Los mexicanos son quienes más horas trabajan, pero esto podría cambiar el próximo año con una reforma que reduciría la jornada a 40 horas a la semana.
A pesar de que la Ley Federal del Trabajo (LFT) menciona que los colaboradores mexicanos deben trabajar un máximo de 8 horas al día, la realidad para miles de trabajadores es diferente. De acuerdo con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), el país rompió récords y es en el que más horas trabajan las personas.
En promedio, un trabajador nacional labora más de 2 mil 100 horas al año. Mientras que los empleados de Dinamarca se encuentran activos únicamente mil 380 horas anualmente.
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Esto es tan solo uno de los síntomas de una realidad que documentó un estudio lanzado de William Russell, en el que nombran a México como el lugar en donde existen las peores condiciones para laborar.
Algunas de las características que hicieron que el país ganara este lugar son sus bajos salarios y el promedio de horas semanales laboradas. Sin embargo, las autoridades han lanzado iniciativas para cambiar las condiciones de la fuerza laboral. Por ejemplo, en 2022 se propuso reducir las jornadas laborales.
La reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales es un tema que ha generado debates y discusiones en diversos lugares del mundo. Una de las principales razones es que los colaboradores podrían balancear su vida personal y la laboral. Sin embargo, algunos advierten la pérdida de productividad.
Según la investigación, “Impacto de la conciliación laboral y familiar en el desempeño organizativo“, para los trabajadores, una de las variables más influyentes en su bienestar personal es poder compartir con su familia.
Lograr la armonía entre vida laboral y familiar parece ser clave para la satisfacción de los empleados. Esto impacta directamente en el rendimiento de su rendimiento en la empresa.
“Si esta conciliación se pone en riesgo, aumenta el estrés, el absentismo y el abandono. En cambio, si se fortalece la armonía entre ambas dimensiones, mejora la motivación, la satisfacción y el desempeño”.
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Al proporcionar a los empleados más tiempo libre, se les brinda la oportunidad de descansar y participar en actividades que puedan estimular la creatividad. Esto puede llevar a una mayor innovación en el lugar de trabajo.
Según el sitio especializado en información científica, Scientific American, lo fundamental que debemos reconocer es que cuando se divaga, cosa que pasa cuando las personas descansan, no tiene nada en particular en qué concentrarse, por lo que el cerebro está bastante activo.
“Cuando haces cosas como dar un largo paseo, tu mente subconsciente sigue trabajando en los problemas. La experiencia de tener la mente ligeramente relajada le permite explorar diferentes combinaciones de ideas y probar diferentes soluciones”.
Al ofrecer una jornada laboral más corta, las empresas pueden hacerse más atractivas para posibles empleados. Puede facilitar la contratación y retención del talento.
Una jornada laboral más corta puede hacer que la compañía sea más atractiva para posibles colaboradores porque ofrece un equilibrio mejorado entre trabajo y vida personal. Esto puede atraer a más personas al mercado laboral y aumentar la disponibilidad de talento.
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Indeed explica que reducir la jornada laboral implicaría una afectación en la forma en que calcula el tiempo libre remunerado ya que si los colaboradores acumulan tiempo de vacaciones en función de cuánto trabajan, ese cálculo cambiará.
“La cantidad de horas que un empleado necesita para tomarse un día libre también podría cambiar si se acortan los días laborales”.
Para evitar caer en este tipo de problemas, el sitio recomienda consultar con un especialista en brindar este tipo de beneficios. Además el equipo de contabilidad puede ayudar a los líderes a determinar si se necesita realizar cambios en la acumulación de tiempo libre.
El mismo sitio menciona que reducir las horas de trabajo podría dificultar que los colaboradores terminen todas sus labores. Una vez que se quedan atrás, puede resultar difícil ponerse al día.
“En última instancia, esto puede perjudicar la productividad y costarle dinero a la empresa, especialmente si tiene que contratar más personas para manejar la carga de trabajo”.
Este tipo de retrasos pueden causar que los clientes de distintas empresas dejen de trabajar con algunos de sus aliados para buscar compañías en donde los colaboradores puedan alcanzar sus objetivos.
Cambiar la jornada laboral puede ser complicado y requerir ajustes en la planificación y la gestión de recursos, lo que podría generar resistencia y dificultades logísticas.
Las empresas necesitarían ajustar la planificación y la gestión de recursos para adaptarse a una jornada laboral más corta. Esto podría incluir cambios en los horarios de trabajo, la asignación de tareas y la capacitación para garantizar una transición suave.