¿Tiene sentido contar historias en un mundo inundado por contenidos hechos por la IA? ¿Sobrevivirá la humanidad sin narraciones que nos unan para trabajar en equipo por un objetivo común?
Lo que nos hizo la especie más poderosa del planeta hoy se revierte y se transforma en una avalancha que podría destruirnos.
Suena catastrófico, pero es real.
Como lo explica muy bien Yuval Noah Harari, el historiador israelí en su más reciente libro Nexus, gracias a una historia en la que creemos millones (como una religión, un estado-nación o una empresa), hemos sido capaces de dominar al resto de las especies, inventar internet y llegar a Marte, entre muchas más hazañas que hubieran sido imposibles de lograr sin trabajar en equipo por un objetivo común.
Pero hoy se nos olvidó para qué contamos historias. Hoy creamos contenidos nomás para agradar a los algoritmos de Google o las redes sociales, para hacernos virales o para generar cifras de engagement que dejen contentos a nuestros clientes. Ya no contamos historias para conectar con personas reales. Y al hacerlo nos estamos ahogando en toneladas de contenido.
El problema es hoy más grave debido al contenido generado por la Inteligencia Artificial (IA): el 57 por ciento de los contenidos de la web son generados por IA o traducidos con el apoyo de alguno de sus modelos, según un estudio realizado por investigadores de Amazon Web Services (AWS).
Y el costo está siendo muy alto. Seis de cada diez jóvenes de la Generación Z reportan sentirse abrumados por los eventos globales, según un reporte del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés). Los más afectados también son quienes reportan los niveles más bajos de bienestar y empoderamiento.
“Esto no es solo un problema juvenil, sino de toda la sociedad. El sentirse abrumado deteriora la salud mental, lo que a su vez debilita la capacidad de acción”, alerta Zeinab Hijazi, Global Mental Health Lead de la UNICEF.
Todos estamos cada vez más tiempo conectados a una pantalla y, al mismo tiempo, más solos, aturdidos y hartos, añorando una conexión real con personas reales.
Las empresas nos inundan con mensajes de venta, aunque sean mentiras, y nosotros nos tragamos todo sin chistar, pues ya no reconocemos la realidad fuera de las pantallas. Estamos todos juntos matando al storytelling.
¿Quién mató al storytelling? El grave error de –sólo– contar para vender
Menos es más
Para mí, la solución no es dejar de contar historias, sino volver al origen por el que nacieron: para comunicarnos, para entendernos, para unirnos y para encontrar objetivos comunes que nos lleven a lograr cosas extraordinarias.
Porque, aunque se nos olvide, nos comunicamos para mucho más que para vender: nos comunicamos para conectar, tejer redes, formar alianzas, para inspirar y que nos inspiren, para cambiar y ser cambiados, para trascender.
Creo que estamos muy cerca del colapso informativo, un momento en el que el hartazgo de contenido basura y sin fondo, aunado a la necesidad de conexiones humanas, profundas y verdaderas, nos impulse a dejar el juego de crear contenido para alimentar y agradar a los algoritmos, y nos regrese al disfrute creativo y lleno de emociones que significa contar y escuchar historias.
Por eso me atreví a escribir un libro: ¿Quién mató al Storytelling? Narrativas sin mentiras donde les cuento de esta crisis en las narrativas corporativas y de marketing, pero también propongo nuevas formas, más inteligentes y honestas, de contar historias para volver a conectar de forma auténtica con las audiencias y recobrar su confianza, sin la cual no hay negocio que sobreviva.
Porque, como nos lo recuerda el autor y speaker Simon Sinek:
“La comunicación no consiste en decir lo que pensamos, sino en asegurarnos de que los demás escuchen lo que queremos decir.”
Storytelling, el secreto del liderazgo en tiempos de crisis
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Fundador de Bar Emprende Periodista de negocios, estratega editorial, consultor en storybeing y comunicación integral, y mentor de emprendedores. LinkedIn Top Voices 2019. Fundador de BAR EMPRENDE. Speaker en temas de liderazgo, storytelling, periodismo digital, comunicación integral y emprendimiento. Fue director de Entrepreneur en Español y fundador de Forbes.com.mx. Ha sido editor en El Financiero, El Economista y Expansión, y reportero en El Universal.y recibe contenido exclusivo


