Invasión rusa, el próximo golpe a la industria de semiconductores
Una menor probabilidad de encontrar materias primas para fabricar chips debería impulsar a sus fabricantes a invertir en estrategias de abastecimiento alternas.
La invasión de Rusia a Ucrania es el próximo golpe para la industria de los semiconductores, la cual ya enfrentaba un desafío significativo por la pandemia de COVID-19 y su insuficiente incapacidad para satisfacer la creciente demanda.
Esta última amenaza para la producción de semiconductores puede ser la más importante hasta el momento, ya que los daños colaterales incluyen a una variedad de sectores de fabricación; como lo son industrias de la tecnología, la automotriz, la electrónica y la de los electrodomésticos.
La raíz del problema es que Ucrania es el principal productor de gas neón, el cual es necesario para operar los rayos láseres usados en la fase de litografía, la cual es básicamente el corazón de la fabricación de los semiconductores o chips.
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Sin ese gas neón, la producción de chips sufre una interrupción abrupta. Los Estados Unidos históricamente han obtenido casi el 90% del neón semiconductor de Ucrania, que también ha proporcionado alrededor del 70% del suministro mundial.
Ucrania también es el más importante proveedor de gases de xenón y de kriptón, cuyo uso es crítico para fabricar los circuitos electrónicos.
La concentración estratégica de estos gases esenciales en Ucrania fue un accidente en la industria mundial de la manufactura. El gas neón es un subproducto de la producción de acero, específicamente de las fábricas metalúrgicas más antiguas que hoy en día se encuentran principalmente en el este de Ucrania.
La antigua Unión Soviética (que incluía la actual Ucrania) tenía muchas de estas grandes fábricas de acero, que estaban equipadas con equipos de separación de aire para capturar gases de desecho raros, incluidos neón, criptón y xenón, para su uso en armas láser experimentales de alta potencia, misiles y satélites.
Después de la disolución de la URSS en 1991, estas antiguas instalaciones de acero fueron reemplazadas en gran parte por una nueva infraestructura que no tenía tecnología de recolección de gas (porque la economía no lo respalda).
Sin embargo, Ucrania siguió operando su industria metalúrgica con las fábricas de antaño, por lo que se convirtió en el proveedor dominante de esos gases que resultaron vitales para la industria de semiconductores.
Las consecuencias económicas de la invasión rusa
Preparándonos ante la escasez
La agresión de Rusia en Ucrania también ha expuesto otros puntos vulnerables relacionados a la industria de los semiconductores, más allá incluso que la falta de estos gases.
En la actualidad, Rusia posee el 40% del mercado del paladio, el 15% del titanio, el 12% del platino y el 10% del cobre, los cuales son insumos vitales para productos de alta tecnología (como convertidores catalíticos, motores de turbina, baterías de iones y placas de circuitos, además son cruciales para procesos de chapado en la fabricación de chips).
Sin embargo, las sanciones impuestas por el G7 y otras naciones, alimentadas por la condena mundial a la invasión de Ucrania, hacen de Rusia una fuente dudosa de tales suministros en el futuro previsible.
¿Qué tan pronto y qué tan fuerte podrían afectar las nuevas interrupciones en el suministro de neón a la industria de los semiconductores? La oferta existente debería continuar amortiguando el impacto en el corto plazo.
Los grandes jugadores, como ASML, GlobalFoundries, Intel, Micron y TSMC, han fortalecido sus reservas del neón y de otros gases importantes, ya que aprendieron de la interrupción en las cadenas de suministro e las que fueron víctimas debido a la pandemia por COVID-19.
A pesar de la generación de este tipo de planes, los analistas de la industria dudan que la mayoría de los demás fabricantes de chips estén igualmente prevenidos. Por lo cual, creen que las grandes empresas aprovecharán su poder adquisitivo para ser los primeros en obtener más suministro y, presumiblemente, habrán reunido mayores y diversas fuentes para abastecerse.
Todos los signos apuntan a que la crisis que amenaza estos suministros se prolongará en un periodo de 3 a 6 meses. Nadie tiene certeza de cuánto tiempo podría durar el conflicto entre Rusia y Ucrania, cuánto daño causará, o cuánto tiempo estarán vigentes las sanciones económicas interpuestas, lo que se sabe es que hasta este momento la situación tiene un panorama sombrío.
Sin una solución inmediata a la vista, las grandes reservas de neón y los demás materiales seguirán disminuyendo. Deberíamos prepararnos para más escasez de suministro y más inflación a medida que las cadenas de suministro busquen el equilibrio.
Emprender e innovar en tiempos de crisis
Estrategias de mitigación
¿Se podría aumentar el suministro de gases críticos para la fabricación de chips? Sí, con esfuerzo y bajo costo. Como consecuencia de la invasión rusa a Crimea en 2014, algunos fabricantes de acero estadounidenses adaptaron los sistemas de aire para capturar neon. (En ese momento la crisis potencial en el suministro de chips no recibió la suficiente atención porque las principales fuentes de neón están fuera de Crimea).
Linde, una compañía mundial de gas, construyó un sitio de producción de neón en Texas. China y Corea del Sur en ese momento también intensificaron la búsqueda de mecanismos para fabricar neón.
Una respuesta similar hoy en día supondría acelerar la instalación de tecnología para recolectar gases en las fábricas metalúrgicas, esto quizá a través de empresas conjuntas que se dediquen a la fundición de semiconductores, empresas de litografía y productoras de acero.
Aunque eso llevaría tiempo, pero considerando los acontecimientos actuales y la respuesta del mundo, es urgente comenzar desde ahora.
Otra opción es el reciclado del neón; las empresas que ofrecen tecnologías para el reciclado apuntan que logran recolectar hasta un 90%.
Esta opción también es más amigable con la producción de gases de efecto invernadero que la recolección de gases en fábricas. Sin embargo, no muchos fabricantes de chips han instalado unidades de recolección, ya que el costo del gas se consideraba demasiado bajo para justificar la inversión.
Un último detalle respecto a la última opción es que los fabricantes que elijan reciclar neón deberán cerrar sus líneas de producción de semiconductores mientras se instala el equipo necesario, lo que ralentizará la producción en un mundo hambriento de chips.
Es debido a la importancia que tienen los chips para toda las industrias que las empresas deben de evaluar de inmediato el riesgo que corren en múltiples niveles debido a esta deficiencia en el suministro.
Las empresas líderes ya se están comunicando activamente con sus bases de suministro para comprender su propio estado de riesgo (y presionan a los proveedores a que hagan lo mismo) creando activamente un inventario y calificando a los proveedores alternativos.
En lugar de análisis avanzados y plataformas de inteligencia artificial, una excelente comunicación es la mejor herramienta para completar rápidamente una evaluación de riesgos exhaustiva en toda la cadena de suministro.
Los últimos dos años han demostrado que hay una gran recompenza para las empresas con visión a futuro que buscan, descubren y evitan activamente las trampas que están dispersas a lo largo de la cadena de suministro global.
Para las muchas industrias que dependen de los semiconductores, este último capítulo de tensión en el suministro hace que la planificación sea una necesidad absoluta. Empresas como Tesla y General Motors se han distinguido durante estos tiempos llenos de adversidad al solidificar de manera proactiva sus suministros de materias primas.
En última instancia, estas empresas entienden que nada importa más que la entrega confiable del producto. Aquellas organizaciones que inviertan en el pensamiento progresista y la planificación de escenarios, incluso para las materias primas más básicas, obtendrán las mayores recompensas frente a los riesgos más altos.
ACERCA DEL AUTOR
Per K. Hong (@per_hong) es socio de Kearney desde hace mucho tiempo y miembro central de la práctica de operaciones estratégicas de la empresa. Erik Peterson es socio de Kearney y director gerente del Consejo de Política Comercial Global de la empresa. Bharat Kapoor (@bharatkapoorchi) es socio y líder mundial en Kearney. Drew DeLong (@drewtdelong) es consultor en Kearney.