Prepárate para la comida: ¡Albóndigas de mamut a la carta!
Una empresa de Australiana cultivó carne de mamut y cocinó albóndigas con el objetivo de concientizar a las personas sobre el cambio climático.
Vow es el nombre de la empresa australiana que cultivó por primera vez la carne de un animal extinto para hacer un platillo revolucionario: albóndigas de mamut. Con esta acción, la compañía espera que las personas tomen conciencia sobre el daño que le hacen al medio ambiente.
La elección de ese animal, no fue coincidencia ya que fue una especie que murió debido al aumento de temperatura, misma causa que amenaza con destruir a la humanidad.
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De acuerdo con el cofundador de la empresa, Tim Noakedsmith, cuando su equipo y él comenzaron a idear el proyecto sólo tenían como meta hacer algo completamente diferente a lo que ofrecen sus competidores.
“Queríamos crear algo que fuera totalmente diferente a todo lo que puedes obtener ahora”, dijo a Reuters.
¿Cómo se obtiene carne de mamut en pleno siglo XXI?
Noakedsmith explicó que para hacer esa carne, su empresa tuvo que utilizar células de oveja a las que les insertaron un gen proveniente de un mamut conocido como mioglobina.
“Cuando se trata de carne, la mioglobina es responsable del aroma, el color y el sabor”, explicó James Ryall, director científico de Vow.
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La organización también utilizó ADN de un elefante debido a que la secuencia genómica del mamut no estaba completa. Por lo que los científicos de Vow decidieron tomar material genético del familiar vivo más cercano del paquidermo.
La albóndiga gigante resultado del experimento de la empresa australiana puede ser vista en una exposición el el museo de ciencias NEMO, en Ámsterdam. Y, a pesar de que para algunos luzca apetitosa, los directores de la empresa admitieron que no está lista para consumo humano.
No sólo son las albóndigas de mamut, la industria de la carne cultivada promete mucho
El primer trozo de carne cultivada en forma de hamburguesa fue presentada ante los medios en 2013. La pieza de carne fue producto de 10 mil tiras que contenían miotubos hechos en un hidrogel.
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La idea era buena, sin embargo, para imitar una pieza original, los científicos debían de añadir a aquel trozo de “carne” colorantes, sabores y texturizadores.
La industria de la carne cultivada, que prometía ser una alternativa para los vegano continuó evolucionando y fue en 2020 que una compañía de Estados Unidos obtuvo el permiso necesario para cultivar sus propias proteínas. A partir de ese año, la industria ha crecido.
La mala noticia que surgió con su desarrollo es que los cortes sintéticos no son 100 por ciento veganos, ya que los científicos aceptan que para diseñar las proteínas deben de obtener material genético proveniente de los animales.
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