Ya no basta con publicar vacantes, hay que construir el deseo de pertenecer, y en ese desafío, las relaciones públicas bien pensadas y auténticamente ejecutadas pueden ser la diferencia entre atraer a cualquiera o atraer a quien realmente necesita tu empresa.
A lo largo de los años, al acompañar a marcas en sus esfuerzos de posicionamiento, he aprendido que nada tiene tanto impacto como una historia bien contada.
Y no hablo de historias espectaculares, sino de aquellas narrativas que nacen desde lo humano y lo auténtico, lo que es coherente entre lo que una marca dice y lo que realmente hace.
Ese tipo de historias no solo inspiran confianza en el mercado, también son una herramienta en las estrategias de employer branding, ya que despiertan en las personas el deseo de pertenecer y formar parte de esa historia.
Hoy en día, atraer al talento adecuado se ha convertido en uno de los mayores desafíos para las organizaciones.
En México, 7 de cada 10 empleadores enfrentan dificultades para encontrar los perfiles que necesitan, de acuerdo con ManpowerGroup.
Esta escasez de talento impacta en la productividad y obliga a las empresas a replantear cómo se posicionan ante los profesionales que evalúan dónde y con quién quieren trabajar.
¿Cómo atraer talento a una empresa? Según datos de Cision + DemandGen, las compañías que implementan acciones de RP tienen un 89 por ciento más de probabilidades de proyectar una imagen con alto valor reputacional.
Este factor que influye en la percepción que el talento tiene sobre una organización como lugar para desarrollarse profesionalmente.
Por eso considero que, en una realidad donde atraer al talento es casi tan desafiante como ganar nuevos clientes, las RP y en particular las estrategias de employer branding, representan un motor de atracción que activa ese “deseo de pertenecer”.
Employer branding, ¿qué relación tiene con las empresas más exitosas?
El magnetismo de marca que conquista al talento
Es importante considerar que no se trata de que las empresas estén saliendo a “cazar talento” con campañas forzadas.
Aquí lo interesante es que, cuando las marcas comunican desde la autenticidad, con un propósito visible, con narrativas que ponen al ser humano en el centro, comunicando valores claros y un tono que no pretende convencer, sino conectar, el talento llega solo. O mejor dicho, se siente naturalmente atraído.
A eso le llamamos brand magnetism, una atracción auténtica y honesta que no se fabrica con anuncios pagados, sino que se cultiva con coherencia, empatía y verdad.
Ese magnetismo no se compra; se gana. Forma parte de lo que llamamos earned attention, una atención que no se impone por repetición, sino que se conquista a través de contenidos, acciones y mensajes que realmente hacen eco en las personas.
A la luz de lo anterior, las relaciones públicas dejan de ser solo una estrategia de visibilidad externa para convertirse en estrategias de employer branding, orientadas a la atracción de talento.
Una forma de comunicar que, de manera orgánica, proyecta quién es la empresa por dentro, qué la mueve, cómo trata a su gente, y por qué vale la pena sumarse a su causa.
No se trata de “reclutar” en el sentido tradicional, sino de inspirar. De construir un relato tan coherente y humano, que quien lo escuche no solo lo admire, sino que piense:
“Yo quiero ser parte de eso”.
Cuando las historias inspiran, el talento llega solo
Las empresas con una estrategia de RP bien pensada logran que sus productos o servicios se vean deseables, pero además, consiguen que su cultura organizacional también lo sea.
Esto no sucede por accidente, es el resultado de alinear la comunicación con los valores reales de la marca, de trabajar con transparencia, de visibilizar historias internas y de dar voz a colaboradores reales.
Es poner en práctica una visión que entiende que cada vocero interno, cada acción responsable, cada historia auténtica compartida por un colaborador, es una oportunidad de atraer a alguien más que esté buscando exactamente eso: una marca en la que crea, una cultura que admire y una historia en la que quiera participar.
Las marcas con propósito visible —ese propósito que se manifiesta en cada acción, en cada campaña, en cada decisión— generan una reputación que vende e inspira.
Y cuando eso ocurre, el área de atracción de talento deja de remar sola, porque las relaciones públicas están haciendo su trabajo, es decir, construir un relato que cuida la imagen de la organización y genera pertenencia antes de que haya siquiera una oferta laboral.
Sabemos que, en el entorno empresarial, el talento calificado es cada vez más escaso, móvil y más exigente que nunca, de manera que el magnetismo de marca puede ser una ventaja competitiva real.
Y es que ya no basta con publicar vacantes, hay que construir el deseo de pertenecer; y en ese desafío, las relaciones públicas bien pensadas y auténticamente ejecutadas pueden ser la diferencia entre atraer a cualquiera o atraer a quien realmente necesita tu empresa.
Hoy, comunicar bien implica proteger la reputación, pero también impulsar el crecimiento desde el interior, atrayendo personas que se sienten llamadas por algo más que un salario.
Porque las marcas que inspiran con propósito, coherencia y sentido humano, no solo venden más, también contratan mejor.
3 prácticas para integrar el employer branding a tu empresa
Te recomendamosHéctor M. Meza Curiel
Director General de InfoSol Profesional del marketing, Director General de InfoSol y experto en estrategias de posicionamiento para marcas B2B y B2C. Fue Vicepresidente de Ventas en IBM y Presidente de Motorola México, Centroamérica y Caribe. Héctor es apasionado de las Relaciones Públicas, la innovación y la reinvención.y recibe contenido exclusivo


