Se desvanecen las falsas promesas sobre que la IA nos iba a ahorrar tiempo ya que ese tiempo se está convirtiendo en más trabajo en lugar de convertirse en tiempo que podría ser aplicado para reducir la semana laboral, hacer procesos de upskilling y reskilling o simplemente permitir que las personas accedan a tener más tiempo de ocio.
El 30 de noviembre de 2022, se introdujo ChatGPT en el mercado. Ahora, a punto de cumplir su primer aniversario, mucho se ha dicho sobre su posible impacto en el futuro del trabajo, sin embargo, la preocupación de que la Inteligencia Artificial eventualmente reemplace empleos administrativos ya se ha comenzado a convertir en una realidad del presente.
Un estudio realizado por investigadores de EE. UU., reveló que, a pocos meses de la introducción de ChatGPT, los escritores y diseñadores gráficos en las principales plataformas de trabajo freelance en línea vieron una disminución notable en la cantidad de trabajos obtenidos, así como una reducción aún mayor en sus ingresos. Esto indica que la IA generativa no solo está suplantando sus empleos, sino que también está depreciando el valor del trabajo que aún realizan.
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Dicho estudio se titula “The Short-Term Effects of Generative Artificial Intelligence on Employment: Evidence from an Online Labor Market” y está escrito por Xiang Hui, Oren Reshef y Luofeng Zhou de la Universidad de Washington y la Universidad de Nueva York.
Para realizar el estudio, analizaron el impacto del lanzamiento de ChatGPT en el empleo de profesionales independientes en plataformas en línea como Upwork, que vinculan a autónomos o freelancers con proyectos de corta y mediana duración.
Los hallazgos indican que los freelancers en ocupaciones altamente afectadas, principalmente profesiones creativas como diseñadores gráficos y redactores, experimentan reducciones tanto en el empleo como en los ingresos debido a la introducción de la IA generativa.
Esto sugiere que, a corto plazo, la IA generativa reduce la demanda general de trabajadores del conocimiento. Además, destaca la ambigüedad de los efectos de la IA, por un lado, puede complementar a los trabajadores humanos aumentando su productividad o, por el otro, sustituirlos, lo que lleva al incremento del desempleo.
Otro análisis aún más reciente, realizado por la Escuela de Negocios de Harvard, titulado “Navigating the Jagged Technological Frontier: Field Experimental Evidence of the Effects of AI on Knowledge Worker Productivity and Quality”, observó el rendimiento de un grupo de empleados del Boston Consulting Group (BCG) que tenían acceso a ChatGPT-4, en comparación con otro grupo que, realizando las mismas tareas, no contaba con esta herramienta.
Los trabajadores que usaron ChatGPT-4 para realizar tareas de consultoría fueron significativamente más productivos que sus colegas. No solo completaron las tareas un 25 por ciento más rápido y lograron un 12 por ciento más de tareas en general, sino que el estudio concluyó que la calidad de su trabajo era un 40 por ciento superior a la de aquellos que no utilizaron IA.
Estos resultados podrían ser el pretexto perfecto para hiperproductivizar a los humanos, es decir, si pueden trabajar 25 por ciento más rápido entonces significa que pueden hacer 12.5 tareas al día en vez de hacer 10.
Aquí es donde se desvanecen las falsas promesas sobre que la IA nos iba a ahorrar tiempo ya que ese tiempo se está convirtiendo en más trabajo en lugar de convertirse en tiempo que podría ser aplicado para reducir la semana laboral, hacer procesos de upskilling y reskilling o simplemente permitir que las personas accedan a tener más tiempo de ocio.
Por lo que, en lugar de aprovechar esta herramienta para cambiar de fondo la forma en la que percibimos el trabajo y trabajamos, solo se está convirtiendo en una herramienta para hacer más con menos, para precarizar e incluso para explotar más a los empleados y trabajadores.
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Por ahora, estos primeros resultados nos dejan algunos aprendizajes:
Lo que es un hecho, es que en la actualidad hay un esfuerzo insuficiente a nivel global para abordar los inminentes cambios en el mercado laboral.
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Uno de los desafíos más significativos de nuestra era es desarrollar estrategias para equipar a las generaciones emergentes no solo para ingresar al mundo del trabajo, sino también para asegurar su éxito y desarrollo continuo en sus carreras. Esto se vuelve aún más crítico considerando la velocidad de las innovaciones tecnológicas y la constante evolución de las metas relacionadas con las habilidades y conocimientos especializados requeridos.
Así que, nos toca equilibrar tanto las preocupaciones colectivas como el optimismo que despierta la Inteligencia Artificial, iniciando un enfoque serio hacia las preguntas fundamentales que plantea su influencia en el mundo. Enfrentar los desafíos de seguridad, respetando las variaciones regionales y culturales.
Como empresarios, comenzar a reformar la mentalidad de nuestras organizaciones: es crucial superar la visión de ganancias inmediatas y enfocarnos en la sostenibilidad a largo plazo, reconociendo el poder transformador de la IA y su impacto en el desarrollo profesional continuo de los empleados.
También, es momento de que los gobiernos revisen la educación para preparar a nuestros jóvenes para los cambios futuros. Y que nos concentremos en generar empleos en sectores donde las cualidades humanas como la empatía, la compasión y la creatividad sigan siendo esenciales.
Más allá de cómo evolucione la competencia internacional por el liderazgo tecnológico, es crucial que las naciones colaboren para maximizar el potencial de la IA. La manera en que cooperemos ahora con otros en este aspecto determinará nuestra relación con la Inteligencia Artificial.