enfoque al recordar está más en lo negativo.

Contemplando lo dicho, si alguien piensa que necesita olvidar lo que pasó o lo que le hicieron, seguirá confundido por mucho más tiempo sin llegar a un estado de plenitud que le permitirá sentirse contento o tal vez feliz. En esta situación, consejos o comentarios como “¡Ya olvídalo!, ¡No seas exagerado! ¡Ya pasó, por qué sigues pensando en esto! ¡Ya vive en el presente! ¡Estás pensando en el/ella porque todavía le quieres/amas! ¡No te aferres al pasado! etc. son muy comunes, pero no ayudan.

Todos hemos pasado por situaciones de mucho de dolor, pero también gozamos de momentos de felicidad. Pensar en ellas es vivirlas una y otra vez. No pensar en ellas, no significa olvidarlas sino olvidarnos de quienes somos y hemos sido. Lo que vivimos, sea bueno a malo, nos ha convertido en la persona que somos. Y para crecer necesitamos acordarnos de la persona que hemos sido y, a su vez, quien hemos decidido ser en esta etapa de nuestra vida.

Entonces la pregunta no es si necesitamos olvidar, sino para qué necesitamos recordar. Si tenemos miedo a recordar ya que tal vez implica sufrir, desearemos olvidar. En este caso, no tener miedo a recordar, y todo lo que implica, es la clave para nuestro bienestar.

El 26 de septiembre 2022 y 10 meses después, el 14 de julio 2023, tuve que dormir a mis dos mascotas que me acompañaron durante 12 años de mi vida en las buenas y las malas con su amor excepcional.

Tener que entregarlas con mis propias manos en las manos de la muerte pensando, en primer lugar, en su bienestar y liberación de dolor no ha sido fácil, aunque necesario y, sin duda, ha dejado una huella muy profunda en mi corazón.

Una huella que solo los que han vivido una experiencia similar la entenderán desde su experiencia. Desde entonces, muchas personas por no aguantar verme sufriendo me han dicho que ya debo de olvidarme de ellos y conseguir nuevas mascotas.

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¿Lo haré? ¿Lo harías? Intentar sustituir algo o alguien que hemos perdido  ¿es una solución? Mi cerebro, tu cerebro, nuestro cerebro ¿es capaz de olvidar a un ser que tanto amamos?

Mi respuesta científica es un NO. No vivimos para olvidar, sino para recordar.

Aunque nuestra necesidad de olvidar sea el resultado de un sufrimiento interno muy personal, en lugar de querer escapar de este estado mental que nos pudiera llegar a quemar desde el interior, podemos lograr aprender a recordar sin tener que sufrir. ¿Cómo lo vamos a hacer?

La respuesta es muy sencilla: Enfocándonos en todo lo bueno que nos ha enseñado o aportado cada ser (incluidas nuestras mascotas) o la situación en sí.

Cambiar nuestro enfoque de lo negativo a la positivo, especialmente en situaciones donde queremos y necesitamos olvidar, reforzará nuestra memoria positiva y nos hará cada vez más fuerte. Pero fuerte no significa que no nos va a doler el recuerdo, sino que ya seremos poco a poco capaces de saber abrazarlo con amor y gratitud.

En este contexto, me siento muy afortunada y agradecida con mis exestudiantes a quienes he guiado y que me han cuidado en su corazón con amor y gratitud durante los últimos 17 años. 

El haber recibido un premio especial llamado Dejando Huella del Tecnológico de Monterrey por lo mismo, me hizo entender una vez más la importancia de recordar lo que nos impactó positivamente en la vida, y que la vida es un conjunto de muchos recuerdos.

Se dice que recordar es vivir, pero recordar con un corazón agradecido, incluso cuando las huellas que nos dejaron sean algo negativo, es vivir en plenitud.

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Foto perfil de Burcu Kadipinar
Burcu Kadipinar Escritora, docente, terapeuta y conferencista Licenciada en Lengua y Literatura Alemana Contemporánea, Germanística, Antropología de las Culturas, y Ciencia de la Comunicación y tiene una maestría en Lengua y Literatura Alemana y especialidad en Neuropsicología. Además de dar entrenamiento mental a los directivos y empresarios, es docente, terapeuta, conferencista y tallerista en temas de neuropsicología, neurociencia y meditación en empresas y instituciones educativas a nivel internacional; asimismo creadora de la App digital de Meditación Happy Mind Center que contiene meditaciones diseñadas con base a neurociencia y psicología positiva la cual está siendo usada en escuelas y empresas para combatir y reducir el estrés laboral y académico. También es autora, coautora y editora de varios libros (en alemán y en otros idiomas). Su último libro Me entiendo, te entiendo (2022) ha sido publicado en español en Amazon.
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