Las criptomonedas surgieron como un sistema financiero alterno, sin embargo, la regulación de su mercado puede generar estabilidad y ganar la confianza de millones de personas, o al menos ese es el propósito que persigue la Casa Blanca.
Estados Unidos avanza en su batalla por acabar con la utopía de las criptomonedas. Durante años estos activos virtuales han operado en el mundo underground, pero desde la Casa Blanca se ha comenzado a impulsar un marco regulatorio, el cual, además de establecer reglas de operación, reforzaría la posición de la economía más poderosa del mundo en el sector cripto.
Estos activos digitales trajeron consigo la oportunidad de que las personas crearan sus propios microsistemas económicos que, por su naturaleza, no necesitan intermediarios o regulaciones. Esto, sin lugar a dudas, encendió las alertas de algunos gobiernos, principalmente el del presidente Joe Biden.
A mediados de septiembre, Washington publicó el primer marco regulatorio para el desarrollo responsable de las criptomonedas en Estados Unidos. En el documento se establecen lineamientos que buscan proteger a los consumidores, los inversionistas, las empresas, la estabilidad financiera, la seguridad nacional y el medio ambiente.
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La razón: el mercado de estos activos digitales ha crecido en los últimos años. Millones de personas, incluido 16 por ciento de estadounidenses, poseen criptoactivos, los cuales alcanzaron una capitalización de mercado de 3 billones de dólares en todo el mundo en noviembre pasado, de acuerdo con datos del gobierno estadounidense.
Para Milton Rodríguez, consultor cripto, la Casa Blanca busca alinear los proyectos económicos descentralizados a su estructura actual financiera por diversos motivos, pero hay uno que tiene mayor peso. “Al hacer esto el liderazgo que tiene el dólar a nivel mundial no será vulnerado”, afirma el experto, quien desde hace 20 años ha estudiado al sector de la tecnología.
Con este marco regulatorio, el sueño de millones de personas de desarrollar sus propios sistemas económicos se encuentra más lejos.
Los activos digitales representan una oportunidad para que Estados Unidos pueda reforzar su liderazgo en el sistema financiero global, pero también traen consigo riesgos potenciales, como los más recientes eventos en los criptomercados.
“El desplome de mayo de una supuesta moneda estable y la subsiguiente ola de insolvencias acabaron con más de 600 mil millones de fondos de inversorsionistas y consumidores”, se lee en el marco integral para el desarrollo responsable de activos digitales que publicó el gobierno estadounidense en septiembre.
En 2021, Gary Gensler, presidente de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) advirtió que estos activos están plagados de fraudes, estafas y abusos. En ese mismo año, Chainalysis, compañía analista de blockchain, informó que estafadores en todo el mundo habían robado cerca de 14 mil millones de dólares en criptomonedas.
Pero hay otro factor importante detrás de esta decisión, para Stefano Debernardi, director de desarrollo de negocio para Latinoamérica de CoinsPaid, otra de las causas por las que Estados Unidos intenta regular las criptomonedas es porque se ha reducido el número de empresas con sede en este país.
Incluso, el ingeniero chileno recuerda que este escenario es similar al que se vivió entre 1991 y 2005 con las burbujas dot-com. En ese periodo, Estados Unidos experimentó una sobrevaluación debido a que las empresas asociadas al internet atrajeron a una gran cantidad de inversionistas.
“En ese entonces no había un marco de trabajo, pero una vez que hubo claridad, una gran cantidad de capital (humano, monetario y de innovación) inundó la industria”, asegura Debernardi.
Desde su perspectiva, la cripto regulación global puede empujar a la industria a una evolución en innovación y conectividad.
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Desde que los senadores en Estados Unidos pusieron en marcha iniciativas de leyes para regular el mercado cripto las críticas no se han hecho esperar.
En junio de este año, la senadora Kirsten Gillibrand, del partido demócrata, mencionó durante un evento que la principal misión de este tipo de iniciativas de regulación es proteger a sus inversionistas.
Justamente, Gillibrand junto con su compañera, Cynthia Lummis presentaron una de las iniciativas de ley más conocidas por la comunidad cripto: La ley de innovación financiera responsable.
“El enfoque principal de esta ley es adelantarse a los grupos de cabildeo y otros grupos que podrían impulsar una ley diferente que podría favorecer a un sector o ‘proyecto’. La idea es generar un documento equilibrado que aporte claridad en todos los frentes”, manifiesta Stefano Debernardi.
En este documento los organismos con mayor protagonismo serán la Comisión de Negociación de Futuros Productos Básicos (CFTC) y la SEC.
Ambos deberán crear una organización autorreguladora en común (SRO) que se encargue de supervisar el mercado cripto; además, de la mano con el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos y el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología desarrollarán una guía basada en principios de ciberseguridad para los intermediarios de activos digitales.
En ese sentido, el proyecto de ley ordena a los reguladores que estudien el potencial de evasión de sanciones, lavado de dinero y financiamiento del terrorismo y que desarrollen reglas sobre estándares de ciberseguridad apropiados como la identificación y mitigación de amenazas, operaciones de seguridad y auditoría.
Por último, si esta ley fuera aprobada en este momento, a partir del 1 de enero del 2023 la CFTC se convertiría en la institución encargada de regular las dos criptomonedas que comprenden más de la mitad de la capitalización del mercado cripto: el bitcoin y el ether.
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La forma en la que la SEC quiere regular el mercado de los criptoactivos ha desatado críticas muy severas. Por ejemplo, Brian Brooks, director ejecutivo de la BitFury, compañía de blockchain, dijo que su enfoque ha sido punitivo al imponer multas a algunos creadores de tokens.
“El organismo no le dijo a nadie cuáles eran las reglas del juego por adelantado”, mencionó en entrevista con CNBC.
En 2020 la Comisión de Bolsa y Valores acusó a Unikrn, firma de monedas digitales de apuestas, de violar las leyes de valores. Como castigo, esta institución le exigió a la empresa eliminar su token de criptomoneda, UnikoinGold y pagar una multa de más de 6 millones de dólares.
Milton Rodríguez, menciona que esta forma de reaccionar por parte de la SEC fue un intento fallido por detener o poner pausa al crecimiento de las empresas cripto para tener tiempo de poner las reglas en juego. “Lo ideal era que las regulaciones fueran dándose conforme el mercado creciera, en sentido de la adopción y no de la prohibición”, agrega.
Estos comportamientos intimidantes por parte del gobierno no hacen más que preocupar a algunos miembros de la comunidad cripto, sin embargo, Rodriguez cree que lo correcto es mantener la calma, pues el panorama de este mercado no cambiará mucho, e incluso, puede mejorar.
“Actualmente todos los mercados tienen comportamientos similares: tienen tendencias alcistas, bajistas y correcciones, son movimientos naturales, y lo que vivimos hoy no será la excepción”, adelanta el consultor cripto.
El mercado de estos activos digitales podría estar a punto de perder esa aura enigmática y casi anárquica que lo rodea, sin embargo, seguir alejado del sistema económico mundial podría ya no ser redituable. La utopía cae, sí, pero a cambio le entrega al mundo una industria en la que cada vez más personas podrían confiar.
Si se aprueba esta ley en Estados Unidos, Stefano Debernardi considera que se podría impulsar el sector al atraer más capital y crear un programa a largo plazo con el fin de beneficiarse de las soluciones y recursos producidos para proteger y regular a los actores clave en la industria de activos digitales, aunque los verdaderos resultados tardarán tiempo en reflejarse.
“Tenemos que considerar que algunos de estos proyectos ya están resolviendo problemas en todo el mundo (como en los países que carecen de oportunidades económicas). La adopción de estas iniciativas podría ayudar a redefinir el significado de la descentralización, pero sin duda Estados Unidos le está apostando al futuro”.