Arturo Elías Ayub te explica por qué no pueden renombrar el Golfo de México

La necesidad de un consenso entre tres países, la regulación internacional y los costos asociados hacen que esta idea sea imposible, aseguró el tiburón de los negocios.
El Golfo de México es mucho más que un cuerpo de agua. Representa una conexión histórica, económica y cultural entre México, Estados Unidos y Cuba.
La orden federal del presidente Donald Trump de cambiar su nombre a “Golfo de América” generó una ola de reacciones en redes sociales, medios de comunicación y la opinión pública.
Entre estas respuestas destacó la de Arturo Elías Ayub, empresario mexicano conocido por su aguda visión de negocios y carisma.
Con su estilo directo y humorístico, desglosó tres razones por las que este cambio es, en sus palabras, una locura.
Google Maps usará Golfo de América, ¿puede cambiar nombres oficiales?
3 razones por las que el Golfo de México no puede ser rebautizado
Si alguna vez te preguntaste qué tan viable sería renombrar un golfo entero, aquí te dejamos los argumentos de este tiburón de los negocios.
1. Pertenece a tres países, no solo a Estados Unidos
Arturo Elías Ayub dejó claro desde el inicio que el Golfo de México no es propiedad exclusiva de Estados Unidos.
Este mar semicerrado tiene una extensión de aproximadamente 1.6 millones de kilómetros cuadrados y sus costas abarcan tres países: México, Estados Unidos y Cuba.
Cualquier intento de cambio de nombre requeriría la aprobación de los tres gobiernos, algo altamente improbable.
“Obviamente México, obviamente Estados Unidos y Cuba tendrían que estar de acuerdo”, señaló el empresario.
Históricamente, las relaciones diplomáticas entre estas naciones han sido complejas, lo que hace casi imposible un consenso en un tema como este.
Además, el Golfo de México tiene un valor cultural profundo para la sociedad mexicana. Cambiar su nombre no solo sería un reto político, sino también un desafío diplomático con consecuencias significativas.
2. La Organización Hidrográfica Internacional regula los nombres oficiales
¿Sabías que existe un organismo global encargado de los nombres de mares y océanos? Se trata de la Organización Hidrográfica Internacional (OHI), cuya función es estandarizar la nomenclatura geográfica en el ámbito marítimo.
En este sentido, Arturo Elías Ayub explicó que esta institución es la única que podría autorizar un cambio de nombre, pero el proceso es extremadamente complicado.
“No es como cambiarle el nombre a un grupo de WhatsApp”, comentó con ironía.
Modificar el nombre del Golfo de México requeriría años de negociaciones, acuerdos multilaterales y un sinfín de trámites burocráticos.
Además, necesitaría la aprobación de diversas organizaciones internacionales, geógrafos y expertos en derecho marítimo. En términos prácticos, esta idea es inviable.
3. El costo de actualizar mapas, libros y cultura sería exorbitante
Uno de los factores menos considerados en este tipo de propuestas es el costo.
Cambiar el nombre del Golfo de México implicaría una inversión millonaria para actualizar materiales educativos, mapas, documentos oficiales y más.
El tiburón de los negocios subrayó la magnitud del impacto económico y cultural.
“Imagínense la cantidad de mapas, la cantidad de libros, bueno, hasta canciones de mariachi que hay con el nombre del Golfo de México”.
Este cambio no solo afectaría a documentos gubernamentales, sino también a la identidad cultural y la percepción pública de una región que ha llevado el mismo nombre por siglos.
De tal forma que modificarlo no garantiza que el nuevo nombre sea aceptado por la población. La historia ha demostrado que los cambios forzados en nomenclatura rara vez tienen éxito.
El toque de humor: ¿Recuperar Texas?
Fiel a su estilo, Arturo Elías Ayub añadió un giro humorístico a la discusión. En respuesta a la insistencia de Trump, propuso una negociación inesperada: recuperar Texas a cambio de mantener el nombre del Golfo de México.
“Porfa mándenme a mí a negociar, y les juro que recupero Texas a cambio de cambiarle el nombre”, bromeó.
Aunque su comentario es claramente irónico, ayudó a desdramatizar el debate y a destacar lo absurda que resulta esta propuesta.

¿Por qué es tan importante el Golfo de México?
Más allá de la controversia, el Golfo de México tiene un valor histórico, geográfico y cultural innegable. Su nombre identifica una región y también representa la conexión entre los países que lo comparten.
Desde su formación hace más de 200 millones de años, este golfo ha sido un punto clave para el comercio, la biodiversidad y la historia de América del Norte.
Con una extensión de aproximadamente 1.6 millones de kilómetros cuadrados, es un mar semicerrado con una enorme relevancia ecológica y económica.
Sus aguas se conectan con el Océano Atlántico, creando un ecosistema rico en biodiversidad. Según datos de Oceana México, este golfo alberga:
- 1,541 especies de peces, incluyendo tiburones y atunes.
- 78 especies endémicas, que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo.
- Diversas especies de tortugas, ballenas y aves marinas.
Su cuenca oceánica alcanza profundidades de 4 mil 384 metros y se formó tras la fragmentación del supercontinente Pangea.
Pero su importancia no es solo ecológica. En términos económicos, el Golfo de México sustenta una industria pesquera vital, con cerca de un millón de toneladas anuales de productos marinos como camarón, moluscos y mero.
Proteger y conservar este ecosistema es clave para el medio ambiente y para la economía de la región.
Aunque la propuesta de Trump generó debate, los argumentos de Arturo Elías Ayub dejan claro que renombrarlo es inviable política, burocrática y económicamente.
Elías Ayub propone recuperar Texas a cambio de renombrar el Golfo de México
