La planeación diaria es clave en ventas. Un día a la vez ayuda a mantener el rumbo, aprender de los retos y alcanzar las metas.
Dedicarse al área comercial puede ser un tanto complejo; en ocasiones, algunos lo verán como una actividad de poco valor.
A veces resulta engañosa para quienes insisten en realizar esta profesión que, en ocasiones, nos elige, y en otras, parece que aprenderla y reaprenderla ayuda a comprender mejor todos los puntos importantes que involucra ser “de ventas”.
MIT SMR México se financia mediante anuncios y sociosPara algunos es sencillo, dicen: solo aprendes un texto, escribes algo que dé sentido y ¡listo! Ya vendiste. Aquellos que nos dedicamos a esta profesión sabemos que no es así.
Ser experto en un producto o servicio es importante. Hablando del área comercial, aquellos que aún no se han involucrado en profundizar y especializar su conocimiento, podemos invitarlos a dar este paso: ser, en la medida de las posibilidades, congruentes con lo que se dice y se hace.
Especializarse puede resultar, en ocasiones, tardado en un mundo donde todo urge y todo es inmediatez.
Las negociaciones pueden caer, podemos desesperarnos, pero un día a la vez, un paso a la vez, ponemos en marcha algo que no debemos olvidar.
Ser comercial es ser un comercial
Un principio básico que no debe faltar es la planeación. Recuerdo que un día un jefe me comentó:
—¿Qué hay en la agenda para hoy?
Honestamente, no tenía plan ese día. Había cambiado de ser maestra, donde tenía un plan por día, hora y mes totalmente cubierto, pero no tenía idea de cómo realizarlo ahora en el área de ventas.
¿Qué actividades debía tener en cuenta? Esa fue mi primera lección como comercial.
—¡Karluca, prefiero que te quedes en tu casa a que vengas si no sabes qué vas a hacer!
—Ya que, si no, será un día perdido.
Me quedé reflexiva; mi cabeza repetía: “Un día perdido”.
Podía tener mil pretextos, como muchos lo hacen. Sin embargo, tomé ese día y le dije:
—Me puede guiar, no tengo idea de cómo hacerlo.
Recuerdo que me miró extrañado y me dijo:
—¡Saca pluma y papel!
Desde ahí mejoró mi actividad y mi productividad. Mi jefe se convirtió en mi guía y apoyo en este mundo del que poco sabía.
Un día a la vez, en ventas, debemos contemplar lo más importante hasta lo menos relevante.
Si tomamos en cuenta a Brian Tracy con su libro Tráguese ese sapo, podemos dividir las actividades de tal forma que citas, seguimientos, llamadas y reportes se unifiquen para lograr la meta del mes y no sufrir durante todo el mes por no alcanzarla.
A veces las negociaciones pueden caer, pero seguimos caminando, sembrando para cosechar.
Un día a la vez, planifiquemos y demos sentido a ese nuevo día, que será nuestra nueva oportunidad.
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