Ser un líder y no un jefe es apenas la primera estrategia de management que debes de llevar a cabo para hacer de tu negocio un éxito. Descubre otras más.
Las estrategias de management ayudan a definir y alcanzar los objetivos de la empresa. Proporcionan una dirección clara y un plan para lograr metas a corto y largo plazo. Sin un plan sólido, una empresa puede carecer de un rumbo definido y perderse en un mar de actividades desorganizadas.
La importancia de este término y su uso en el espacio laboral lo resaltó Alfred D. Chandler Jr., historiador y economista estadounidense en su libro “Strategy and Structure. Chapters in the history of the American Industrial Enterprise“.
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Llevar a cabo este tipo de planificación permite una asignación eficiente de recursos, incluyendo capital, personal y tiempo. Esto ayuda a maximizar la productividad y minimizar el desperdicio de recursos valiosos.
Además, en un entorno empresarial cada vez más competitivo, las estrategias efectivas de management pueden proporcionar a una empresa una ventaja competitiva. Ayudan a diferenciar la empresa de sus competidores y a anticipar y adaptarse a los cambios en el mercado.
La gestión efectiva de una empresa implica una variedad de estrategias y enfoques para asegurar el éxito a largo plazo. A continuación, se presentan algunas estrategias de management que se consideran fundamentales y que no deben faltar en una empresa.
Indeed recomienda a los líderes hacer que sus trabajadores se enamoren continuamente de su labor. Esto, más allá de volverse una tarea titánica o que demande muchos recursos, se puede hacer de forma sencilla al asignarle a la fuerza laboral las tareas que estén preparados para resolver.
“Los empleados satisfechos se preocupan por hacer su trabajo como se espera y es posible que no piensen en sus propios intereses ni prioricen su sueldo. Como gerente, asegúrate de que tus empleados estén continuamente comprometidos.”.
Asignar las labores correctas, generar capacitaciones de forma recurrente y crear canales abiertos de diálogo son las acciones que más surten efecto para fidelizar talento.
El micromanagement en la organización
La página dedicada a la atracción de talento también explica que recompensar el desempeño sobresaliente promueve la productividad entre los colaboradores. Esto también significa que se maximizan las ganancias.
Las compañías pueden idear distintos sistemas de recompensa para reconocer los esfuerzos extra de sus equipos. Un buen sistema de recompensas para los empleados aborda principalmente cuatro áreas:
“Una vez que te des cuenta de lo eficaz que es recompensar a sus empleados, es probable que obtengas una ventaja competitiva y mantengas a tu empresa en la cima”.
El instituto de estudios superiores, UAB Collat School fo Business, informa que a menudo sucede que los nuevos líderes tienen problemas para ejercer poder e influencia sin ser autoritarios. Sin embargo, una actitud de dominación ciertamente no ayudará a alentar a su equipo ni a ganarse la confianza.
“En lugar de centrarse en controlar, concéntrate en formas de motivar al equipo para que haga lo mejor que pueda”.
Esto se puede hacer al incentivar el trabajo que realiza cada individuo. Reconocer un trabajo bien hecho y hacer que cada persona sienta que tiene el poder de lograr todo lo que espera es mucho más efectivo que infundir miedo o preocupación.
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La disposición a pagar (DAP) es el precio más alto que un cliente está dispuesto a pagar por un producto o servicio. Cualquier desequilibrio en esta cifra puede disuadir al público de comprar. Sólo cuando un cliente está encantado con un producto o servicio está dispuesto a pagar más.
De acuerdo con Harvard Business School, aumentar la DAP es una estrategia eficaz para las empresas interesadas en aumentar sus ganancias y para llevar a cabo esto se necesita identificar tres mecanismos en la compañía: conferir estatus, reducir la incertidumbre y formar gustos.
“Este difícil acto de equilibrio requiere una comprensión del producto y del consumidor objetivo”.
El mismo instituto explica que la disposición a vender (WTS) es el precio más bajo que los proveedores están dispuestos a aceptar a cambio de los materiales necesarios para crear productos o servicios.
“Así como los clientes deben sopesar el valor personal versus el monetario al determinar si quieren participar en una transacción, lo mismo deben hacer los proveedores”.
Reducir la DAP para uno o ambos grupos puede ser una estrategia comercial eficaz para las empresas que no pueden aumentar en este rubro. Por ejemplo, las empresas que pueden motivar a los empleados a trabajar por un costo menor proporcionando valor de otras maneras. Un ejemplo de otras formas de pago son: