Coworking, la forma de trabajar que llegó para quedarse en la era pospandemia
Las facilidades que ofrecen los espacios de trabajo compartido respondieron a las necesidades que tuvieron los colaboradores durante la pandemia, ahora, su valor social los sigue manteniendo vigentes.
Paola Tabachnik, fundadora y directora de Co-Madre y PASSWORK, explicó durante su participación en el Foro MIT Sloan 2022 cómo durante la pandemia encontró una forma de hacer el trabajo más amigable para los colaboradores: a través del coworking o también conocido como oficinas compartidas.
La empresaria y jefa de familia compartió que durante la crisis sanitaria por COVID-19 se enfrentó a múltiples desafíos en el trabajo en línea que debía resolver.
“De repente me quedé encerrada con mi hijo, pues no podía dejarlo solo, pero necesitaba seguir avanzando. En ese momento me pregunté por otras madres que estarían atravesando por la misma situación y me dispuse a formar un proyecto que las apoyara”, comentó.
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Con el ánimo de resolver este problema, Tabachnik creó dos proyectos: Co-madre y PASSWORK para brindarle a los colaboradores, especialmente mujeres, espacios de trabajo con las características necesarias para realizar su labores durante la emergencia sanitaria.
Los espacios de coworking y su nuevo valor en la pospandemia
“Las oficinas de coworking ofrecen espacios con las instalaciones necesarias para trabajar, así no tendrás problemas con el mobiliario o con el internet y esto se volvió muy valioso para los colaboradores que actualmente trabajan en una modalidad híbrida o home office”, dijo.
Además de la facilidades en infraestructura, estos espacios tomaron relevancia en 2020, debido a que las personas, hartas de trabajar solas, decidieron mudar su labores para interactuar con más personas.
Las oficinas improvisadas en habitaciones, comedores o cocinas para muchas personas dejaron de ser una opción viable, los espacios abiertos y áreas comunes se volvieron más atractivos y por el aumento de su popularidad se generaron nuevas comunidades.
“De repente las personas podían hablar con abogados, contadores, ingenieros, etc. Se formaron amistades interdisciplinarias en las que unos se ayudaban a otros. Independientemente de su trabajo si alguien tenía un problema, los demás lo o la ayudan desde su área”, explicó Tabachnik.
Las oficinas compartidas de repente dejaron de ser valiosas sólo por los aspectos materiales y de infraestructura que ofrecen, también tomaron un valor social.
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La NOM 037 no está peleada con los espacios colaborativos
La NOM 037 surgió con el fin de que los empleadores cuidaran de forma integral la salud de sus colaboradores digitales. De acuerdo con estas regulaciones, los líderes de las empresas deberán proveer a sus trabajadores en línea el equipo necesario para realizar sus labores.
Paola Tabachnik recordó el caso de unos conocidos en Mérida que necesitaron mantener el aire acondicionado encendido para trabajar. Esto elevó sus gastos y, en lugar de verse beneficiados por la modalidad de trabajo en línea, resultó lo contrario.
Este es solo un ejemplo de las complicaciones que surgieron para las empresas y colaboradores durante la pandemia, mismas que tendrán que ser arregladas por los empleadores. “Los espacios de coworking le ofrecen a las empresas y empleados una solución a sus problemas, ya que son espacios que ya están adecuados para ser usados”, agregó.
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