La naturaleza de la tecnología blockchain ha permitido a sus usuarias mantenerse alejadas de las prácticas machistas, sin embargo, aún tienen retos que deben vencer.
Imagina este escenario: Es un claro ejemplo de lo distante que es el mercado tradicional de uno descentralizado que va de la mano con la tecnología blockchain.
Isabel y Héctor jugaban a ser piratas. En su imaginación, los niños de 7 años tenían una misión: tomar un cofre de una torre custodiada por un monstruo. Ambos arrancaron su cometido y se adentraron en un misterioso tobogán. Después de media hora de lucha, Isabel salió victoriosa. Su valentía hizo posible que rescatara el tesoro lleno de chocolates. Pero Héctor, furioso con el resultado gritó algo que marcaría la vida de su prima:
Sororidad laboral: Cómo impulsar y apoyar a otras mujeres para alcanzar sus metas
“Tú no puedes ser pirata, ¡eres princesa! Por eso tú no puedes ganar”, gritó el niño. Esa sentencia que le sirvió a Héctor para achicar el logro de Isabel, fue la primera de muchas a las que se enfrentó la chica en su entorno laboral.
Frases igual de cortas y letales han sido compañeras constantes de varias mujeres profesionistas a lo largo de su trayectoria. Rosemarie Dávila, co-leading de Mujeres en Cripto (MEC), un espacio en la red dedicado a la difusión de la tecnología blockchain, así lo recuerda. Ella, antes de fundar su amado proyecto en donde produce acciones de inclusión para mujeres en el mundo criptográfico, fue especialista en finanzas. Sí, otra vida que también la marcó.
“El mundo de las finanzas es muy competitivo y si no eres hombre tienes que esforzarte lo doble para poder sobresalir. En ese entorno no se nos permite no conocer algo. Nosotras tenemos que ser perfectas para tener las mismas oportunidades que los chicos”, explica.
La presión que Rosemarie sintió en su momento y que miles de mujeres sienten no es cuestión de imaginación. De acuerdo con el estudio de 2022 “Women Matter Reporte 2022” de McKinsey por cada 100 hombres que son ascendidos, únicamente 87 mujeres suben de puesto. Y por si fuera poco, dos mujeres en puesto de liderazgo renuncian por cada una que logra ser una ejecutiva nivel C.
Sin embargo, la experta en cripto tuvo el valor de cambiar de rumbo y 14 años después de embarcarse en el tren de las finanzas centralizadas viró el timón y decidió apostar por otra industria. Una, cuya filosofía es completamente opuesta a la de su trabajo y vida anterior, la de la tecnología blockchain. Un camino que le permitió alejarse de ciertas prácticas machistas y que le ofrecieron un escenario nuevo en el que construye día a día proyectos innovadores y genera actos de sororidad.
Blockchain, la diferencia entre tener futuro en el mercado o no
¿Recuerdas que es un punk? Si viene a tu mente la imagen de una persona vestida con una chamarra de cuero y peinados de distintos colores no estás errado. Incluso, debes de saber que esa representación es un arquetipo que sirve para expresar la esencia de su movimiento. Uno que rechaza lo establecido.
Ese mismo principio regula la vida de los cyberpunks, personas que rechazan los mercados y normas impuestas por los diversos sistemas financieros. Ellos no soportan la idea de que un ente regulador vigile sus movimientos bancarios. Por ello crearon la filosofía encargada de modelar el movimiento que hoy reina el imperio Bitcoin o Ethereum: la lucha contra el status quo.
Ese principio es el que ha permitido a todos los jugadores del mercado cripto generar nuevos avances a la par sin importar su género. Y es el mismo que ha comenzado a generar lazos comunitarios entre ellos, por ejemplo, la sororidad, misma que es el elemento insignia del proyecto de Dávila.
La líder de Mujeres en Cripto sostiene que el ambiente que separa a aquellos participantes de la comunidad generadora de NFTs, criptomonedas y otras creaciones basadas en la tecnología blockchain se encuentra lejano a las ataduras de los sistemas convencionales.
“A las personas no les importa quién eres, sino lo que haces. Esa es la razón por la que no importa si eres hombre o mujer”, agrega.
Subrepresentación de mujeres en puestos clave, una tarea pendiente para las empresas
Si bien en el mundo descentralizado no existen actualmente ataduras que arrastren a las mujeres debajo del techo de cristal, el mundo exterior sí las tiene y eso pega directamente al desarrollo del ecosistema blockchain. Eso lo reconoce Almudena de la Mata, fundadora y CEO de Blockchain Intelligence, quien lleva cerca de 10 años inmersa en el mundo de la tecnología descentralizada.
Ella, al igual que Rossmarie creó su propio proyecto para generar conocimiento y crear nuevas comunidades en la red. Ya que su organización es el primer centro especializado en blockchain, criptoactivos, web 3.0 y metaverso.
Para la experta, la sociedad digital lo es todo. Esa es la razón por la que en su proyecto ha tratado de cubrir casi todas las aristas que existen en la tecnología de cadena de bloques (que no es poco). Su vida se desarrolla entre talleres de digitalización de mercados financieros, mentorías, proyectos verdes de tokenización, la legislación de nuevos entornos digitales y sus hijos.
“Yo he tomado el futuro en mis manos, es por ello que he creado mi proyecto. Hasta este momento es cuando me doy cuenta de lo privilegiada que he sido: nunca nadie me ha puesto un alto por mi género”, afirma.
Pero aunque diga eso, para ella ciertamente existen limitaciones, algunas que lamentablemente quedan fuera del ambiente cripto pero que atacan a la generación de nuevas tecnologías blockchain. Una de ellas es la distancia que ponen las mujeres para comenzar una carrera científica o enfocada a la ingeniería.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) del total de profesionales dedicados al desarrollo de ciencia y tecnología sólo el 35% es mujer. Así es como la realidad le pega un puñetazo al mundo utópico, aunque ese no es el único frente del que las mujeres se deben cuidar.
El eterno debate del blockchain: innovación disruptiva o sostenible
“Las mujeres no se animan a participar en este ecosistema a pesar de que lo pueden hacer desde varias aristas, no necesitan saber forzosamente cómo programar una máquina. Cada una de nosotras puede hacer lo que tenga en las manos para generar un mejor entorno. Pero muchas creen que no pueden”, explicó la directora de Blockchain Intelligence.
Ambas expertas coinciden en ese punto: para generar un espacio nutrido, se necesitan de todos los talentos. Y en un espacio tan democrático como lo es la web 3.0, lo mejor que podrían hacer las chicas sería comenzar a participar cada vez más. Desde su trinchera. Algunas desde la escritura, otras desde la comunicación, otras desde el marketing, ¡manos siempre faltan!
Tanto Almudena como Rossmarie decidieron ser guías de más personas y recuerdan proyectos que sus alumnos han generado gracias al conocimiento que tomaron de su comunidad. Pero como buenas maestras que son, han detectado algunas fallas que se repiten constantemente entre sus alumnas:
¡Creen que no tienen la capacidad para adentrarse en un mundo tan complicado!
La creadora de MEC recuerda muy bien el primer brunch al que asistió con algunas mujeres, todas ellas interesadas en adentrarse en el mundo de la industria cripto.
“Estábamos muy emocionadas por iniciar esa nueva etapa, aunque muchas de nosotras no conocíamos todos los conceptos que están detrás del blockchain. Así arrancó MEC, una comunidad en la que todas nos construimos y generamos nuevos conocimientos”, agregó.
A partir de ese momento, Mujeres en Cripto tomó vida y a través de su comunidad, le dio el valor a sus integrantes para adentrarse en un ambiente lleno de términos complejos. Así todas se animaron a preguntar más y más para profesionalizarse y emprender sus propios proyectos.
Almudena, si bien no generó un espacio enteramente para mujeres, sostiene que mantener una visión con equidad de género es importante en todas las esferas. Sin embargo, ella desea que se siga generando un ambiente entre la comunidad blockchain donde las personas sean vistas como humanos y no se definan por un sexo.
“Ver talento y no género, ese es el objetivo que la energía democratizadora que la industria cripto le entregó al mundo”, dice.
En un mundo donde las mujeres lamentablemente siguen perdiendo las batallas en los planos laborales convencionales, adoptar un poco el enfoque cyberpunk no le haría mal a nadie. Quizá, con un poco más de esa visión, Héctor nunca hubiera lastimado a Isabel y ambos podrían ser piratas, o princesas, dependiendo de lo que ellos quieran y no de lo que la sociedad les imponga (con todo y sus límites).