Andrew Winston resalta la importancia de que las empresas se alineen con un enfoque net positive para crear un mundo más sostenible y equitativo.
El mundo empresarial no puede mantenerse al margen de las grandes problemáticas globales como el cambio climático y la desigualdad, aseguró Andrew Winston, autor, conferencista, asesor e impulsor del cambio.
Durante su Master class “¿El mundo es mejor porque tu empresa está en él? Giga tendencias y el impulso hacia el net positive”, Winston destacó la importancia de que las empresas asuman un papel activo en la solución de estos desafíos.
“No sugiero que la forma de alcanzar un mundo más limpio sea detener la economía global (como sucedió con la pandemia), pero nos dio una visión de lo que es posible”, comentó, refiriéndose al impacto positivo que la reducción de la actividad humana tuvo sobre la calidad del aire en ciudades como Los Ángeles o Nueva Delhi.
Para el experto internacional, este ejemplo representó una metáfora de lo que las empresas podían lograr cuando enfocan sus esfuerzos en la sostenibilidad, y subrayó que no se trata solo de cumplir con metas ambientales, sino de redefinir el rol de las empresas en la sociedad.
“La demanda de que las empresas piensen más allá y en grande proviene de todas partes”, afirmó, destacando la creciente presión por parte de consumidores, colaboradores e inversionistas, quienes exigen una mayor responsabilidad social y ambiental.
“El consumidor quiere poder ver los productos, saber de dónde provienen y hacer preguntas clave”, explicó.
Las nuevas generaciones, en especial los millennials y la generación Z, esperan que las empresas contribuyan a resolver problemas globales como el cambio climático y la desigualdad.
Más allá de etiquetas, hacer cambios reales
El concepto de “net positive”, propuesto por Winston, va más allá de simplemente reducir el impacto negativo de las empresas: se trata de generar un impacto positivo. La pandemia demostró la capacidad de las empresas para adaptarse y colaborar, además de acelerar el enfoque hacia la sostenibilidad.
“Las organizaciones tuvieron que replantearse cómo cuidar a sus proveedores, clientes y empleados de una manera diferente”, expuso.
Aunque la Inteligencia Artificial posee un gran potencial para reducir la huella ambiental de las empresas, también presenta desafíos importantes, como el consumo energético.
“El uso de la IA puede reducir la huella global, pero está generando una nueva demanda energética”, advirtió.
Para Winston, el mundo empresarial debe liderar las soluciones a los problemas globales. No se trata solo de evitar daños, sino de contribuir activamente a un mundo mejor. La pregunta que las empresas deben hacerse, según el experto, es: “¿El mundo es mejor porque tu empresa está en él? Si la respuesta es afirmativa, entonces están en el camino correcto hacia un futuro net positive”.
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