Proteo, el lomito que nos recordó la importancia de los perros rescatistas

Proteo, uno de los perros rescatistas que era parte del Ejército Mexicano, murió al salvar a personas debajo de los escombros que dejaron los terremotos en Turquía y Siria.

El anuncio fue dado a conocer en las redes sociales de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena). La institución lamentó profundamente el deceso de ese elemento canino, sin embargo, la población general fue la que resultó más afectada por la noticia. 

Cómo ayudar a las víctimas del terremoto en Turquía y Siria

💔🐾🇲🇽😭 que tristeza Dios mio pic.twitter.com/wSTQAfnuJK

— Max (@yonosoymax123) February 12, 2023

Proteo, formó parte de todo un cuerpo de canes dedicados y entrenados para realizar labores de rescate. Algunos otros lomitos, provenientes de otras instituciones como de la Cruz Roja, son encargados de auxiliar a los sobrevivientes del país asiático. Por ejemplo: Rex, July, Orly, Balam, Timba y Ecko.

Lomitos rescatistas y la importancia de su existencia

Canes como Proteo han apoyado a la población mexicana durante los últimos grandes desastres naturales que han sucedido en el país. Por ejemplo, gracias a su labor después del temblor de 7.1 grados ocurrido en septiembre de 2017, diversas personas vivas pudieron ser rescatados de entre los escombros de algunos edificios.

Sin embargo (y aunque no lo puedas creer), anteriormente no se les consideraba en las labores de rescate, hasta que después del terremoto del 19 de septiembre de 1985 comenzaron a demostrar sus habilidades. Eso debido a que las unidades caninas de países como Francia o Italia llegaron para ayudar a la población. 

A partir de ese momento el ejército junto con el gobierno de México recibieron una gran lección: los perros no son sólo mascotas, también son héroes. De tal forma que comenzaron a reclutar elementos y a entrenar a su nueva unidad canina. 

No es que los lomitos tengan poderes especiales, más bien su tamaño les permite tener acceso a lugares en los que los humanos y máquinas especiales no podrían ingresar para rastrear una zona. 

Además su agudo sentido del olfato los ayuda a detectar restos de personas o sobrevivientes en el interior de las ruinas debido a que tienen cerca de 250 millones de células olfativas que les ayudan a detectar distintos tipos de olores.

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