Con estos videojuegos, las familias pueden disfrutar de un verano lleno de diversión, aprendizaje y conexión, incluso sin salir de casa. Además, los más pequeños desarrollarán competencias que les serán útiles en su vida diaria.
Las vacaciones de verano son el momento perfecto para que las familias se reconecten y pasen tiempo juntas. Sin embargo, no siempre es posible salir de viaje.
En estos casos, los videojuegos pueden ser una excelente alternativa para mantener a los niños entretenidos y, al mismo tiempo, fortalecer los lazos familiares.
Lejos de ser una actividad solitaria, esta distracción puede convertirse en una experiencia compartida que fomente la cooperación, la creatividad y la diversión.
Estudios recientes han demostrado que los videojuegos pueden tener beneficios significativos para el desarrollo cognitivo y emocional de los niños cuando se juegan en un entorno familiar.
Según un informe de la Asociación Americana de Psicología (APA), este entretenimiento puede mejorar habilidades como la resolución de problemas y la capacidad de trabajo en equipo.
Además, compartir tiempo de juego con los hijos permite a los padres conocer mejor sus intereses y entender mejor el mundo digital en el que ellos se desenvuelven.
Este tipo de actividades conjuntas también puede ser una oportunidad para enseñar valores como la paciencia, la cooperación y el manejo de la frustración durante el verano, ya que muchos videojuegos requieren de estas habilidades para progresar.
Cuando se utilizan de manera adecuada y en un entorno controlado, los videojuegos pueden ser herramientas educativas muy poderosas.
Por ejemplo, la Dra. Cheryl Olson, en su libro “Grand Theft Childhood”, señala que estos juegos pueden ayudar a los niños a desarrollar habilidades cognitivas y sociales esenciales.
Estas incluyen el pensamiento crítico, la toma de decisiones rápidas y la capacidad de trabajar en equipo. Asimismo, pueden ser una fuente de motivación para aprender.
Juegos educativos como Minecraft: Education Edition han demostrado ser efectivos en la enseñanza de materias como matemáticas, historia y ciencias.
Según un estudio publicado en el Journal of Computer Assisted Learning, los niños que utilizan videojuegos educativos en el aula tienden a mostrar un mayor interés por los temas y una mejor retención de la información.
De igual forma pueden servir como un medio para la expresión creativa y la personalización de personajes ayuda a desarrollar la imaginación y habilidades artísticas.
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A continuación, te presentamos seis videojuegos que son ideales para disfrutar en familia durante este verano.
Este juego permite construir y explorar mundos infinitos hechos de bloques. Es ideal para estimular la creatividad de los niños, ya que pueden construir cualquier cosa que imaginen, desde simples casas hasta complejas ciudades.
Además, al jugar en modo multijugador, los padres pueden colaborar con sus hijos en la construcción de proyectos, lo que fomenta la cooperación y el trabajo en equipo.
Un estudio de la Universidad de Iowa muestra que jugar Minecraft puede mejorar las habilidades espaciales y la capacidad de resolución de problemas en los niños.
Con controles sencillos y personajes familiares, este juego es perfecto para partidas rápidas y emocionantes durante el verano y cualquier fecha del año.
Jugar Mario Kart juntos no solo es divertido, también puede enseñar a los niños sobre la importancia de la estrategia y la toma de decisiones.
Al respecto, la Universidad de Rochester, refiere que los videojuegos de acción como Mario Kart pueden mejorar la atención y la velocidad de procesamiento visual de los niños.
Para aquellos papás que quieran enseñarle a sus niños sobre la importancia de la comunicación y la coordinación, esta es su mejor opción.
Investigadores de la Universidad de Glasgow destacan que los videojuegos cooperativos pueden mejorar la capacidad de trabajo en equipo y crear empatía en los jugadores.
Al jugar en equipo, los padres pueden ayudar a sus hijos a desarrollar habilidades como la gestión del tiempo y la resolución de problemas bajo presión.
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Al jugar juntos durante el verano, los padres pueden guiar a sus hijos en la toma de decisiones y en la gestión de recursos, de acuerdo con la Universidad de Iowa.
Por ello, los juegos de simulación como Animal Crossing pueden mejorar las habilidades de planificación y organización en los niños.
Jugar Rocket League juntos puede enseñar a los niños sobre la importancia de la práctica y la perseverancia, ya que el juego requiere habilidades y estrategias que se desarrollan con el tiempo.
En este sentido, la Universidad de Rochester asegura que los videojuegos competitivos pueden mejorar la coordinación y la capacidad de respuesta en los niños.
Este videojuego es uno de los más clásicos para niños y grandes. Invita a los jugadores a seguir coreografías al ritmo de música popular.
Es ideal para mantener a los niños activos y entretenidos mientras se divierten en familia durante el verano.
Jugar Just Dance juntos no solo es una excelente forma de ejercicio, sino que también puede mejorar la coordinación y el sentido del ritmo de los niños.