Un emprendimiento no es solo un negocio más, significa el proyecto de toda una vida para miles de empresarios que apuestan por independizarse y crear su propio patrimonio.
Sin embargo, ser emprendedor no es fácil. El 41 por ciento de ellos han formado algún proyecto que cerró sus puertas en México, de acuerdo con la Asociación de Emprendedores de México (ASEM).
El principal motivo del fracaso de estos negocios es la falta de conocimiento de mercado, a este le sigue la falta de financiamiento. De hecho, el reporte de la organización encontró que el 64 por ciento de los emprendimientos no cuentan con el apoyo de ninguna organización pública o privada.
“Durante los primeros tres años de funcionamiento, la fuente principal de capital son los recursos propios de las y los socios. Así queda claro que los riesgos de la inversión los asume casi enteramente el equipo fundador”.
3 historias de emprendedores que hoy son globales y te harán querer abrir tu negocio
Los emprendimientos diversifican la economía al introducir nuevas industrias y sectores. Esto reduce la dependencia de una sola industria o producto, lo que hace que la economía sea más resistente a los cambios y crisis en sectores específicos.
Estos proyectos son una fuente importante de nuevos empleos. A medida que crecen y tienen éxito, contratan a más personas, lo que reduce la tasa de desempleo.
Además, los emprendedores suelen introducir nuevas ideas, productos y servicios en el mercado. Esta visión conduce a mejoras significativas en la eficiencia, la calidad y la accesibilidad de los bienes y servicios disponibles.
Por esto, los dueños de estas empresas deben apostar por fortalecer su negocio y atravesar el Valle de la Muerte del emprendimiento. Estas son algunas formas de hacerlo.
“Estoy convencido de que lo que separa a los emprendedores exitosos de los que no han tenido éxito es puramente la perseverancia”.
Steve Jobs