El 45% de las pymes fracasaron por la falta de liquidez, sin embargo, el emprendimiento corporativo ofrece una alternativa para atrae inversionistas.
La falta de financiamiento ha provocado que el 45% de los proyectos de los emprendedores fracase, según la Asociación de Emprendedores de México (ASEM).
Una alternativa para sortear estos obstáculos es apostar al emprendimiento corporativo, una práctica que hacen algunas organizaciones al invertir sus fondos en startups.
Generalmente, este tipo de financiamientos son llevados a cabo por grandes organizaciones que buscan coadyuvar a la generación de servicios o productos innovadores.
Oportunidades de financiamiento para la MiPyMEs con American Express
El emprendimiento corporativo resulta beneficioso para las empresas inversionistas y para las organizaciones que reciben los fondos.
Por un lado, el emprendimiento recibe fondos para desarrollar sus productos, contratar fuerza laboral, etc; mientras que la organización que brinda el capital diversifica su portafolio de servicios.
Actualmente existen diversas estrategias de emprendimiento corporativo.
Una parte fundamental antes de iniciar cualquier negocio es reconocer las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas del producto o servicio que propone.
Aunado a esto, las startups interesadas en adherirse a este modelo de negocio deben de establecer objetivos cuantificables y definir sus equipos de trabajo.
Aunque no lo parezca, un ambiente laboral favorable siempre será de gran ayuda para implementar este tipo de financiamiento.
Esto debido a que los colaboradores deberán sentirse cómodos al desarrollar sus propias ideas.
Al promover esta estrategia, el área de recursos humanos deberá garantizar a su fuerza laboral tolerancia y libertad para la investigación y toma de decisiones.
Además, será necesario que en toda la organización se difundan valores que consagren a la exploración, experimentación y creación de ideas como las tareas más importantes.
En muchas ocasiones los líderes de las pymes le dan mayor peso a los activos tangibles: la maquinaria, los edificios o elementos físicos que sean necesarios para que la organización funcione.
Sin embargo, es necesario que los encargados de dirigir esas pequeñas corporaciones recuerden que su activo de mayor valor es el capital intelectual.
Debido a que está conformado por los colaboradores, capital relacional y el capital de innovación.
El capital intelectual es el resultado de la creatividad de la fuerza laboral de la empresa que busca financiamiento y ante los inversionistas es la moneda de cambio perfecta para asegurar el financiamiento.
Es necesario que las pymes busquen corporaciones que se dediquen a desarrollar productos o servicios de su mismo ramo.
Por ejemplo, una organización transnacional dedicada a la fabricación de medicamentos es poco probable que invierta su capital en una empresa pequeña que diseña muebles para mascotas.
Después de analizar todo el panorama de las corporaciones ya existentes, el líder también deberá de definir una estrategia clara para presentar su propuesta y gestionarla.