Martin Luther King es recordado como uno de los líderes transformacionales más importantes de la historia. Estas son algunas lecciones que el mundo puede aprenderle.
Martin Luther King tuvo la osadía de querer transformar a la sociedad estadounidense a mediados del siglo XX,.
En esa época en la que era normal tomar acciones contra las personas afroamericanas en ese país.
En 1963, el activista y pastor de la iglesia baptista estremeció a toda su nación enunciando el discurso, “Yo tengo un sueño“.
Sus palabras se dieron en el marco de la aprobación de la Ley de los Derechos Civiles en 1964.
Lo novedoso de ese conjunto de normas fue que por primera vez en la historia de Estados Unidos, se prohibió cualquier acto de discriminación hacia personas de distintas etnias, religiones, culturas, etc.
“Yo tengo el sueño de que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel sino por el contenido de su carácter. ¡Yo tengo un sueño hoy!”
Ese líder afroamericano fue un líder transformador quien buscaba cambiar radicalmente las reglas que lo rodeaban para que sus seguidores pudieran vivir en paz, sin importarle que esto causara su asesinato en 1968 a manos del racista ex-convicto, James Earl Ray.
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El pastor originario de Atlanta recorrió más de 9.5 millones de kilómetros atravesando todo Estados Unidos para dar alrededor de 2 mil 500 discursos en los que empoderaba al pueblo afroamericano.
Los grandes líderes en muy pocas ocasiones inician con su proyecto sin ensuciarse las manos y desde una oficina, al contrario, en las etapas iniciales de su empresa tendrá el deber de tener contacto directo con proveedores, clientes y con su fuerza laboral.
El discurso “Yo tengo un sueño” de Martin Luther King, es hasta el día de hoy, uno de los más famosos en la historia. Esto es debido a que las personas que lo escuchan sienten una gran inspiración gracias al uso de la comunicación afectiva.
Aunque sería ideal que todos los líderes fueran tan diestros en la oratoria como lo fue el activista afroamericano, muchos de ellos no lo son. Ante ello, pueden trabajar en los mensajes que proyectan al mundo. Esto con el objetivo de estimular a su fuerza laboral y mantener una imagen segura.
El deseo que tuvo Martin Luther King por cambiar el pensamiento de la sociedad estadounidense en la década de los 60 fue tan grande que instaba a sus seguidores a siempre buscar una transformación. Una de sus frases más famosas fue:
“Si no puedes volar, entonces corre. Si no puedes correr, entonces camina. Si no puedes caminar, gatea, pero hagas lo que hagas, no te detengas”.
Por lo tanto, él estaba convencido que el motor que hacía que el mundo se desarrollara era el constante movimiento. Sin importar que tu sueño parezca cosa de otro mundo, apuesta por él. Y si en un momento su desarrollo se detiene, no dudes en cambiar el método o la dirección de tu proyecto.