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¿Qué son los OKR y cómo remodelan la forma en la que trabajan los equipos?

Al utilizar objetivos y resultados clave, las organizaciones pueden alinear con precisión las metas a nivel individual y de equipo con objetivos más amplios.

Benjamin Laker 25 Abr 2024

En una era marcada por rápidos avances tecnológicos y un cambio dinámico en las culturas laborales, la capacidad de los equipos para alcanzar metas se ha vuelto más crítica que nunca. Por eso nacieron los objetivos OKR.

Esta evolución refleja una comprensión más profunda de la importancia del esfuerzo colectivo y una visión compartida para lograr el éxito.

Establecer objetivos medioambientales ambiciosos pero realistas (Parte I)

La diferencia con los métodos tradicionales y los objetivos OKR

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Con los métodos tradicionales de establecimiento de metas, como la estrategia de metas SMART (específicas, mensurables, alcanzables, relevantes y con plazos determinados), los miembros del equipo establecen objetivos basados ​​en la intuición.

Estos métodos, que se basan en prácticas establecidas y experiencia individual, tienen sus ventajas. Pero pueden carecer del dinamismo y la energía colaborativa necesarios en el acelerado entorno actual.

Por otro lado, con el enfoque de objetivos y resultados clave (OKR), la ambición se une a la precisión. Aquí, los equipos establecen objetivos claros y mensurables alineados con las metas organizacionales. Esto fomenta una cultura de responsabilidad y esfuerzo colectivo.

La importancia del método OKR

El enfoque OKR, que obtuvo su aclamación inicial en el mundo de la tecnología, es ahora una piedra angular en varias industrias. Esto debido a su potente sinergia de aspiraciones individuales y de equipo con objetivos organizacionales más amplios.

Los OKR destacan por su enfoque en definir objetivos claros, medibles y alcanzables. Permiten a los equipos no sólo visualizar el éxito sino también trazar un camino práctico para lograrlo.

Mediante el establecimiento de resultados específicos y la adopción de revisiones periódicas del progreso, los OKR fomentan una cultura de responsabilidad.

Esta metodología se adapta particularmente bien a las demandas del acelerado entorno empresarial actual, donde la agilidad y la alineación precisa de los objetivos son determinantes críticos del éxito.

¿Cómo desarrollar este nuevo método?

El proceso de elaboración de OKR comienza con el establecimiento de objetivos:

  • Metas significativas, orientadas a la acción e inspiradoras que están estratégicamente alineadas con la visión de la organización.
  • Posteriormente, estos objetivos se combinan con resultados clave: resultados específicos y mensurables que se utilizan para rastrear
  • Los resultados clave deben ser cuantificables y ambiciosos pero alcanzables y deben tener un impacto directo en el éxito del objetivo

Por ejemplo, si un objetivo organizacional es mejorar la satisfacción del cliente, los resultados clave podrían incluir objetivos como reducir los tiempos de respuesta en un 30 por ciento y lograr una tasa de retroalimentación positiva del 90 por ciento.

Los objetivos a nivel de equipo u organización generalmente se establecen primero.

Estas metas generales luego guían la formulación de objetivos individuales y resultados clave. Esto asegura que estén en armonía con los objetivos más amplios de la organización.

Esta alineación vincula las contribuciones individuales al éxito colectivo en una dirección unificada, fomentando un enfoque transparente, y colaborativo.

Establecer objetivos medioambientales ambiciosos pero realistas (Parte II)

La importancia de distinguir lo OKR

Es crucial distinguir los OKR a nivel de equipo del establecimiento de objetivos organizacionales. A nivel de equipo, el proceso comienza estableciendo de manera colaborativa objetivos inspiradores que respalden las metas de una organización.

Por ejemplo, el equipo de experiencia del usuario de una empresa de tecnología podría tener como objetivo “mejorar la interfaz de nuestro producto principal para revolucionar la experiencia del usuario”.

Para cada objetivo del equipo, es fundamental identificar de dos a cinco resultados clave que estén diseñados para ser específicos, mensurables y con plazos.

Estos resultados clave sirven como hitos tangibles para monitorear el progreso.

Un resultado clave apropiado a nivel de equipo podría ser “aumentar la participación de los usuarios en un 30 por ciento durante el próximo trimestre“.

Este enfoque delinea un camino preciso para los esfuerzos concertados del equipo. Estos son distintos de los objetivos organizacionales más amplios, que podrían abarcar un alcance más amplio y plazos más largos.

¿Cuál es la siguiente fase?

La siguiente fase es alinear los objetivos individuales y del equipo para garantizar que los esfuerzos de cada miembro contribuyan a los objetivos. Esto implica integrar los objetivos y aspiraciones de cada persona con los OKR del equipo.

Por ejemplo, alinear la pasión de un miembro del equipo por el diseño con el objetivo más amplio de mejorar la experiencia del usuario garantiza que los esfuerzos individuales estén profundamente integrados con los objetivos del equipo.

Esta alineación fomenta un poderoso sentido de unidad y propósito compartido. Además asegura que todos trabajen hacia los mismos objetivos finales de manera cohesiva y coordinada.

Las etapas finales para diseñar un método OKR

Las etapas finales implican implementar ciclos regulares de revisión y adaptación. También se debe de cultivar una cultura de transparencia y mejora continua.

Las evaluaciones periódicas, realizadas quincenalmente o mensualmente, son cruciales para seguir el progreso y abordar los desafíos.

Estas revisiones no sólo deben medir los resultados clave, sino también evaluar la relevancia continua de los objetivos. Esto permitirá los ajustes necesarios en respuesta a nuevos conocimientos o condiciones cambiantes del mercado.

Además, fomentar un entorno de comunicación abierta sobre el progreso, los desafíos y las ideas fomenta una cultura de aprendizaje y crecimiento. Cada ciclo de revisión es una oportunidad para celebrar los éxitos, analizar los reveses y perfeccionar las estrategias de establecimiento de objetivos.

Este enfoque garantiza que el equipo evolucione, se adapte y mejore continuamente. Suele mantener el ritmo del entorno empresarial dinámico y fomentando el crecimiento y la adaptación continuos.

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Define tu camino

Los OKR ofrecen un enfoque más estructurado y adaptativo que el establecimiento de objetivos tradicional. Requieren un cambio de mentalidad.

Si bien su implementación inicialmente puede resultar difícil, los OKR podrían conducir a una mayor alineación dentro de los equipos y a resultados más significativos.

Aprovecha el poder del esfuerzo colectivo y la alineación estratégica con los OKR, un enfoque colaborativo y dinámico para lograr el éxito. Su uso dará forma no sólo a la forma en que los equipos establecen objetivos, sino también a cómo se adaptan y aceptan los desafíos y oportunidades de un panorama empresarial en rápida evolución en el futuro.


SOBRE EL AUTOR

Benjamin Laker (@drbenlaker) es profesor de liderazgo en la Henley Business School de la Universidad de Reading.