Emiliano Zapata fue un mítico líder revolucionario que, a más de 100 años de su asesinato, tiene importantes lecciones que darle los líderes actuales.
Emiliano Zapata fue uno de los líderes más icónicos que surgieron durante el movimiento de la revolución en México. Su nombre fue íntimamente ligado a la protección de los más desfavorecidos y, a pesar de que hace más de 100 años fue asesinado, hoy en día aún muchos recuerdan al Caudillo del Sur.
Uno de sus principales logros fue la redacción del Plan de Ayala en 1911, en el que se exigió la devolución de las tierras que habían sido arrebatadas a los campesinos por grandes propietarios y empresas.
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Con esa acción, Zapata lideró una lucha tenaz para que iniciara la conocida Reforma Agraria que tenía como fin ayudar a los agricultores y a los pueblos indígenas. Gracias a su dirección, se logró la restitución de tierras y la creación de ejidos, comunidades agrarias que permitieron a los campesinos trabajar la tierra en mejores condiciones de vida.
Por haber implementado cambios notables en la política y sociedad mexicana, estas son las principales lecciones de liderazgo que dejó el Caudillo del Sur para quienes quieren romper paradigmas en la actualidad.
Hay varias lecciones de liderazgo que se pueden aprender de la vida del guerrillero morelense, Emiliano Zapata.
Emiliano Zapata se convirtió en un líder legendario durante la revolución porque él creía fervientemente en que debía existir una reforma agraria para mejorar la vida de los campesinos.
Para poder detectar fallas en la estructura política o social es necesario que los líderes sean empáticos y observen las necesidades que quieren resolver las personas que lo rodean.
La revolución trajo consigo varios peligros, uno de los más reales era morir asesinado en manos de los enemigos, pero sin importar eso, Zapata decidió enfrentar los obstáculos y peligros en su lucha, pero nunca se rindió.
Actualmente el país no está atravesando ninguna guerra interna, sin embargo, los peligros siguen estando presentes, el secreto está en no sucumbir ante ellos.
Así como se mencionó anteriormente, la familia de Emiliano Zapata se dedicaba al campo, por lo tanto, el caudillo vivió de primera mano el sufrimiento que el gobierno de aquel entonces le causaba a su pueblo.
Un líder siempre tiene que conocer qué es lo que necesita su comunidad y sus colaboradores para poder defenderlos ante cualquier peligro o desafío que enfrenten.
Emiliano Zapata era un excelente líder porque durante la revolución tuvo que cambiar numerosas veces de planes para poder seguir con vida y liberar a los campesinos de su opresión. A pesar de ello, nunca dejó de lado su principal meta que era ayudar a quienes trabajaban la tierra.
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Esto significa que quienes dirigen distintos proyectos en la actualidad deben de ser lo suficientemente maduros como para poder cambiar provisionalmente sus planes sin afectar el destino que quieren construir.
Durante la revolución, quienes lideraban un batallón no podían darse el lujo de dar órdenes a medias o de no revelar la información adecuada a sus colaboradores. Esa circunstancia hizo que Emiliano Zapata se convirtiera en un líder eficaz a la hora de comunicar sus ideas. Él sabía que la regla de oro al momento de dar instrucciones era: más es menos.
Los líderes actuales deben seguir este ejemplo para poder cimentar de forma más rápida los proyectos que tienen en mente y evitar malentendidos entre su equipo.