Invertir con propósito significa dejar de preocuparte por lo que no puedes controlar y empezar a enfocarte en lo que sí depende de ti: tus metas y tus decisiones. Es tener una estrategia sencilla que te guía, te da claridad y evita que tomes decisiones impulsivas o por miedo.
Muchas personas creen que para invertir bien hay que adivinar qué va a pasar con la economía: si va a subir el dólar, si la bolsa va a caer, si viene una recesión.
La realidad es que nadie sabe con certeza qué va a pasar mañana, y tratar de predecirlo suele terminar en decisiones costosas.
Por eso, hay que tener algo claro: predecir no sirve, lo que sí sirve es invertir con propósito. Entonces, ¿por qué no funciona adivinar?
La respuesta radica en que el mercado ya refleja toda la información disponible.
Es decir, los precios de las acciones, bonos y otros instrumentos ya toman en cuenta lo que millones de inversionistas y analistas saben hoy. Pensar que uno puede saber más que el mercado o anticiparse de manera constante es poco realista.
Además, muchas personas que intentan hacer “market timing” —es decir, entrar y salir del mercado en los momentos “perfectos”— terminan con peores resultados que quienes simplemente invierten con paciencia y constancia.
Un estudio de Dalbar Inc. muestra que entre 1992 y 2022, el inversionista promedio en fondos de acciones en Estados Unidos ganó solo 6.81 por ciento al año, mientras que el S&P 500 rindió 9.65 por ciento.
¿Por qué esa diferencia? Porque las personas compran cuando todo va bien (por miedo a quedarse fuera) y venden cuando baja (por miedo a perder más). Así se pierde valor.
Y aunque se piense que los expertos tienen más éxito, los datos dicen lo contrario. El reporte SPIVA de S&P revela que más del 85 por ciento de los fondos activos no logran ganarle al S&P 500 en plazos de más de 10 años.
Además, un estudio clásico de Brinson, Hood y Beebower (1986) comprobó que más del 90 por ciento del rendimiento a largo plazo de un portafolio se debe a cómo está distribuido (acciones, bonos, efectivo, etc.) y no a tratar de predecir cuándo comprar o vender.
Todo esto demuestra que adivinar no sólo no ayuda, sino que la mayoría de las veces perjudica. No necesitas saber qué va a hacer el mercado mañana. Necesitas saber qué quieres lograr tú. Por lo tanto, invertir con propósito significa tener un plan.
Un plan que esté hecho para ti, para tus metas, para tu tiempo y para tu tolerancia al riesgo. No se trata de buscar el “mejor momento” para entrar, sino de construir una estrategia clara y mantenerla con disciplina.
Lo que todo inversionista debería transmitir a su familia
La importancia de pensar en el futuro
Por ejemplo, hemos creado una forma simple y práctica de hacerlo: cinco portafolios diseñados para diferentes momentos y objetivos de vida, que puedes usar como base para construir tu patrimonio con orden y claridad, tomando en cuenta el tipo de portafolio:
- Necesidades inmediatas: para tener dinero seguro y disponible para usarlo en menos de 1 año.
- Reserva: Considera fondos de emergencia, con baja volatilidad y sin un plazo fijo.
- Inversión balanceada: Combinar crecimiento y estabilidad, contemplando un plazo de entre 2 y 10 años.
- Objetivos específicos: Estos pueden integrar ahorros para educación, la compra de una casa, el retiro, etc.; todo depende del objetivo en mente.
Estos portafolios no son solo una solución de inversión, son una forma de planear tu vida financiera desde hoy y para siempre.
Son una guía que puedes seguir en cualquier etapa: cuando estás empezando a ahorrar, cuando estás invirtiendo para crecer, cuando te preparas para comprar una casa o cuando te acercas al retiro.
Invertir con propósito significa dejar de preocuparte por lo que no puedes controlar —como las noticias del mercado o lo que hará la economía mañana— y empezar a enfocarte en lo que sí depende de ti: tus metas y tus decisiones. Es tener una estrategia sencilla que te guía, te da claridad y evita que tomes decisiones impulsivas o por miedo.
En lugar de reaccionar cada vez que pasa algo en los mercados, inviertes con un objetivo claro y un plan que te permite avanzar paso a paso. Al final, quienes realmente construyen patrimonio no son los que intentan adivinar el futuro, sino los que tienen un plan y lo siguen con disciplina.
SOBRE EL AUTOR
Juan Carlos Herrera es Chief of Advisory and Investment Solutions de GBM.
Asesoría integral, el siguiente nivel para impulsar las inversiones
Te recomendamosGBM
Casa de bolsa en el sector de inversiones GBM es una casa de bolsa en el sector de inversiones, con más de 37 años de experiencia en el mercado. Actualmente, da servicio a alrededor de 6 millones de cuentas de inversión, con el enfoque de hacer de México un país de inversionistas.y recibe contenido exclusivo


