Las empresas se enfrentan al desafío de combatir prácticas violentas en contra de sus colaboradoras. Aquí te contamos qué herramientas pueden implementar en sus procesos para combatir estas conductas.
En México, la violencia de género también está presente en el lugar de trabajo. Los micromachismos, los sesgos inconscientes o frases como “Yo te lo explico” o “Seguro hizo algo para llegar a ese puesto” son una muestra de los grandes problemas que deben atacar las empresas.
Alrededor de 7.9 millones de colaboradoras han sido víctimas de violencia dentro de sus centros laborales en el país y las del tipo sexual son consideradas las más comunes.
Derriba las barreras de género en la oficina con estas cuatro acciones diarias
En el ámbito laboral, la visibilización y tipificación de la violencia de género suelen ser más complicadas de identificar y denunciar, muchas veces debido a la disparidad en las relaciones laborales.
En el trabajo, a veces las violencias comienzan de manera sutil que puede ir escalando, desde comentarios machistas y misóginos hasta cosas más graves, como el acoso, el abuso, entre otros.
Las mujeres muchas veces ceden ante el hostigamiento o el acoso debido a las represalias, ya sea que se les condicione en sus funciones laborales, la oportunidad de acceder a una oportunidad laboral mejor, el miedo a que sean despedidas o cambiadas de lugar.
En datos mundiales, la brecha salarial constituye una de las mayores formas de violencia de género en los centros de trabajo, en este caso la participación masculina alcanza hasta el 75 por ciento, mientras que las mujeres solo alcanza el 49 por ciento.
Como ejemplo, en Estados Unidos una de cada cuatro mujeres y hombres han experimentado un incidente de violencia de género, de igual forma una en cada cinco trabajadoras y trabajadores han experimentado los impactos de violencia en el trabajo por parte de una pareja íntima.
Datos proporcionados por la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), la violencia en los centros de trabajo alcanza hasta el 27.9 por ciento a lo largo de la vida laboral, de esta, los tipos de violencia con más frecuencia son:
De las cuales, han sido ejercidas por un compañero de trabajo, un patrón o jefe.
De igual forma, de tipo discriminativa las dos razones principales han sido tener oportunidades menores para ascender o una menor paga por el mismo trabajo a comparación de sus compañeros hombres.
Gran parte de los problemas para combatir la violencia de género en el trabajo es la falta de acciones y de reconocimiento de que la violencia existe y puede presentarse en los centros laborales.
Igualmente, la invisibilización y falta de apertura en reconocer y prevenir la violencia promueven espacios hostiles para denunciar, lo que genera mucho estrés, pérdidas económicas, bajo rendimiento y deserción, lo que promueve que la responsabilidad caiga totalmente en la víctima.
¿Qué hacer si experimentas discriminación laboral por tu orientación sexual o identidad de género?
Ante la violencia en el ámbito laboral, el primer instrumento donde está tipificado es la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la cual tiene como propósito la prevención, erradicación y sanción para que las mujeres puedan acceder a una vida libre de violencia en todos las esferas de la sociedad. Además de buscar la garantía de no discriminación e igualdad jurídica entre mujeres y hombres.
En este caso, aquí presentamos un par de herramientas que las empresas pueden implementar en recursos humanos para combatirla: