Por más que Sam Altman, Elon Musk o Mark Zuckerberg hablen positivamente de la IA y del desarrollo de la tecnología, existen expertos en relaciones humanas que se preguntan si estas nuevas herramientas tienen el poder de conectar a los seres humanos.
ENSENADA, Baja California.- ¿La Inteligencia Artificial (IA) debería de haber avanzado tanto? Esta es la pregunta que se planteó Sue Cunningham, presidenta y CEO del Council for Advancement and Support Education (CASE), una institución que se encarga de promover el apoyo hacia las universidades.
Para la líder de una organización que constantemente se encarga de conectar los centros académicos con inversionistas públicos y privados, la conexión entre personas es fundamental para la sociedad.
“No hay duda de que el internet y la IA tienen la capacidad de hacer grandes cosas destructivas. Sin embargo, la forma en la que la humanidad navega a través de ambas tecnologías es muy importante para darle dirección”, dijo en el Congreso CASE América Latina 2024 organizado por CETYS Universidad.
La idea de Cunningham resulta revolucionaria en un escenario en el que todos los líderes apuestan por inaugurar departamentos especializados en IA. Además, cada vez más universidades apuestan por crear materias o carreras especializadas en el análisis de datos y programación.
El mundo apuesta por la tecnología. No obstante, esta líder se detiene a pensar si los humanos realmente necesitan esto o no. Algo que muchos tacharían de inaudito.
Existen dos hechos que han transformado la forma en la que los humanos interactúan con el mundo. El primero fue la pandemia por COVID-19. A partir de ese momento los humanos comenzaron a apostar por las reuniones virtuales o el trabajo híbrido.
Posteriormente, en noviembre de 2022, Sam Altman le presentó al mundo ChatGPT. Esta herramienta cambia diariamente la forma en la que las personas crean discursos. Modela las obras visuales que son viralizadas en las redes.
Sue Cunningham recuerda con alegría como en CASE sus colegas lograron dominar las formas de interacción sociales que se volcaron a lo virtual.
“Crear esta conectividad en 2 dimensiones fue muy difícil. Sigo pensando que las 3 dimensiones son necesarios para generar una verdadera conexión. A pesar de que tenemos más avances tecnológicos para ayudarnos, espero nunca regresar a esas condiciones”.
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Además de ser CEO de CASE, la líder es miembro del consejo de administración del Signature Theatre. Es fanática de las artes escénicas.
Por esto, le son familiares algunos términos utilizados en este rubro. Uno de ellos es “la cuarta pared”. Constantin Stanislavski acuñó este concepto para describir la barrera que divide a los actores del público. Evita que la audiencia se convierta en partícipe del acto.
Sue Cunningham adoptó este concepto y lo acercó a la esfera de la comunicación y la generación de conexiones humanas. Crear más espacios inclusivos, en “3D”, que inviten a diversos participantes a unirse por una causa (en su caso es el de reunir fondos para apoyar la educación) es esencial.
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