Donald Trump, el irónico caso del mártir que podría hacerle ganar votos a Joe Biden
Así como cayó Goliat, el atentado que sufrió el candidato republicano puede representar una seria ventaja para Joe Biden. (Especial/MIT SMR México)
Tras su atentado, Donald Trump es visto como mártir político por sus simpatizantes. Sin embargo, Joe Biden tiene una oportunidad dorada para destacar su compromiso con la paz y la prohibición de armas. Este momento crucial podría redefinir el liderazgo de la nación más poderosa en las próximas elecciones.
El atentado contra Donald Trump desató una ola mediática que lo presentó como mártir. Sin embargo, este trágico evento puede ser visto como una consecuencia directa de su propia ideología a favor del uso y portación de armas en Estados Unidos.
Iliana Rodríguez Santibáñez, profesora investigadora en Derecho Internacional del Tec de Monterrey Campus Ciudad de México, considera que esta situación inyectó más incertidumbre sobre el curso de la contienda electoral, ya que el intento de asesinato al expresidente podría desencadenar una nueva ola de polarización política y violencia o incluso llamar a la solidaridad bipartidista.
“El propio Biden, en los mensajes que ha dado, ha llamado a la unidad y ha repudiado estos hechos que no son propios de la moral estadounidense”, dice la analista en política internacional.
En este contexto, Joe Biden tiene una oportunidad única para reforzar su posición. A pesar de que su figura ha perdido protagonismo frente a su adversario, el mandatario puede aprovechar la situación para recordar a sus votantes en estados clave que los demócratas no apoyan el uso de armas ni los discursos de odio.
Esto podría ayudar a fortalecer su base y atraer a nuevos seguidores en un momento crucial donde las preferencias de votación no le son tan favorables.
Joe Biden tiene una oportunidad única para resurgir como un fénix
De cara a este escenario, ¿qué podría hacer un Joe Biden apaleado públicamente ante este tifón en el que se transformó Donald Trump? Quizá el único que podría entender su situación actual sería David, el mítico ser que enfrentó a Goliat, quien armado únicamente con un puñado de piedras derrotó al gigante filisteo.
Siguiendo esta narrativa, George I. González, fundador de Complex Made Simple, asegura que Joe Biden podría arrojar una de sus piedras y disminuir a su enemigo político, lo único que necesita es un buen tiro.
“Con una sólida estrategia y en el tiempo debido, Biden puede recordarle a los estadounidenses que Trump ha sido un férreo defensor del uso de armas, algo que él nunca ha apoyado”, comenta el experto en comunicaciones políticas y corporativas.
No obstante, las dudas de los votantes sobre la agudeza mental de Biden le han pasado una factura muy cara. El 44 por ciento de los estadounidenses encuestados por Pew Research Center votarían por Trump, un 40 por ciento se decantaría por los demócratas y un 15 por ciento apoyaría al candidato independiente, Robert F. Kennedy Jr.
Aunque el expresidente Trump goza de una ventaja de cuatro puntos porcentuales la realidad es que los votantes de ambos bandos no están nada contentos.
Una proporción cada vez mayor aseguró a la encuesta que remplazaría a ambos de la boleta electoral. En tanto que aproximadamente 6 de cada 10 votantes describen a Biden y a Trump como “vergonzosos”.
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Donald Trump y su atentado, el nacimiento de un mártir
El genio estable, como se ha autodenominado Donald Trump, encandila a su público con discursos llenos de rencor.
Su famoso slogan “Make America great again”, nunca sonó más violento. Sin embargo, y traicionando los principios democráticos, el odio que proclama regresó de forma funesta y trágica. El candidato republicano sufrió un atentado.
El sábado 13 de julio Thomas Matthew Crooks decidió poner fin a la vida del político. El acusado tenía apenas 20 años y, armado con un rifle semiautomático AR-15, abrió fuego contra el expresidente mientras se dirigía a una multitud en Butler, Pennsylvania.
“Fight, fight, fight”, esas fueron las últimas palabras dichas por Donald Trump mientras bajaba del escenario custodiado por el elementos del Servicio Secreto.
Por un momento, las imágenes del empresario evocaron el trágico suceso donde perdió la vida John F. Kennedy y todos se preguntaron si un nuevo mártir político había nacido.
Incluso después de unos días, los analistas políticos siguen cuestionándose eso, pero el partido del elefante despejó dudas el lunes 15 de julio al consagrarlo como su candidato oficial.
La primera aparición del político después de su atentado fue en la Convención Nacional Republicana (NRC) donde sus simpatizantes lo recibieron como todo un héroe.
Por primera vez los lentes retrataron a un magnate visiblemente conmovido, alzó su puño y todos los asistentes comenzaron a corear “Fight, fight, fight”, recordando la valentía del ícono político.
“Nuestro Dios todavía salva y todavía libera”, dijo al micrófono Tim Scott, senador de Carolina del Sur.
No obstante, los participantes de la NRC olvidan algo: ellos mismos son quienes permitieron al atacante de su mártir obtener el arma.
Los republicanos han aprobado diversas iniciativas que le permiten a al menos un tercio de los adultos estadounidenses poseer un arma, según un informe de Pew Research Center.
Violencia y racismo, los estandartes del discurso de Donald Trump le juegan en su contra
Iliana Santibáñez, explica que una de las características más importantes del juego político de Trump es la de utilizar el sentimiento de frustración, una emoción que puede ser muy violenta y poderosa, si toma el camino equivocado.
Desde la frustración de no tener bienes propios, hasta la de no tener trabajo, acceso a salud o a la protección. Estas circunstancias pueden llevar a los votantes a decidir y Donald Trump lo sabe.
Por esto, uno de los estandartes del partido conservador consiste en defender la Segunda Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos. Este apartado garantiza el derecho a portar armas.
A principios de 2024, Trump habló en un evento organizado por la Asociación Nacional del Rifle, donde prometió a los asistentes que, si es reelegido, nadie pondría un dedo sobre sus armas de fuego.
“Su Segunda Enmienda siempre estará segura conmigo como su presidente”, aseguró frente a sus simpatizantes.
Esta declaración se dio tan solo dos años después de que Estados Unidos viviera un año bastante violento. En 2022, hubo más de 48 mil muertes relacionadas con armas de fuego en el país.
Eso significa que en promedio 132 personas murieron por heridas relacionadas con armas de fuego cada día, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC).
Por su parte, el presidente Joe Biden propuso una legislación sobre políticas de armas que ampliaría el proyecto de ley bipartidista sobre seguridad que el Congreso aprobó el año pasado. Su misión es prohibir las armas de asalto, los cargadores de alta capacidad y exigir verificaciones de antecedentes para todas las ventas de armas.
“Biden nunca ha sido un candidato que ha promovido la violencia de ninguna manera, al contrario, ha sido un candidato que ha llamado a la unificación del país”, reflexiona George I. González.
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Un recuerdo borroso que se debe tener presente: El asalto al capitolio en 2021
El 6 de enero de 2021, Estados Unidos vivió uno de sus episodios más oscuros en la historia moderna.
Miles de partidarios de Trump se reunieron en una manifestación bajo el lema “Salvemos América”, que organizaron para desafiar el resultado de las elecciones presidenciales de 2020 en las que Joe Biden salió victorioso.
Como resultado, el Capitolio, el emblemático edificio color blanco que alberga al Congreso estadounidense fue tomado por una ola de personas quienes no dudaron en destruir el inmueble histórico que representa los valores democráticos de la nación del Tío Sam.
Los fanáticos del expresidente hirieron a decenas de oficiales de policía momentos después de que su héroe caído les habló desde el National Mall, cerca de la Casa Blanca en Washington DC.
En un discurso de 70 minutos, Donald Trump los exhortó a marchar hacia el Congreso, donde los políticos se habían reunido para certificar la victoria del demócrata Joe Biden.
“Ahora le toca al Congreso enfrentar este atroz ataque a nuestra democracia. Y después de esto, vamos a caminar, y yo estaré allí con ustedes, vamos a caminar, vamos a caminar”, exclamó el republicano.
Crear un discurso violento, el macabro juego de los republicanos
Es cierto, el político nunca hizo una referencia directa a actuar con violencia. Sin embargo, tampoco llamó a actuar de forma pacífica, un error imperdonable para un político de su categoría ya que debería de conocer el perfil de sus votantes, coinciden Iliana Rodríguez Santibáñez y George I. González.
Según un estudio, el 85 por ciento de los partidarios de Donald Trump prioriza el derecho a poseer un arma, este mismo porcentaje de personas afirma que tener uno de estos artefactos en su vivienda incrementa su seguridad.
En contraparte, los partidarios de Joe Biden priorizan el control de armas sobre los derechos de armas. Dicen que la posesión de armas reduce la seguridad. El 83 por ciento de los seguidores del demócrata opinan que el aumento de armas entre los estadounidenses es negativo para la sociedad.
En este sentido, la experta internacionalista recuerda que este es uno de los ejemplos muy claros en los que Donald Trump ha llamado a la violencia o los ha menospreciado actos de esta índole.
“No se puede decir que había gente de otros partidos o que era un descontento en general hacia Biden. Fueron parte de sus seguidores quienes irrumpieron en el Capitolio”, expresa Rodríguez Santibáñez.
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Los demócratas viven un momento clave para retomar el discurso de paz
Después del atentado que sufrió su adversario, Joe Biden envió un mensaje a la nación para condenar el hecho. Además, le recordó a los ciudadanos que lo vivido no refleja el espíritu democrático de su nación.
Más allá de la contienda política y de ser férreos rivales, el aún presidente de la nación hizo lo debido y se posicionó, con esto, además de demostrar su figura de liderazgo, se volvió a coronar a sí mismo como el único e inamovible contrincante del partido demócrata.
“No hay lugar en Estados Unidos para este tipo de violencia, para ningún tipo de violencia. Jamás. Punto. Sin excepción. No podemos permitir que esta violencia se normalice”, exclamó.
Por ahora, es momento de hacer un llamado a la paz y recordarle a los estadounidenses la forma en que los demócratas han luchado por construir una nación sin violencia. Pero esto requiere tiempo.
En contraparte, el discurso republicano ha tomado un tono aún más preocupante, de acuerdo con analistas.
Desde los políticos consumados, hasta los seguidores que creen en teorías de conspiración, un momento en el que podría brillar nuevamente el discurso de paz toma rápidamente otro curso.
Mike Collins, representante estadounidense republicano por Georgia, acusó al presidente de Estados Unidos de orquestar el plan para acabar con su oponente. Incluso, publicó a través de X un llamado al fiscal de distrito republicano del condado de Butler, Pensilvania, para presentar cargos de inmediato en su contra por incitar a un asesinato.
La publicación de ultraderecha The Federalist asegura que el equipo de Biden vulneró deliberadamente la seguridad de Trump para permitir el atentado.
De cara a esta situación, George I. González advierte que los demócratas deben de escapar de este discurso y para eso necesitarán una estrategia impenetrable lo que queda de la campaña antes de que los estadounidenses acudan a las urnas el próximo 5 de noviembre.
“El partido demócrata tiene que recordarle a los ciudadanos qué han hecho por ellos, por construir la paz. Si vamos a correr bajo una política o una narrativa de sentimientos, no vamos a llegar a ningún lado”.
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