Los tres factores (en lugar de ingredientes) indispensables para la felicidad
El pasado 20 de marzo se celebró el Día Internacional de la Felicidad y hoy te quiero compartir mis reflexiones respecto a este tema que tiene múltiples aristas y tratar de responder a la siguiente pregunta: ¿Cómo saber si realmente soy feliz? La psicología positiva nos da algunas claves.
Durante muchos años creí que la felicidad comenzaba el día que por fin tomara mis propias decisiones: desde elegir qué estudiar y qué tipo de trabajo tendría, hasta que llegara el momento de conocer a alguien con quien casarme y formar una familia amorosa donde todos tuviéramos un final feliz.
Este panorama de la vida no solo lo tuve yo, sino millones de personas a quienes desde pequeños se nos traza un plan lineal qué seguir y el cuál, nos cuentan, es el camino hacia la verdadera felicidad a la que deberíamos aspirar.
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Es muy duro cuando llega el momento de los cuestionamientos: “Tengo la familia que siempre quise pero no me siento feliz”, o “Encontré el trabajo ideal que me permite tener una vida de lujos, pero esto no me es suficiente”.
Y es en este punto crítico donde muchas personas caen en depresión que, según la OMS, se transforma en tristeza, pérdida de interés, sensación de cansancio, falta de motivación y sentimientos de culpabilidad.
¿Qué hubieras pensado si desde adolescente alguien te hubiera contado que ser adulto, con este plan materializado, no te va a garantizar la felicidad eterna?
Es por eso que tener una guía clara sobre qué es la felicidad desde jóvenes podría ayudarnos a comprender mejor las diferentes etapas de nuestras vidas, así como las crisis que conlleva y el significado que podemos darle a estos momentos.
Autoconocimiento y felicidad
Para los filósofos hedonistas la felicidad consistía en la suma de momentos agradables, por esta razón planteaban que la felicidad consistía en una satisfacción inmediata de deseos. Los pensadores estoicos, por su parte, pusieron el énfasis en la evitación del dolor (Peterson, 2006).
En la tradición filosófica influenciada por Sócrates, Platón y Aristóteles, se vinculó a la felicidad con la posesión de las virtudes, de esta forma la felicidad consistía en el desarrollo armónico de una serie de capacidades con las que los seres humanos enfrentan las circunstancias de sus vidas.
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La felicidad es algo que todos podemos reconocer fácilmente, pero que es difícil de definir. Desde la perspectiva de la psicología positiva no existe una definición única, pero casi todas las conceptualizaciones de la felicidad incluyen tres elementos o ingredientes:
- Satisfacción
- Emociones positivas
- Sentido de vida
La satisfacción en la vida, desde esta corriente de psicología, tiene que ver con un proceso cognitivo donde podemos evaluar en una línea del tiempo los siguientes elementos:
- Conocer cuál es nuestro propósito superior
- Reflexionar sobre cómo hemos vivido hasta ahora
- Verbalizar nuestras heridas emocionales y las crisis más fuertes que hemos pasado
- Reconocer nuestros principales vínculos afectivos y cómo los nutrimos.
Ahora bien, también es importante identificar el tipo de emociones que experimentamos a través de nuestras vivencias y reconocer si tendemos más a vivir con alegría, plenitud, gozo, serenidad, paz y amor o si vivimos en estados frecuentes de ira, tristeza, miedo, ansiedad o desesperación.
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Balance afectivo y modelo PERMA
De acuerdo con un estudio realizado por los expertos Godoy-Izquierdo, Débora Godoy, Juan F. Martínez y López-Torrecillas, de la Universidad de Granada, “el Balance Afectivo se refiere a las respuestas emocionales de la persona cuando hace juicios valorativos sobre su vida, y es el resultado de la consideración de las emociones tanto positivas como negativas experimentadas a lo largo de un período de tiempo determinado”.
El Balance Afectivo, junto con la Satisfacción Vital es uno de los componentes del Bienestar Subjetivo (BS), conocido también como felicidad en términos coloquiales.
Es por ello que saber identificar la satisfacción personal en diferentes esferas concretas de nuestra vida, a partir de los juicios y percepciones que tenemos de estas experiencias, nos ayuda a encontrar un balance afectivo que nos lleva a conectar con lo que verdaderamente le da sentido a nuestra vida y conectar con las experiencias que nos llevan al camino del autoconocimiento y agradecimiento.
De ahí se define el concepto de bienestar integral como la revelación propia de cómo podemos bien vivir nuestro día a día a través de las relaciones que nutrimos en cada área de nuestras vidas, así como nuestra disposición para crear experiencias óptimas y de crecimiento.
La psicóloga Sonja Lyubomirsky, profesora adjunta de Psicología de la Universidad de California, formuló una Escala de Felicidad General para medir el nivel de felicidad entre las personas adultas.
Para puntuar el test, suma el total de las respuestas a las preguntas y divide entre 8, te sorprenderá saber el resultado.
Para Martin Seligman el estudio de la felicidad y el bienestar, es el foco de la investigación científica de la psicología positiva, con un enfoque cognitivo y emocional, sostiene que las personas tienen la posibilidad de encontrar (en medio de sus problemas) un camino de salida, con sus propios recursos; este camino los conduce hacia un campo de gratificación a largo plazo y satisfacción utilizando sus fortalezas y virtudes, para encontrar el sentido de su vida.
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Este destacado psicólogo y escritor estadounidense estableció el modelo PERMA que está basado en cinco pilares:
1. Emociones positivas
Se trata de generar experiencias que te lleven a un estado de bienestar y alegría de acuerdo con tus intereses y vivencias.
2. Compromiso
Consiste en encontrar la motivación interna necesaria para lograr tus metas, así como tu capacidad de comprometerte en el cuidado de otras personas a las que amas.
3. Relaciones positivas
Se basa en tu capacidad de construir vínculos sanos cuya máxima sea el diálogo y el entendimiento para lograr impulso e inspiración mutuas.
4. Significado
Se trata de conectar con el sentido, significado y propósito de tu vida a través de las diferentes herramientas y caminos de autoconocimiento.
5. Logros
Se fundamenta en el crecimiento y desarrollo de tus capacidades, habilidades, y fortalezas como ser humano para alcanzar tus metas y sueños.
Este modelo es una buena guía para orientar tu vida hacia el bienestar y la felicidad, no obstante, si en algún momento te sientes en frustración o ansiedad, recuerda realizar una pausa y responder a las siguientes preguntas:
¿Qué crees que sí funciona en tu vida?
¿Qué te da satisfacción y genera más emociones positivas que y te hace sentir que tu vida vale la pena?
Verás que las respuestas que afloran desde tu subconsciente son una guía para despejarte, encontrar claridad y reconocer todo lo bueno que hay en tu vida.