Ignacio López Tarso, primer actor y ganador de un Ariel, dejó un legado de resiliencia y diversificación que los líderes pueden aprenderle.
Ignacio López Tarso fue uno de los actores insignia de México, Mundialmente conocido por interpretar a Macario, un hombre de raíces indígenas que conoció a Dios, el diablo y la muerte.
A lo largo de su vida se convirtió en una fuente de inspiración para numerosas personas que decidieron seguir la carrera actoral, ya que era la viva imagen de un hombre que tenía la capacidad de personificar los personajes más sutiles, así como los dramáticos.
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En sus más de 60 años de trayectoria artística, Ignacio López Tarso cosechó cerca de 12 nominaciones a premios gracias a sus actuaciones. Sin embargo, el intérprete ganó 6 premios de ellos entre los que destacan el Ariel de Oro por su trayectoria fílmica y distintos reconocimientos por ser el mejor primer actor.
Su amplia experiencia lo convirtió en el mejor personaje para brindarle consejos a los líderes actuales, mismos que podrían aplicar toda su vida para mejorar sus proyectos y carreras profesionales.
A pesar de que el actor originario de la Ciudad de México siempre tuvo interés en formar parte del mundo actoral, su familia, al ser de escasos recursos, no tuvo la oportunidad de llevarlo a clases para desarrollar su talento.
Ignacio López Tarso en lugar de bajar la guardia decidió conseguir un trabajo en el cual pudiera acercarse a la industria a la que deseaba pertenecer. Esa fue la razón por la que desde muy joven comenzó a trabajar como asistente de producción.
Algunos líderes apasionados se han encontrado con obstáculos similares y si tú aún no lo has hecho es un buen momento para que aprendas la lección de resiliencia y flexibilidad que el primer actor mostró en esa etapa de su vida.
Además de su carrera en el cine, Ignacio López Tarso también se destacó por llevar una carrera exitosa en el teatro. En 1977, fundó su propia compañía teatral, la cual ha presentado numerosas obras a lo largo de los años. Además de que fue reconocido por su participación en telenovelas y programas de televisión.
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La pasión por la actuación del intérprete lo llevó a diversificar su mercado. Actualmente existen actores que solamente se dedican a aparecer en la pantalla chica o grande. Sin embargo, él decidió no encasillarse en eso y hasta fundó su propia compañía.
Así como él, muchos directores o emprendedores deben de ser visionarios y generar sus propias fuentes de trabajo y diseñar formas para atraer fondos y que su marca o compañía se siga desarrollando. Quedarte estancado o estancada no es una opción.
Ignacio López Tarso siempre se mantuvo cerca de los reflectores y de su público a quien amó. Esto le permitió ser mucho más reconocido, sin importar la generación del público que lo conoció.
Ya sea en programas de espectáculo o telenovelas (eso sí, cuidando siempre su vida personal), Ignacio López Tarso siempre fue visto en distintas pantallas. Lo que le recuerda a las y los líderes la importancia tanto de tener contacto con los medios y hacerse de buena publicidad.