La estética como enemigo: El acoso a los cuerpos de las atletas olímpicas
La violencia de género es una constante en la actualidad, incluso en espacios que surgieron para ser equitativos como el deporte. (Especial/MIT SMR México)
Aunque las mujeres deportistas ganen medallas y reciban honores, para muchos, su apariencia física sigue siendo lo único que merece análisis, eclipsando sus logros como verdaderas heroínas. Es tiempo de cambiar el discurso.
Alta, rubia, delgada, ojos azules y con una amplia sonrisa. En el imaginario social esta es la descripción de la mujer perfecta. Sin embargo, en los Juegos Olímpicos las deportistas con cuerpos no normativos han desafiado el estándar.
Soraya Jiménez, Prisca Awiti Alcaraz, Imane Khelif y Alexa Moreno comparten algo en común: todas han enfrentado críticas y acoso por su aspecto físico. Para fortuna de ellas, su talento excepcional en el deporte ha silenciado esas voces.
En París 2024 no hay tiempo para rendirse. La resiliencia y determinación de las participantes se demuestran a cada segundo. Así fue como Prisca Awiti Alcaraz consiguió la medalla de plata en la máxima gesta veraniega.
Su nombre pasará a la historia en el mundo del deporte por ser la primera judoca mexicana en subir al podio en esta disciplina.
Lastimosamente su gran victoria fue eclipsada por haters que no dudaron en poner en duda, incluso, su identidad de género.
Así, en un segundo, los años de esfuerzo y dedicación de la deportista se vieron opacados por internautas que, en lugar de aplaudir su histórico logro, cuestionaron el molde estético que deben de seguir las mujeres.
Para Hilda Eugenia Rodríguez Loredo, profesora de la Facultad de Economía de la UNAM, esta respuesta de los fanáticos del deporte no es admisible, pero la normalización de este discurso se ha construido a partir de la presencia de los hombres en el espacio público.
“Esto ha llevado a que cualquier cuerpo que no se ajuste al ideal patriarcal sea cuestionado. ¿Cómo es posible que una mujer no tenga senos, caderas o un buen trasero?”, comenta.
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El infierno de la corporalidad en el deporte
El deporte es un ámbito en donde la condición física y la corporalidad lo son todo. El desarrollo de los músculos y la fortaleza, unos gramos más o menos son la diferencia entre convertirse en una leyenda o ser un atleta amateur.
Un estudio de la Universidad de Sheffield demostró el estrés que vive cada deportista. Por ejemplo, las presiones sociales de los entrenadores para conseguir un físico determinado pueden fomentar las preocupaciones sobre la imagen corporal.
Sin embargo, en las mujeres, esta guerra trae consigo distintos frentes ¿Cómo intentar ser una deportista de grado de excelencia cuando la sociedad te pide cumplir con los cánones de belleza occidentales?
Muchas niñas y adolescentes han logrado vislumbrar este gran “problema” que hay detrás de practicar un deporte.
Por lo tanto, en países como Estados Unidos, deciden alejarse de este ámbito, según el estudio ¿Importa la satisfacción corporal? Asociaciones longitudinales de cinco años entre la satisfacción corporal y los comportamientos de salud en adolescentes.
Al respecto, Claudia Pedraza Buccio, investigadora de la Universidad La Salle, y especialista en temas de género y comunicación, opina que el deporte vive una dicotomía.
Por un lado, las deportistas están obligadas a desarrollar cuerpos ágiles y fuertes, por el otro, no deben de olvidarse de la feminidad.
“Esto provoca que, cuando una mujer practica un deporte que no sigue ciertas normas de feminidad, sea juzgada por cuánto se desvía de esa normativa de género”, agrega la experta en temas deportivos.
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Hilda Eugenia Rodríguez destaca que cuestionar la identidad de las mujeres tomando en cuenta únicamente cómo se ven y eliminando de facto todos sus logros es la viva muestra de la persistencia del patriarcado.
Esta carrera por preservar una visión estética heteronormativa ha cobrado sus víctimas. En agosto de 2023, Jill Scott, exjugadora de futbol británica, habló sobre los problemas con la imagen corporal durante su carrera.
Explicó que trató desesperadamente de ganar peso después de haber sido criticada por ser demasiado delgada. Ahora pide que se ponga fin a la discriminación corporal en el deporte.
Al parecer, las mujeres no tienen el mismo derecho que los hombres de ser campeonas olímpicas. Y esto lo demuestra la audiencia que, hambrienta por criticar cualquier error, sentencian a las atletas por tener un aspecto fuera de lo “femenino”.
Claudia Pedraza explica que a lo largo de los Juegos Olímpicos se ha visto una tendencia: cuando una atleta es destacada, surge el cuestionamiento sobre su belleza. Esto para contrarrestar sus logros.
“Si Prisca hubiera quedado en el lugar 16, el cuestionamiento no se activaría. Se activa cuando las mujeres destacan porque para la afición, parece que sus logros no son suficientes”.
¿Ser o no ser? Las mujeres deportistas tienen que calcular bien sus fichas para agradar a su afición, para demostrar los valores de su nación y seguir siendo competentes.
El Comité Olímpico Internacional (COI) supo de este y otros maltratos de los que son blanco los atletas de todo el mundo, sin importar su identidad.
Por esto, puso en marcha una herramienta impulsada por la Inteligencia Artificial (IA) que supervisa sus redes sociales en tiempo real para abordar eficazmente los mensajes abusivos.
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Las nuevas generaciones resienten las burlas que genera la estética de sus ídolos
Si bien, los daños psicológicos que pueden sufrir las deportistas son incalculables, las niñas y adolescentes de todo el mundo también resienten esas críticas.
De acuerdo con Women in Sport (WIS), más de un millón de adolescentes que alguna vez se consideraron deportistas abandonan esta pasión después de terminar la escuela primaria.
El miedo a sentirse juzgadas por los demás y la falta de confianza fueron algunas de las razones esgrimidas para no querer participar en actividades atléticas.
Stephanie Hilborne, directora ejecutiva de WIS, dijo que se debe acabar con el mito de que las adolescentes abandonan el deporte porque sus prioridades cambian.
“Nuestra investigación ha descubierto que el 59 por ciento de las adolescentes que solían ser deportistas fracasan debido a los estereotipos que se les aplican desde la primera infancia”.
La doble exigencia que viven las mujeres en el deporte
La experta en deporte y género de la Universidad La Salle comenta que actualmente, todas aquellas niñas, adolescentes que están practicando deporte viven en una constante doble exigencia.
“Finalmente, lo que se fomenta es la idea de que no basta con ser buena en el deporte; además, se espera que las mujeres sean bellas, atractivas y atléticas”, expone Claudia Pedraza Buccio.
Quizá los comentarios que criticaron la femineidad de Prisca Awiti no llegaron a sus ojos, pero sí a miles de niñas y jóvenes que con prácticas similares dejan atrás la idea de que practicar deporte no es por gusto, sino que, además, se tienen que cumplir con otra serie de requisitos heteronormativos.
Así es como en cada comentario que pone en duda el peso de una deportista o si es femenina o no, mueren miles de sueños de niñas que sueñan con disfrutar haciendo deporte, coinciden las expertas.
Desde la perspectiva de Hilda Eugenia Rodríguez Loredo, la tarea en materia de deporte es lograr que las niñas y los niños dejen de pensar que una imagen es lo más importante. Aprender a valorar a los deportistas en todos los sentidos, es la clave para erradicar los discursos de odio.
“Las valoraciones patriarcales siguen siendo muy fuertes. Aún escuchamos a mujeres decir que no quieren practicar natación por miedo a desarrollar una espalda ancha. Es necesario dejar de valorar un cuerpo según características femeninas o masculinas”.
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