¿Hasta el cuello de deudas? Aprende a definir tus patrones de gastos
Una vez que aprendas que el dinero es una herramienta para alcanzar más rápido tus sueños y no para que te dé pesadillas, todo será más sencillo.
¿Sabes cuánto gastas? y sobre todo, ¿en qué te lo gastas? Si sueles estirar tu quincena lo máaas que puedes, pero por alguna extraña razón, a veces no logras cubrir todos tus gastos, ¿sobre todo esos pagos que solemos pasar por alto como la tarjeta de crédito?
Porque pues… el mes siguiente lo cubres, ¿no? pero el mes siguiente sigues teniendo un relajito financiero, y solo acabas por cubrir el mínimo de esa deuda en tu tarjeta y se sigue haciendo una bolita de nieve de deudas cada vez más y más grande.
¿Te suena conocido? Si no es tu caso, estoy segura que es el del amigo del amigo de tu primo.
Y es que como siempre les repito, el dinero debe ser algo para alcanzar nuestros sueños, no algo que nos lo quite (jeje), por eso hay que aprender a manejarlo, a administrarlo, no importa si consideras que es mucho o poco lo que ingresas, la respuesta es en SABER CÓMO.
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Cómo definir tus patrones de gastos
Para ello, te traigo una guía rápida para definir tus patrones de gasto y saldar deudas.
1. Anota todos tus gastos
Ya sea en una libreta, en un bonito excel con colores, en tu agenda, o en una app del celular, es importante que te tomes el tiempo de registrar todos y cada uno de los gastos que haces en un mes.
Sí, todo todo, las papitas de la tarde, la comida del cumpleaños godín, que tu cafecito de la sirenita, que el chocolatito, tooooodo absolutamente todo. Si no se te facilita registrarlos al momento, hazlo cuando estés en casa tranquilo por la noche, pero asígnale un momento fijo del día.
2. Clasifica los días en los que gastaste mucho
Los que gastaste más o menos, y los que no gastaste nada; puede ser con colores, son símbolos de pesos, como tú te acomodes.
Hazlo una vez a la semana, para que no se te haga tan pesado, pero si prefieres, también puedes hacerlo diario.
3. Analiza los días en que más gastaste
¿Qué pasó en ese particular día? Si no llevaste comida a la oficina porque te dio flojera cocinar y mejor comiste en la fondita, o tal vez estaba haciendo mucho frío y no podía faltar tu pancito con chocolate caliente.
4. Haz una lista de esos gastos extra
Les llamo gastos “extra” porque tú y yo sabemos que se pudieron haber evitado.
A veces solo por flojera o porque se nos hace tarde, gastamos de más, como lo de la fondita, o tomar taxi en vez de ir en transporte público.
5. Ya detectados tus patrones, ¡evítalos!
¿Cómo? Organización es la respuesta. Por ejemplo:
Si sabes que te cuesta levantarte por la mañana y eso hace que salgas tarde tengas que tomar un taxi, acuéstate más temprano.
Tienes comida en casa, pero se te echa a perder porque no la cocinas y terminas gastando además de tu súper, en comidas fuera; es hora de ponerte a cocinar y llevar tu tupper a la oficina.
Te encanta el café y es algo que no puedes dejar, ¡perfecto! pero ahora llévalo en un termo desde casa en vez de pagar sobreprecios en la cafetería de moda.
Sí, de vez en cuando (y siempre y cuando esté en tu presupuesto jeje) está bien ese café, pero que no sea de todos los días.
6. Haz un test de finanzas
Si aún necesitas ese empujoncito extra para arreglar tu relajito financiero porque sientes que esto no es suficiente, hay muchas opciones, una de ellas, es este test gratis que preparé para ti, así conocerás el estado real de tus finanzas y podrás de una vez por todas, empezar a arreglarlo y que el dinero ahora sí te alcance.
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Salir de las deudas
Después de todo esto, ahora sí, empecemos a trabajar en tus deudas.
Lo primerito que quiero decirte, es que las deudas no son el diablo y no todas las deudas son malas.
Así como lo lees, hay deudas buenas, por ejemplo: un crédito para aplicarlo en algo productivo, como una nueva computadora que te hará hacer tu trabajo más rápido y fácil; insumos para tu negocio, por mencionarte algunos.
Pero las deudas se nos pueden salir de control en un abrir y cerrar de ojos ¡y aguas! porque es justo eso lo que queremos evitar, pues recuerda que todos los créditos tienen tasas de interés y tasas moratorias.
Si revisas el estado de cuenta de tu tarjeta de crédito, por ejemplo, puedes ver el porcentaje de estos intereses y la verdad es que muchas veces son altísimos.
Por eso quiero que te conviertas en lo que llamamos un “totalero”, es decir, que pagues todo cada mes, para que el crédito sea un apoyo y no una carga.
Para salir de tus deudas, te recomiendo:
- Haz un listado -sí, me encanta enlistar cosas jeje porque es fácil visualizar dónde nos encontramos- y en él, anota cuánto debes, a quién, qué deudas debes pagar primero y qué cantidad necesitarías al mes para cubrirlas todas. Ojoooo, que no sean los mínimos de los pagos, sino los totales.
- Una vez que encuentres cuál es tu deuda más cara o urgente, ponle un número de prioridad para saber en qué orden las pagarás, de la más cara a la más barata.
- Distribuye 90 por ciento de lo que pudiste “escarbar” de tus patrones de gasto, entre tus deudas, según el nivel de prioridad y costo que asignaste.
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- El 10 por ciento restante, vas a destinarlo a una meta que elijas.
- Cuando avances en el pago de deudas y te liberes de la primera, puedes redistribuir lo que pagabas mensualmente y meterle al menos 10 por ciento de eso a tu meta o deuda buena, y el resto para agilizar los pagos de las demás deudas.
- Una vez que salgas de tus deuda de consumo y hayas aprendido a usar el crédito a tu favor: puedes hacer el reto deuda de la buena, que se trata de generar ingresos aplancándote con financiamiento. Puedes entrarle al reto si ya redujiste tus deudas, eres súper puntual en tus pagos y por favor calcula bien el margen, ¡no te vayas a sobreendeudar!
No es magia, es constancia y generación de hábitos, es algo en lo que debes trabajar todos los días, piensa que cada gasto innecesario te aleja de tus metas.
Una vez que aprendas que el dinero es una herramienta para alcanzar más rápido tus sueños y no para que te dé pesadillas, todo será más sencillo.
¡AbrazOINKs!