Un solo contagio puede frenar la operación de toda una oficina. Los casos de sarampión aumentan en México y muchas empresas no están listas para proteger a su equipo. Un experto comparte cómo actuar a tiempo.
Un brote de sarampión en espacios laborales puede parecer improbable, pero es una realidad que ya comienza a impactar en algunas empresas.
Aunque esta enfermedad suele asociarse con la infancia, su reaparición en adultos no vacunados representa un riesgo serio para la salud organizacional.
El Dr. Rodrigo Hiroshi González Luna explica que el sarampión es altamente contagioso y puede propagarse rápidamente en oficinas cerradas, afectando equipos completos en cuestión de días.
Sin embargo, la buena noticia es que existen medidas claras y respaldadas por datos para evitar una mayor crisis.
“El sarampión es una enfermedad prevenible con vacunación, pero es potencialmente mortal. No existe una cura sobre esta infección”, explica en entrevista el alergólogo e inmunólogo.
¿Dónde conseguir la vacuna contra el sarampión ante la alerta de casos?
El avance del virus en México
Hasta el 31 de julio de 2025, la Secretaría de Salud tenía contabilizados más de 3 mil 800 casos confirmados de sarampión, una cifra que genera preocupación en espacios laborales cerrados o con alto tránsito de personas.
Aunque muchos lo perciben como un problema del pasado, el virus ha vuelto y pone especialmente en riesgo a la población más joven, de acuerdo con autoridades sanitarias.
La mayor tasa de incidencia se concentra en niñas y niños menores de cinco años, con 8.44 casos por cada 100 mil habitantes.
Les siguen los adultos jóvenes, particularmente quienes tienen entre 25 y 34 años, con tasas de 4.92 y 4.11 casos, respectivamente.
Pero lo que más preocupa al especialista consultado no es solo el número de casos, sino la ausencia de estrategias claras en entornos laborales.
“Los adultos también deben contar con un esquema de vacunación, pero no existe una campaña que informe que deben estar protegidos contra ciertas enfermedades”, advierte el Dr. Hiroshi.
¿Cómo un solo caso de sarampión puede afectar la productividad y la salud pública dentro de una empresa?
Eliminar el sarampión se mantiene como un desafío pendiente en América Latina, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Sin embargo, hay un detalle crucial que el alergólogo e inmunólogo enfatiza:
“Hay que considerar que el sarampión puede afectar a cualquier persona; no solo a niños. Los esquemas de vacunación están desactualizados”.
La Secretaría de Salud recuerda que la vacunación sigue siendo la mejor defensa contra esta enfermedad.
En México, el esquema de vacunación contempla dos dosis: la primera a los 12 meses y la segunda a los 18 meses. Para quienes nacieron antes de 2022, la segunda dosis se aplica a los seis años.
Los centros de salud en todo el país disponen de la vacuna triple viral (SRP), que protege contra sarampión, rubéola y paperas, destinada a niñas y niños entre uno y nueve años. Para adolescentes de 10 a 19 años, está disponible la vacuna doble viral (SR), que cubre sarampión y rubéola.
Es importante mencionar que estas vacunas se aplican únicamente a quienes están en esos rangos de edad y requieren iniciar o completar su esquema de inmunización.
Por ello, el monitoreo de síntomas y protocolos de respuesta temprana son claves para prevenir contagios y proteger a los colaboradores en las organizaciones.
Además, contar con una política de salud organizacional actualizada ya no es opcional.

¿Qué responsabilidad ética tienen los empleadores si permiten que una persona con síntomas de sarampión entre a la oficina?
Cualquier persona, sin importar la edad, puede ser considerada un caso sospechoso si presenta fiebre acompañada de exantema en la piel.
Lo que preocupa hoy a los especialistas es que una enfermedad que estuvo cerca de erradicarse vuelva a propagarse con más facilidad.
El Dr. González Luna advierte que más allá del impacto sanitario en las empresas, las consecuencias operativas pueden ser significativas.
Ya que puede ir desde un aumento de ausencias, interrupción de procesos clave, caída en la productividad, hasta un daño a la reputación interna y externa de la compañía.
“El sarampión estuvo en una etapa de erradicación y lo preocupante es que ahora tengamos una mayor propagación“, destaca el experto.
Los síntomas pueden incluir tos, congestión nasal, ojos enrojecidos o ganglios inflamados en el cuello, detrás de las orejas o en la nuca.
Con señales tan claras, la responsabilidad ética recae directamente en las empresas, sobre todo en la detección oportuna de posibles contagios dentro de los espacios de trabajo.
“Si el empleador obliga a un trabajador a ir con este virus, puede obtener implicaciones éticas y legales, ya que pueden exponer a los demás y en especial a aquellos colaboradores que tienen hijos. Por lo regular las empresas desconocen si existe un esquema de vacunación completo”, señala Hiroshi.
La prevención es clave. De hecho, la Organización Panamericana de la Salud destaca que, desde 1977, los países han pasado de incluir seis vacunas en sus esquemas nacionales a un promedio de más de 16.
Esto ha representado un avance importante en la protección colectiva, aunque aún hay una brecha de información, especialmente entre adultos.
“Primero, es muy importante mencionar que los adultos también tienen esquema de vacunación y un adulto debe estar vacunado contra ciertas enfermedades”, subraya el especialista.
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¿Las campañas de vacunación en oficinas deberían formar parte del bienestar corporativo?
Plantear una estrategia de vacunación masiva dentro de las empresas puede parecer una medida ambiciosa, asegura González Luna.
Y es que, en muchos casos, la protección adquirida durante la infancia y la adolescencia, a través de esquemas de vacunación completos, ofrece una inmunidad sólida en la edad adulta.
Sin embargo, el especialista aclara que hay excepciones importantes. “Salvo casos muy particulares, como personas con inmunodeficiencias o enfermedades crónicas descompensadas, podría haber un mayor impacto en su salud. En estos casos, sí deben tomarse medidas y cuidados específicos”.
A pesar del aumento en los casos de sarampión en México, el Dr. Rodrigo Hiroshi González Luna hace un llamado a mantener la calma y actuar con responsabilidad, y hace un recordatorio importante.
“La vacunación sigue siendo la mejor defensa contra el sarampión, tanto en casa como en la oficina. No se trata de una pandemia ni de una epidemia, pero sí de un riesgo que no debemos subestimar”.
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Staff Fue parte del equipo de MIT SMR México de mayo a agosto de 2025.y recibe contenido exclusivo


