Responde cuatro preguntas y prepárate para los retos que conlleva ser tu propio jefe, porque una vez que hayas decidido dar ese paso, te enfrentarás a toda una serie de nuevos retos y decisiones.
El pasado mes de junio se registraron más de 425,000 solicitudes de creación de empresas en Estados Unidos, más del doble que en el mismo mes de hace 10 años.
Los economistas han especulado con que la combinación de nuevas tecnologías fácilmente accesibles y el confinamiento en el hogar de la época de la pandemia podrían haber catalizado muchos de los nuevos negocios que se están poniendo en marcha.
¿Emprender después de los 50 años? Toma en cuenta estos pros y contras
Hasta este reciente giro, el declive a largo plazo del espíritu empresarial era una preocupación económica porque las empresas de nueva creación constituyen una importante fuente de creación de empleo, innovación y resistencia económica.
Este cambio empresarial podría preparar mejor a la economía para recuperarse en futuras recesiones.
Si has sentido el gusanillo de crear tu propia empresa, seguro que no eres el único, pero investiga y reflexiona un poco antes de dar el salto.
Estas cuatro preguntas clave pueden ayudarte a determinar si montar tu propio negocio es lo más adecuado para ti.
Lo primero y más importante es que los clientes necesitan una razón para utilizar tu producto o servicio.
Si no puede averiguar qué problema resuelve su negocio, es poco probable que tenga éxito.
Después, una vez identificado el problema, hay que asegurarse de que la solución es única y no existe ya en el mercado.
Dicho esto, no todas las ideas de negocio son buenas.
Investiga para asegurarte de que existe un mercado para lo que esperas vender, por ejemplo, estudiando las tendencias de tu sector y hablando con personas que conozcas y que puedan ser clientes potenciales.
Síguenos en Google Noticias para mantenerte informado
Ninguna persona es una isla, y lo mismo ocurre con las empresas. Antes de poner en marcha su propia tienda, es esencial crear un equipo sólido de personas que compartan su visión y puedan ayudarle a convertir sus sueños en realidad.
Pregúntate si cuentas con las personas adecuadas para ejecutar tu plan de negocio y si dispone de los recursos financieros para mantener las operaciones.
Realizar un análisis FODA puede ayudarle a evaluar los puntos fuertes, débiles, oportunidades y amenazas de tu equipo.
La información que obtengas puede servirte para tomar decisiones informadas sobre cómo avanzar en tu negocio.
Es posible que también tengas que formarte en la dirección de una empresa y un equipo antes de empezar.
Identifica las habilidades y los conocimientos necesarios para ejecutar tu visión y compáralos con tus habilidades y experiencia actuales para ver dónde están las lagunas.
A continuación, puedes tomar medidas para llenar esas lagunas.
Si no estás dispuesto a hacer este trabajo de preparación, puede que crear una empresa no sea lo más adecuado para ti.
Emprendedor: arranca tu negocio mientras estudias una maestría gratis
Antes de dar el paso, asegúrate de que conoces bien los costes asociados a la puesta en marcha y el funcionamiento de tu empresa, lo que incluye todo, desde el desarrollo de la web hasta los impuestos.
También es importante tener una idea realista de los ingresos que necesitas generar para alcanzar el equilibrio.
Puedes calcularla creando una sencilla hoja de cálculo que proyecte tus costes e ingresos para el primer año.
Si necesitas ayuda con esto, habla con un contable o un experto en negocios que pueda ayudarte a crear proyecciones realistas.
La conclusión es que iniciar tu propio negocio es una propuesta financieramente arriesgada.
Es una buena práctica acumular suficientes ahorros para cubrir los gastos de manutención durante al menos seis meses, en caso de que las cosas no salgan como están previstas.
Cuando se trabaja por cuenta propia, los ingresos no están garantizados.
Es esencial reservar unos ahorros para poder hacer frente a las épocas de vacas flacas; mientras que algunos meses pueden suponer unos ingresos importantes, otros pueden ser de escaso provecho.
Crear un negocio es arriesgado, pero si estás preparado para lo peor y tienes un plan sólido, las recompensas pueden ser grandes.
Esfuérzate por conocer los riesgos que conlleva y ten un plan de contingencia por si las cosas no salen como esperas.
Por ejemplo, no hay nadie que te diga cuándo debes empezar o dejar de trabajar cuando eres autónomo.
Tendrás que ser disciplinado y estar motivado para hacer el trabajo, incluso en los días en que no te apetezca.
Si quieres tener éxito en el negocio, es probable que también tengas que trabajar muchas horas.
Esto puede ser duro, especialmente si tienes familia u otros compromisos, pero a menudo es necesario.
Además, si estás acostumbrado a trabajar en una oficina con compañeros, puede que la transición a trabajar desde casa o ser tu propio jefe te resulte un poco solitaria.
Consejos para implementar un modelo de home office ciberseguro
Es esencial hacer un esfuerzo para conectar con otras personas, ya sea a través de eventos de networking, comunidades online o un café con un compañero.
Aunque no es aconsejable tomar una decisión tan importante por capricho, hay muchas razones de peso para crear tu propio negocio.
Siempre vale la pena explorar el impulso de probar algo nuevo, perseguir una pasión o simplemente encontrar una profesión más estable, como señala Dorie Clark en su libro Reinventarte.
Sobre todo, asegúrate de hacer primero los deberes. Responde a las cuatro preguntas y prepárate para los retos que conlleva ser tu propio jefe, porque una vez que hayas decidido dar ese paso, te enfrentarás a toda una serie de nuevos retos y decisiones.
Empezar tu negocio es solo el principio.
Ben Laker (@drbenlaker) es profesor de liderazgo en la Henley Business School de la Universidad de Reading y coautor de Too Proud to Lead: How Hubris Can Destroy Effective Leadership and What to Do About It (Bloomsbury, 2021).