4 consejos para impulsar el consumo sustentable y cuidar al medio ambiente
Los consumidores responsables, antes de obtener un producto, piensan dos veces las repercusiones ambientales que hay detrás de sus compras.
El consumo sustentable se refiere a la adquisición y uso de bienes y servicios de manera que tenga un impacto mínimo o positivo en el medio ambiente, la sociedad y la economía a lo largo del tiempo.
Se busca equilibrar las necesidades actuales con la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas. Este enfoque tiene como objetivo reducir los impactos negativos del consumo en los recursos naturales y en las comunidades, al tiempo que promueve prácticas que son socialmente justas y económicamente viables.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), las personas deben cambiar la forma en la que comprar algunos productos y servicios como respuesta ante la degradación ambiental que está poniendo en peligro a la naturaleza.
“Realizar compras informadas también ayuda. Al comprar de fuentes locales y sostenibles, puede marcar la diferencia y ejercer presión sobre las empresas para que adopten prácticas sostenibles”.
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Consejos para ejercer el consumo sustentable
Esta práctica de consumo busca minimizar el uso de recursos naturales, como agua, energía, materias primas y tierra, durante la producción, distribución y uso de bienes y servicios.
Además, fomenta la reducción, reutilización y reciclaje de productos para minimizar la generación de residuos y disminuir la presión sobre los vertederos. Para unirse a esta tendencia, los compradores deben tomar en cuenta los siguientes consejos según la organización Green America.
1. Reducir el número de productos que se consumen
Parte del desafío que enfrenta la industria es el gran volumen de recursos que necesita para sostener el apetito de los consumidores. Incluso las alternativas ecológicas siguen requiriendo energía y recursos no renovables para su producción.
Por ejemplo, en el mundo de la moda, hasta que la industria de la moda sea capaz de producir ropa en una economía circular, no habrá forma de que los consumidores compren para alcanzar la sostenibilidad.
“Ninguna iniciativa de sostenibilidad o prácticas laborales justas pueden contrarrestar los recursos necesarios para producir grandes volúmenes de ropa en tiempos de entrega cada vez más rápidos”.
2. Comprar artículos de segunda mano en pro del consumo sustentable
Si bien las tiendas de segunda mano y las tiendas benéficas siguen siendo opciones para que las personas compren productos de segunda mano con un presupuesto limitado, ahora también existen nuevas formas de hacerlo.
Empresas como ThredUp, una tienda de segunda mano en línea, están cambiando la percepción de los consumidores sobre cómo son las compras de segunda mano. Otras iniciativas, como Too good to go, buscan hacer que las personas compren comida que pudo haberse desechado en perfectas condiciones.
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3. Exigir cambios empresariales
Las empresas realmente se preocupan por lo que quiere el mercado. La indignación de los compradores por el colapso del Rana Plaza llevó a empresas y sindicatos a formar el Acuerdo de Bangladesh y la Alianza de Bangladesh.
El desinterés de los consumidores por los productos elaborados con pieles ha llevado a las empresas de lujo a empezar a distanciarse de los artículos elaborados con pieles de animales y a adoptar políticas de bienestar animal más estrictas.
4. Investigar el origen de los materiales de los productos
Conocer el origen de los materiales permite evaluar el impacto ambiental asociado con la extracción, producción y transporte de esos materiales. Al optar por productos hechos de forma sustentable, se contribuye a la conservación de recursos naturales y se reduce la presión sobre el medio ambiente.
Al valorar y exigir productos con materiales de origen sostenible, los consumidores ejercen presión sobre las empresas para adoptar prácticas más responsables. Esto contribuye a incentivar la adopción de procesos más ecológicos y éticos en la producción.