Expresar la gratitud a través de un diario ayuda a que los colaboradores reduzcan sus niveles de estrés y que se sientan cada día más motivados y valorados por sus líderes.
La gratitud es un elemento indispensable para generar un buen ambiente laboral en la oficina y así lo han revelado distintos estudios. Por ejemplo, un reporte hecho por académicos de la Universidad George Mason corroboró que cuando un equipo es agradecido, sus integrantes generan mayores emociones positivas y existe una disminución en el nivel de estrés.
Ryan Fehr, profesor asistente de administración en la Universidad de Washington, Seattle, mencionó en uno de sus artículos en los que abordó el panorama de la gratitud en negocio que los colaboradores suelen creer que las organizaciones son lugares transaccionales donde se supone que uno debe ser “profesional“. Lo que no es muy sano.
“Podemos pensar que no es profesional llevar cosas como el perdón, la gratitud o la compasión al lugar de trabajo”.
Para comenzar a adoptar a la gratitud como un valor diario y que tenga incidencia en la vida de los colaboradores, lo mejor es comenzar haciendo un “Diario de gratitud“. Este registro le ayudará a las personas a recordar los valores que distinguen al resto de sus compañeros y el motivo por el que forma parte de una organización.
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En general, un diario de gratitud es una herramienta que puede cultivar una mentalidad más positiva, mejorar tu bienestar emocional y fortalecer tu resiliencia en el lugar de trabajo.
Puede ayudarte a apreciar las oportunidades y las relaciones laborales que tienes, lo que, a su vez, puede contribuir a tu desarrollo profesional y tu satisfacción en el trabajo.
Destina una libreta o cuaderno a esta actividad. Puedes forrarla con tus colores favoritos y decorar las hojas. También se vale que sea simple.
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Escoge un momento del día que se adapte a tu rutina para escribir en tu diario de gratitud. Ya sea por la mañana con una taza de café o antes de acostarte. Establecer una rutina te ayudará a integrar esta práctica en tu vida diaria. Para que se convierta en un hábito procura hacerlo por 21 días seguidos.
En lugar de decir “estoy agradecido por mi trabajo”, la recomendación es ser más específica y agradecer por las cosas pequeñas de cada día, así que mejor podrías expresar: “estoy agradecida por la sinergia que generamos con mi equipo a pesar de esta bajo mucha presión”.
Aprende a celebrar y agradecer las pequeñas cosas de la vida. Desde un amanecer hasta el aroma de tu café favorito, cada detalle cuenta. Al centrarte en las pequeñas alegrías, encontrarás una gratitud renovada por lo cotidiano.
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De vez en cuando tómate un momento para revisar tus entradas anteriores en el diario de gratitud. Observa cómo ha evolucionado tu perspectiva y cómo han cambiado las cosas por las que te sientes agradecido o agradecida. Esta reflexión puede ser una fuente de inspiración y motivación.
Compartir tus experiencias y gratitud con otras personas puede aumentar la alegría. Comparte tus reflexiones en las redes sociales, en un blog o simplemente en conversaciones con amigos. También puedes animar a otros a comenzar su propio diario de gratitud.