Cuando una persona gasta más de lo que gana es sinónimo de que puede padecer dismorfia monetaria. Descubre las características de este nuevo trastorno y cómo combatirlo de manera sencilla.
La generación Z y los millennials están obsesionados con la idea de ser ricos, y eso podría estar provocando dismorfia monetaria. Un informe de la empresa CreditKarma revela que quienes padecen este nuevo trastorno tienden a gastar más dinero del que ganan.
Ese fenómeno apareció a finales de 2023 cuando surgió una nueva tendencia en internet: la gente empezó a cuestionarse su situación financiera. Así fue como los internautas comenzaron a sentirse inseguros sobre su situación financiera, sin importar la realidad de su situación.
Se calcula que en la actualidad el el 29 por ciento de los estadounidenses padece dismorfia monetaria. Sin embargo, se sospecha que el número de personas afectadas crecerá. La principal razón es que la tendencia con la que dio inicio en las redes sigue creciendo y tiene un impacto negativo en las finanzas de las personas.
La dismorfia financiera se define como tener una visión distorsionada de las finanzas de una persona que podría llevarla a tomar malas decisiones, desde comprar cosas innecesarias hasta suscribirse a servicios que no pueden pagar.
Este problema fue mucho más pronunciado entre las generaciones más jóvenes. El 43 por ciento de la generación Z y el 41 por ciento de los millennials afirmaron que padecen este mal.
En contraste, únicamente el 25 por ciento de la generación X y solo el 14 por ciento de los boomers se sienten identificados con el término.
“De aquellos que experimentan dismorfia financiera, el 82 por ciento dice que se sienten retrasados en sus finanzas. Esto se compara con el 29 por ciento de los encuestados que no luchan con la misma inseguridad financiera”, según el reporte.
Además, el 37 por ciento de los encuestados que padecen dismorfia monetaria informaron tener más de 10 mil dólares en ahorros y el 23 por ciento de ellos tienen más de 30 mil dólares en el banco.
Eso está muy por encima de la cantidad media de ahorros de los estadounidenses, que ronda los cinco mil 300. Según el estudio, el 52 por ciento de los estadounidenses sin dismorfia monetaria tienen más de 10 mil dólares en ahorros.
Courtney Alev, defensora financiera del consumidor en Credit Karma, comentó que la distorsión que sufren las personas con este malestar, puede impedir que tomen medidas para alcanzar sus metas financieras.
“La dismorfia financiera es algo así como la versión actual de la estrategia de no quedarse atrás de los demás”.
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De acuerdo con Alev, la dismorfia financiera puede ser superada. La especialista brindó algunas estrategias para poder hacerlo y así, cuidar la situación financiera de quien la padece.
Un análisis honesto proporciona una imagen clara de tus ingresos, gastos, deudas y ahorros actuales. Esto es esencial para entender cuánto dinero realmente se tiene disponible para ahorrar.
Tener metas específicas y alcanzables motiva a las personas seguir adelante. La sensación de progreso al alcanzar pequeñas metas a lo largo del camino es un impulso para a continuar ahorrando para lograr objetivos más grandes.
Un plan de gastos te da una imagen clara de cuánto dinero entra y sale cada mes. Esta visibilidad es crucial para identificar en dónde se pueden ajustar ciertos gastos.
Muchos gastos pasan desapercibidos o parecen insignificantes cuando se realizan. Al prestar atención a todos ellos, se pueden identificar y eliminar aquellos que no son esenciales.
“Si tu objetivo es aumentar sus ahorros, comienza por hacer una auditoría de sus finanzas para ver en qué parte de su presupuesto puede hacer espacio para los ahorros”.