La empatía y el carisma de Miguel Hidalgo le permitieron convertirse en un líder para las personas que lo rodearon y que lo apoyaron en el inicio de la Independencia de México.
Miguel Hidalgo fue uno de los líderes más carismáticos en la historia de México. Aunque la imagen que se tiene de este sacerdote, casi calvo y con semblante ceremonioso, es muy diferente a la realidad.
“El cura Miguel Hidalgo no era el viejito que nos pintan en las estampas que encontramos en la papelería. Cuando inicia la Independencia tenía 53 años y era un hombre absolutamente carismático, sabía lenguas indígenas, latín y francés, tocaba el violín. Además, organizaba tertulias en su curato en Dolores”, dice Alejandro Rosas, divulgador de la historia y escritor en entrevista con MIT SMR México.
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Fue gracias a ese liderazgo carismático que el cura logró reunir al pueblo para levantarse en armas. Pero su profunda empatía fue su motor principal para unirse a esta lucha.
“Miguel Hidalgo hizo mucho por la región del bajío en Guanajuato y además siempre estuvo consciente de la situación de la Nueva España. Curiosamente el no formó parte de la conspiración original para desatar el movimiento. Pero lo inició porque realmente creía en la causa del pueblo“, agrega el experto que desde hace 33 años cuenta historias.
En palabras de Rosas, la principal característica que convirtió a Miguel Hidalgo en un líder carismático fue su profunda empatía con el pueblo indígena y mestizo.
El liderazgo carismático reúne varias particularidades de otros tipos de dirección. Por ejemplo, la personalidad para hacerse cargo de la toma de decisiones (liderazgo autocrático) o la escucha activa (liderazgo democrático). No obstante, estos líderes también crean un ambiente de confianza, de acuerdo con Indeed.
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Otras de las cualidades de este tipo de personas es que crean lazos significativos con sus colaboradores para lograr unirlos a su causa. También transmiten seguridad a su fuerza laboral y les permiten ser proactivos.
El historiador considera que una de las mayores virtudes de Miguel Hidalgo es que tenía “don de gente” con los pobladores de la región. “Era muy dicharachero, eso le ganó el término de seductor de almas“.
Ciertamente el carisma de este personaje hizo que el país se uniera en una lucha con la que México alcanzó su libertad. Sin embargo, la cualidad que diferenció a este líder fue su empatía.
Para Alejandro Rosas si este cura viviera actualmente tendría grandes lecciones que darle a los políticos, directores de las organizaciones e instituciones.
Por principio, Miguel Hidalgo asumió el papel central al inicio de la Independencia después de que el gobierno de la Nueva España descubriera la conspiración de un grupo de personajes que quería derrocar al poder español.
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Rosas asegura que Miguel Hidalgo cambió el sentido de la revolución de Independencia, que en un inicio se planeó como un movimiento enteramente criollo, y terminó convirtiéndose en un movimiento popular.
Alejandro Rosas considera que este líder carismático arropó a los sectores mas desfavorecidos y los unió a un movimiento de forma equitativa. Además les dio una voz durante un periodo coyuntural en la historia de México.
“No hay en la actualidad ningún político en ningún partido que realmente sienta empatía por lo que le está pasando a las clases populares. Todo se reduce a una empatía de discurso“, finaliza.