En el metaverso ya estamos creando nuevas aproximaciones para que los usuarios descubran y experimenten lo épico que puede ser un producto o lanzamiento.
Había una vez un ser apasionado por contar historias. Desde tiempos inmemoriales narramos tramas y no sólo lo hacemos en mitologías, cuentos, novelas o películas, también lo hacemos al explicar lo que nos rodea y cuando nos comunicamos con otras personas.
El contar una historia, o storytelling, no sólo está presente en los lugares más obvios —como en un cuento corto— también se encuentra en numerosas formas de expresarnos, que usualmente no asociamos con el hecho de desarrollar una trama.
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Hoy, los avances tecnológicos han abierto un mundo de posibilidades para crear relatos, con múltiples plataformas y medios para construir narrativas nunca antes vistas.
Uno de los mejores ejemplos es el metaverso, que en primera instancia se podría pensar que se limita a dispositivos de realidad virtual, pero va mucho más allá de universos a los que sólo son accesibles con un dispositivo especializado.
Con anterioridad, ya había explorado las grandes posibilidades que ofrece el metaverso, o esos mundos virtuales que pueden ir desde juegos o conciertos, hasta ser una evolución de las videoconferencias para replicar de forma digital un espacio de trabajo. Estas alternativas en muchos casos ya son una realidad y están abriendo nuevas vías para contar nuestras historias.
El año pasado, en coincidencia con el lanzamiento de los smartphones plegables Galaxy Z Fold4 y Galaxy Z Flip4, lanzamos nuestra Smart City en Fortnite, donde los jugadores pudieron experimentar e interactuar con los productos Samsung de una manera completamente nueva.
Después, al abrir la House of SAM en Decentraland no solo ampliamos nuestra presencia en el metaverso con juegos exclusivos y NFTs, también lo hicimos con experiencias únicas como conciertos virtuales y con streamings en vivo junto a expertos en tecnología.
Con estos esfuerzos hemos encontrado una nueva forma de contar nuestra historia, para ir más allá de un anuncio, presentación o espectacular. En el metaverso ya estamos creando nuevas aproximaciones para que los usuarios descubran y experimenten lo épico que puede ser un producto o lanzamiento.
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Este tipo de estrategias son de especial importancia en una industria en la que el cambio es la norma.
Con una narrativa que integre diversas plataformas de comunicación es posible construir nuevas formas de contar historias; por ejemplo, al hacer que los avances en fotografía de Nightography de la serie Galaxy S23 se conviertan en una habilidad de visión nocturna durante un juego, o al crear avatares virtuales que cambien la forma de comunicarse en línea.
El mejor ejemplo de este último punto es SAM, nuestra experta digital que ya ha conquistado al público a través de publicaciones, videos e incluso entrevistas, y que ha introducido una forma original de compartir cómo nuestros productos pueden facilitar el día a día.
Desde su introducción, SAM nos ha ayudado a convertir en historias temas que simplemente serían una guía de usuario, pues en sus interacciones se ha encargado de crear ejemplos reales de la forma en que funciona el ecosistema conectado de Samsung.
De esta manera, el metaverso y los avatares virtuales nos están permitiendo cruzar y unir a múltiples generaciones, pues una historia no puede ser la misma para cada persona.
Hoy más que nunca hay que integrar a todos en el storytelling para que formen parte de la narrativa y construyan sus propias historias dignas de compartirse.