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Delegar con inteligencia, la clave para formar equipos más sólidos

Benjamin Laker 01 Sep 2025
Delegar con inteligencia, la clave para formar equipos más sólidos
Los líderes más efectivos hoy en día no son los que lo hacen todo. Son los que forman a otros que pueden. (Lustre Art Group/Adobe Stock)
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La delegación estratégica debe centrarse en el individuo, no en las tareas. Los líderes inteligentes ofrecen a los equipos oportunidades de desarrollo significativas y les permiten liberar tiempo.

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Delegar no es solo una necesidad para liberar tiempo. Si se hace bien, puede ayudarle a los líderes a desarrollar las capacidades de su equipo, a desarrollar colaboradores con un mayor enfoque y a crear una cultura de confianza y autonomía.

A medida que el ritmo de trabajo se ha acelerado y la línea entre “activar” y “desactivar” se ha difuminado, probablemente lo hayas sentido: simplemente no hay tiempo suficiente.

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Con notificaciones interminables, prioridades cambiantes y responsabilidades cada vez mayores, intentar hacerlo todo tú mismo ya no es realista.

La delegación sigue siendo ampliamente malinterpretada y a menudo se considera un último recurso cuando un líder tiene demasiadas responsabilidades.

O, peor aún, se considera arriesgada: ¿Qué pasa si el trabajo no se hace bien o a tiempo? Por eso, muchos líderes se aferran. Ajustan las presentaciones a altas horas de la noche, reescriben los correos electrónicos que su equipo redactó o se involucran en cada detalle de un proyecto, mucho después de que se añada valor.

Cuando no delegas, no solo te agotas, sino que también impides que otros crezcan. Envías el mensaje (a menudo sin darte cuenta) de que la confianza se gana, que la autonomía es peligrosa y que el liderazgo implica control.

Delegar no es una transacción, sino una herramienta de desarrollo. No se trata de pasar tareas a otra persona; se trata de desarrollar su capacidad y confianza en el proceso.

Empieza por la persona, no por la tarea. Pregúntate: ¿Para qué está preparada esta persona? ¿Qué la desafiaría sin abrumarla? ¿Cómo podría esto contribuir a sus objetivos o a su aprendizaje?

Al considerar la delegación como una inversión en el crecimiento personal, en lugar de una forma de aligerar tu propia carga, tu enfoque se vuelve más estratégico y eficaz.

4 enfoques para delegar de forma más fácil y eficaz

¿Cómo delegar de forma eficaz?

La claridad es fundamental. Delegaciones imprecisas como “¿Puedes encargarte de esto?” invitan a la confusión y a la repetición del trabajo.

En su lugar, define el “porqué” de la tarea, describe cómo se ve el éxito y aclara dónde la persona tiene libertad de decisión:

“Esto es lo bueno, estos son los puntos no negociables y aquí es donde entra tu criterio”.

Esa claridad debe extenderse a los plazos, los canales de comunicación y las vías de escalamiento. ¿Qué debe compartirse en tiempo real? ¿Se espera para el final de la semana? ¿Se considera algo para revisar y algo para ejecutar?

Cuando estos detalles no están claros, incluso las personas con un buen desempeño dudarán de sí mismas o caerán en una parálisis de análisis.

Incluso los miembros más capacitados de tu equipo pueden dudar al adentrarse en un terreno desconocido.

Pero es posible que no te digan que no están seguros, especialmente si la tarea parece importante. Por eso es relevante hacer un seguimiento. Úsalos para orientar, no para controlar. Crea un espacio donde las personas puedan probar ideas, plantear inquietudes y generar confianza.

Podrías empezar delegando el esquema del proyecto a un miembro más nuevo del equipo, mientras que la entrega final queda en manos de un compañero con mayor experiencia.

Con el tiempo, a medida que aumenta la confianza, también aumenta la independencia. Ampliar progresivamente el alcance de la responsabilidad es una de las maneras más eficaces de desarrollar la preparación para el liderazgo sin abrumar al personal ni comprometer la calidad.

En equipos remotos o híbridos, esto cobra aún más importancia. Cuando un líder no tiene visibilidad de las actividades diarias de su equipo, es fácil que los miembros se sientan abandonados al recibir una nueva responsabilidad.

Manténte presente para ofrecer el apoyo necesario sin volver a centrar la tarea en ti. Tu función es guiar, no reincorporarte a la primera señal de incomodidad.

Aquí también es donde entra en juego el ejemplo a seguir. Si quieres que tus subordinados directos deleguen, necesitas ver que lo hacen con atención.

Comparte tu lógica de toma de decisiones: por qué delegas una tarea, cómo elegiste a la persona a quien se la delegaste y qué esperas del proceso.

Este tipo de transparencia desmitifica la delegación y anima a otros a adoptarla como una herramienta de liderazgo, no solo como una forma de ahorrar tiempo.

Todo es una lección en equipo

El reconocimiento también forma parte de la ecuación. Cuando las cosas salgan bien, asegúrate de que tu equipo reciba el reconocimiento, pública y específicamente.

Y cuando algo salga mal, tómalo como una oportunidad de aprendizaje, no como una prueba de que delegar no funciona. Cada paso en falso es una oportunidad para entrenar, aclarar y calibrar, no para retroceder.

Con el tiempo, tu disposición a delegar se convertirá en una señal de que el riesgo es aceptable, que el aprendizaje se fomenta y que el rendimiento no se trata solo del rendimiento individual, sino de la capacidad colectiva.

Los equipos que operan de esta manera desarrollan resiliencia, no dependencia, que es precisamente lo que las organizaciones de alto rendimiento necesitan ahora mismo.

Finalmente, el objetivo de la gestión no es ser indispensable. De hecho, si tu equipo puede prosperar sin que tú controles minuciosamente cada resultado, eso no es una debilidad, sino un indicador de liderazgo sólido.

Los líderes más eficaces hoy en día no son los que lo hacen todo. Son los que forman a otros que sí pueden.

No busques simplemente maneras de trabajar más rápido. Busca oportunidades para delegar. Al delegar con claridad, cuidado y constancia, no solo alivias tu carga, sino que liberas el potencial de tu equipo.

SOBRE EL AUTOR

Benjamin Laker (@drbenlaker) es profesor de liderazgo en la Henley Business School de la Universidad de Reading.

Un líder exitoso sabe delegar responsabilidades y empoderar a su equipo

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Benjamin Laker (@drbenlaker) es profesor de liderazgo en la Henley Business School de la Universidad de Reading.
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