Los besos no solo sirven para demostrar afecto, también ayudan a incrementar tu productividad porque favorecen la producción de serotonina y otros químicos.
Besar es un acto meramente humano, ninguna otra especie en el mundo se demuestra afecto con ese gesto. Sin embargo, distintos estudios han demostrado que los besos no solamente tienen esa función ya que también mejoran el sistema inmune y generan reacciones beneficiosas. Por eso, en el Día Internacional del Beso te recordamos esta y otras de sus bondades.
De acuerdo con el profesor Carlo Selmi, jefe de Reumatología e Inmunología Clínica de Humanitas, una pareja que se besa y comparte contacto físico también intercambia información inmunológica.
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“Las dos poblaciones bacterianas tenderán a parecerse, a nivelarse de manera similar. Solo se necesitan nueve besos al día de unos pocos segundos para que la flora bacteriana oral de dos parejas se vea muy similar”, dijo.
Gracias a análisis similares, se ha podido averiguar que ese gesto podría contener algunos secretos evolutivos que han hecho que la especie humana sobreviva hasta estos días.
Besar no solo te hace sentir bien, también mejora tu salud. Repartir besos alivia el estrés y libera epinefrina en la sangre, acelerando su bombeo, lo que puede reducir el colesterol LDL.
Besar puede ser incluso una forma novedosa de recibir ciertas hormonas, como la testosterona porque las membranas mucosas del interior de la boca reciben de mejor forma algunas hormonas, de acuerdo con Andréa Demirjian, autora del libro “Kissing: Everything You Ever Wanted to Know about One of Life’s Sweetest Pleasures”.
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Así es como los besos ayudan a los colaboradores:
Debido al estrés, muchos colaboradores sufren de hipertensión arterial, eso, además de ser peligroso, afecta directamente a la organización ya que podrían incrementar un declive en su salud.
Los besos tienen un efecto de dilatación de los vasos sanguíneos por lo que son especialmente efectivos para ahuyentar los dolores de cabeza, incluso, los dolores menstruales pueden disminuir gracias a ellos.
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Los besos hacen que el cerebro libere un elixir de sustancias químicas que te hacen sentir bien, como la serotonina, la dopamina y la oxitocina. Curiosamente, los besos activan las mismas zonas del cerebro relacionadas con la recompensa y la adicción.
Según el doctor Arthur Janov, director del Primal Center de Santa Mónica, besar puede haber evolucionado como una forma de estimular los sistemas cerebrales asociados con el impulso sexual, el amor romántico y el apego por eso desencadena el surgimiento de esas sustancias.
La dopamina es conocida como “la hormona de la motivación” ya que gracias a ella los colaboradores pueden experimentar satisfacción al finalizar una tarea. Por su parte, la serotonina es un neurotransmisor esencial para controlar las emociones y la oxitocina hace que las personas se comprometan con su entorno, por lo tanto, con su equipo de trabajo.