El liderazgo Laissez-Faire permite a los colaboradores hacer las tareas de forma libre, lo único que los líderes piden es que cumplan en tiempo y forma.
El liderazgo laissez-faire es un estilo de liderazgo que se caracteriza por una mínima interferencia o intervención del líder en las decisiones y actividades del equipo.
La expresión “laissez-faire” proviene del francés y significa “dejar hacer” o “dejar pasar”. En este estilo de liderazgo, el líder tiende a delegar la autoridad y la responsabilidad en gran medida a los miembros del equipo.
De acuerdo con Hubspot, este tipo de liderazgo fomenta distintos valores en el grupo de trabajo como lo son la autonomía, la apertura a nuevas ideas, el apoyo, la confianza y el reconocimiento.
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Saint Thomas University, explica que este término surgió de la mano del psicólogo Kurt Lewin quien fue uno de los primeros contribuyentes al estudio de la psicología social.
“Aunque Lewin reconoció el liderazgo del laissez-faire como uno de los tres estilos de gestión principales, no lo suscribió como su método de liderazgo preferido. Lewin simplemente identificó el liderazgo de laissez-faire como lo opuesto al liderazgo autocrático”.
Este descubrimiento lo hizo junto con los investigadores Ronald Lippitt y Ralph K. White, Lewin en la década de 1930 y lo publicaron en “Liderazgo y vida grupal“. Estos tres académicos reconocieron que el liderazgo de laissez-faire requería la menor cantidad de supervisión gerencial.
Indeed, a través de uno de sus blogs, menciona cuáles son los tipos de características que definen a estos tipos de líderes.
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Los líderes que se rigen por este tipo de dirección saben cómo delegar tareas ya que les permiten completar el trabajo de acuerdo a sus capacidades.
Esto, además de brindarle confianza a los colaboradores, también les permite acabar todas las tareas de forma rápida y eficaz sin tener ningún contratiempo.
Si los colaboradores realizan los objetivos, los líderes laissez faire no tienen ninguna objeción en permitirles trabajar de la forma en la que ellos se sientan cómodos. Por lo tanto, disfrutan de su trabajo.
Además, los empleados suelen disfrutar de este tipo de autonomía ya que les permite involucrarse de una forma más personal en las actividades que realizan.
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Es cierto que estos tipos de líderes brindan mucha libertad, pero no por eso dejan solo a su equipo, al contrario, se involucran en sus labores y están al pendiente de lo que necesiten.
Esto queda al descubierto cuando le brindan a su equipo todos los materiales que necesitan para poder hacer sus tareas sin contratiempos.
A pesar de preferir dar a los empleados la libertad de trabajar de forma independiente, un líder de laissez-faire necesita saber cuándo es apropiado intervenir y tomar el control.
Esto puede ocurrir, por ejemplo, si un proyecto no produce los resultados deseados o si un empleado se siente abrumado por sus responsabilidades.
¿Qué es el liderazgo y qué tipos existen?
Existen algunos líderes laissez-faire que han pasado a la historia, entre ellos está la Reina Victoria de Reino Unido y Herbert Hoover, un reconocido ex presidente de Estados Unidos.
Al asumir el trono a los 18 años, en 1837, la reina Victoria se apoyó en un equipo de colaboradores de confianza para ayudarla a gobernar el Reino Unido.
Esta gobernante tuvo la ambición de contribuir a mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos la llevó a impulsar la reforma del sistema electoral, proyectos de vivienda y la abolición de la esclavitud.
Para llevar a cabo estos audaces cambios, la reina Victoria tuvo que depositar su confianza en otros miembros de la monarquía y del parlamento. Para esto, tuvo que tener una gran habilidad para seleccionar buenos asesores.
El presidente Herbert Hoover era un firme partidario de la economía del laissez-faire, que tenía tanto ventajas como inconvenientes. Su estrategia de no intervención y su creencia de que un sistema económico fuerte se arreglaría por sí solo dificultaron la salida de Estados Unidos de la Gran Depresión.
Aunque Hoover es uno de los ejemplos de cómo el liderazgo del laissez-faire puede salir mal, su estilo de liderazgo permitió proyectos como la presa Hoover. Este obra fue decisiva para detener las inundaciones y contribuir a la energía limpia mediante generadores alimentados por agua.
Steve Jobs utilizó el liderazgo laissez-faire para fomentar la creatividad y el rápido desarrollo en Apple. Es conocido por la cita:
“No tiene sentido contratar a gente inteligente para luego decirles lo que tienen que hacer; contratamos a gente inteligente para que nos digan lo que tenemos que hacer”.
Al centrarse en la contratación de personas competentes, Jobs desarrolló confianza en su equipo. Les dio la libertad de asumir riesgos y mantenerse internamente motivados y capacitados.